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El momento de la audacia política
El autor analiza las elecciones europeas, en clave de clases sociales y cultura política, ante la mayor oportunidad histórica para aglutinar todas las fuerzas de izquierdas contra la troika y la vieja cultura de la transición
Las últimas elecciones europeas han sido una sorpresa para casi todo el mundo. Por un lado, el bipartidismo ha recibido un varapalo mucho mayor del que se esperaba y la suma de votos de PP y PSOE ha pasado del 81% al 49% en apenas cuatro años. Por otro lado, el surgimiento meteórico de Podemos y la importantísima subida de Izquierda Unida ha permitido a las organizaciones antitroika sumar hasta un 20% de apoyo electoral.
Pienso que son muchos los enfoques desde los que pueden abordarse estos resultados, pero aquí daré especial importancia a dos: un primer enfoque que podríamos llamar de clase, y que interpela a la forma en la que nos situamos en el sistema económico, y un segundo enfoque que se corresponde con los imaginarios ideológicos, esto es, con las lentes a través de las cuales vemos la sociedad política.
Enfoque de clase
El capitalismo es un sistema económico con una lógica inherente que opera, básicamente, con el principio de maximización de ganancias empresariales. Los capitales compiten entre sí incesantemente y en ese devenir se van produciendo innovaciones tecnológicas que incrementan la productividad y abren la posibilidad de mejores condiciones de vida para la sociedad. Pero dicho devenir también conlleva costes en la forma de menores salarios relativos, desempleo, despilfarro energético, explotación de recursos naturales y un sinfín de efectos perjudiciales para el planeta, algunos grupos sociales o la sociedad en su conjunto. La falta o ineficacia de mecanismos que compensen estos efectos -como podría ser la intervención del Estado- agrava las consecuencias negativas para las víctimas. Y las crisis, singularmente, son momentos históricos de radicalización de esas dinámicas negativas.
Pero no a todos los grupos sociales les afecta por igual la dinámica del capitalismo. Los trabajadores protegidos por convenios colectivos no reciben el impacto de una crisis de la misma forma que los trabajadores desprovistos de cualquier salvaguarda o los pensionistas o personas laboralmente inactivas. Consecuentemente tampoco sus conciencias políticas se moldean en el tiempo de la misma forma.
Podríamos situar, a mi juicio, tres tipos de contradicciones o conflictos del capitalismo. En primer lugar, el conflicto capital-trabajo, que hace referencia a la disputa por el excedente productivo y que tiene que ver con el lugar que cada individuo ocupa en la actividad productiva. En segundo lugar, el conflicto capital-población, y que tiene que ver con los efectos perjudiciales que el capitalismo genera en sectores distintos a los de la actividad productiva, tales como estudiantes, jubilados o cuidados del hogar. Y en tercer lugar, al conflicto capital-planeta, que hace referencia al carácter destructivo del capitalismo sobre el medio natural en el que nos insertamos.
Por raíces históricas, Izquierda Unida es un partido que se sitúa muy cómodo en el conflicto capital-trabajo y en la defensa de la clase trabajadora. Así, cuando los efectos del capitalismo son más severos, más tensionadas están las relaciones en el ámbito productivo y mayor capacidad de penetración tienen las ideas de IU. Electoralmente puede encontrarse cierta relación histórica entre la tasa de desempleo y el voto a IU, lo que refleja que IU es una especie de esperanza para aquellos que sufren la dinámica laboral.
En estas últimas elecciones esta tónica se ha mantenido, e incluso en una desagregación provincial parece que hay cierta relación positiva entre tasa de desempleo y voto a IU. Aunque no debemos obviar otras muchas variables, naturalmente.
Sin embargo, la otra fuerza de la izquierda transformadora, Podemos, no muestra ese perfil tan nítidamente sindical. Como se puede comprobar en el siguiente gráfico, no hay forma de encontrar relación entre tasa de desempleo y voto a Podemos.
Probablemente ello puede explicarse porque Podemos no dirige su discurso a las víctimas directas del conflicto capital-trabajo sino a las víctimas del conflicto capital-población, es decir, a una serie de sujetos políticos excluidos del mercado de trabajo. Tal podría ser el caso de estudiantes, jubilados, y trabajadores del hogar. Probablemente se corresponde en cierta medida con la cultura del 15-M, que interpelaba no sólo sobre cuestiones económicas sino también de radicalidad democrática. Y se trata precisamente de sectores clave de la población, por su peso cuantitativo, y al que IU le cuesta llegar. Eso es, al menos, lo que se deduce de las encuestas del CIS.
A nadie se le escapará que, de hecho, se trata también de algunos de los sectores que más ven la televisión. Y ello enlazaría directamente con las novedosas formas discursivas y las estrategias de comunicación de la nueva formación.
Finalmente, las personas particularmente conscientes del tercer conflicto, capital-planeta, quedarían integradas tanto en IU-ICV como en Podemos, pero también en las fuerzas que iban en la candidatura Primavera Europea.
Este análisis nos permite obtener una conclusión: la cultura clásica de la clase obrera podría ser compatible con la cultura del 15-M y la cultura de la ecología política, lo cual crearía un apasionante escenario de futuro. Construir una base social que una en la diversidad a todas las víctimas del capitalismo es uno de los propósitos políticos más urgentes y necesarios. Hacerlo requerirá inteligencia y audacia, y desde luego superar las lecturas conservadoras de los resultados electorales.
Enfoque ideológico
Desde luego la situación socioeconómica y el lugar que cada uno ocupa en la actividad productiva condiciona la forma en la que se ve y valora la política. Pero no sólo esas variables importan, como bien sabía el pensador italiano y líder comunista Antonio Gramsci. La ideología y sus símbolos son las lentes y los conceptos con los que cada uno de nosotros analiza la política y toma decisiones al respecto.
Y en este sentido me aventuraría a señalar varios ejes que delimitan el imaginario español y frente al cual hay diferencias entre Izquierda Unida y otras fuerzas políticas.
El primer eje es el clásico izquierda-derecha, que ha dominado desde la Revolución Francesa. Se trata de etiquetas conceptuales que delimitaban la posición política y que hoy mucha gente está abandonando como forma de identidad política. Asociadas en España a la dicotomía PSOE-PP, y comprobada la crisis del bipartidismo, ese eje pierde vigencia para millones de personas. Como respuesta proliferan quienes tratan de vadear esos conceptos y utilizar los propios marcos conceptuales que dominan socialmente (como clase política o casta).
El segundo eje es el dentro-fuera, políticos-ciudadanos, antiguo régimen-nuevo régimen, o vieja política-nueva política. Se trata de un eje que impugna al sistema político mismo y que achaca los males también a las instituciones políticas. Aquí es donde la Cultura de la Transición, entendida como un paradigma para analizar los fenómenos políticos, pierde espacio y peso frente a la Cultura del 15-M. En realidad esta Cultura del 15-M denuncia el concepto de democracia elitista heredado de la Transición Española y pone encima de la mesa un más rico concepto de democracia caracterizado por la participación. Se trata, en términos clásicos, de una visión republicana de la política y de una impugnación de la visión oligárquica o elitista propia del pensamiento liberal.
El tercer eje es el generacional, íntimamente vinculado al anterior. La ruptura generacional en España es un hecho constatado, tanto por las condiciones materiales de vida (los jóvenes tenemos mayor endeudamiento, menos propiedades y mayor inestabilidad laboral) como por las expectativas vitales (los jóvenes no vemos sino un negro horizonte en términos laborales y de prestaciones sociales futuras). Además, la historia política y las etiquetas que apuntalaban las formas políticas de la transición (el mito del consenso entre élites, el miedo al pronunciamiento militar, la propaganda anticomunista…) no tienen validez entre los jóvenes. Todo ello, unido al deseo de construir una esperanza, otorga un extraordinario poder simbólico y político a lo nuevo y joven frente a lo viejo o anterior.
El cuarto eje es el territorial, que oscila entre centralismo-independentismo. Por razones históricas en España este eje es particularmente complejo, debido también a la poca penetración que han tenido las ideas federalistas.
En términos de referencia política, Izquierda Unida se ha situado nítidamente en el eje izquierda-derecha, llevando la etiqueta incluso en el nombre. Pero también se ha situado de forma insuficiente en el eje vieja política-nueva política y en el eje generacional, dejando huérfanos ciertos espacios políticos que naturalmente han sido ocupados por otras fuerzas políticas. Ciertas declaraciones peyorativas sobre el 15-M por algunos dirigentes y casos de corrupción no resueltos con la suficiente rapidez, unido a formas de democracia interna insuficientemente desarrolladas, han puesto a IU junto a PP y PSOE a ojos de una parte de la sociedad. Eso sí, IU se ha situado con suficiente maestría en el eje territorial.
Por el contrario, Podemos ha elaborado su estrategia huyendo del primer eje y situando toda su energía en el segundo y tercero. La conclusión me parece clara: Podemos no supone, en ningún caso, una competencia para Izquierda Unida sino una oportunidad única para la izquierda que cree en la transformación social.
La oportunidad política
Una oportunidad que pasa necesariamente por la confluencia, y que debe acometerse con audacia e inteligencia. Desde luego nada está escrito, pues los obstáculos proliferarán por todas partes. Pero la potencialidad está ahí, encima de la mesa y de una forma que hasta ahora nunca había estado. La posibilidad de armar fuerzas a favor de otro sistema económico y de otra nueva política es hoy mayor que nunca.
El proceso constituyente, que es precisamente el concepto político que engloba la posibilidad de construir nuevas reglas para el juego político, es más fácil conseguir cubriendo los espacios de la indignación y transformándolos en compromiso político. Y son muchos los espacios que hay que cubrir, y no todos pueden hacerse desde el dogmatismo de evaluar la política desde un único eje.
A mi juicio Izquierda Unida tiene la responsabilidad política de estar a la altura de la historia, como hizo en el momento de su fundación. Y ello pasa por saber leer bien el tiempo político que nos ha tocado vivir. La Cultura de la Transición llega a su fin y es importante desprenderse de los elementos del antiguo régimen que aún perviven en la sociedad, combatiéndolos política e ideológicamente. Ello supone apostar por la radicalidad democrática, por una democracia de la mayoría, y ello implica a su vez hablar también de democracia interna y de regeneración generacional. Llevar la democracia a todos los espacios públicos y de la organización fue siempre el propósito de los autores socialistas y es hoy un imperativo político frente a quienes consideran que la política es un cortijo reservado para las elites.
Por eso tenemos que ser cautos y hacer análisis serenos y rigurosos. En ese sentido es muy precipitado hablar de pactos de la misma forma que es muy absurdo hablar de competiciones entre organizaciones con el mismo ADN. Tiene más sentido poner los pies en el suelo y recomponer las piezas del tablero para beneficio de la clase trabajadora y de los ciudadanos.
Si por un casual todo esta impregnado del 15 M Es, por qué el pueblo habla;la dignidad.
Lo demás pugna partidista
¿Cuando dejaremos de poner la zancadilla?
Para lo único que sí veo que hay que unirse todos los partidos minoritarios posibles es para conseguir que cambiemos a una Ley Electoral que reconozca una persona un voto. De manera que las minorías (y nuestras propuestas políticas) consigamos llegar a estar representadas equitativament como ya se ha logrado en otros países avanzados.
Este análisis se olvida de que lo importante no es solo poner en jaque a los poderes establecidos, sino tener alternativas y propuestas de gobierno mas allá de abrir el supuesto saco de fondos públicos y tirar monedas a la multitud (eso sí poniendo un candado en la puerta para que no entren los sin papeles).
¿cual es la puñetera propuesta de modelo económico de IU? ¿volver a ensayar el capitalismo de estado y la nomenclatura al fracasado estilo soviético?
La auténtica contradicción capital trabajo actual es global. Siendo que los explotados están precisamente en los países en desarrollo, con verdaderamente paupérrimas condiciones de vida y trabajo.
Cosa que en este análisis ni se menciona.
Muchas gracias Alberto.
La izquierda en su conjunto y especilamnete las clases trabajadoras (activas, en desempleo y/o pensionistas)sin complejos ni disimulos, precisan de personas como tu
Felicidades Alberto por un análisis tan exhaustivo.
Y gracias por las reflexión final, son palabras que me alegran e ilusionan. En mi opinión, en estos momentos tan complicados para éste país, debemos pensar en unirnos y no en separarnos, en crear y crecer juntos y no al contrario. Son momentos en los que todos debemos ser especialmente responsables y diligentes.
En personas como tú ponemos nuestras esperanzas muchos ciudadanos.
Gracias por trabajar cada día por todos nosotros.
Rodrigo
http://elfarodelmar.blogspot.com.es/
El análisis electoral lleva implícito el contexto mundial y nacional en el que se desarrolla, la situación es la de la crisis- agonía del capitalismo que ya ha dejado de funcionar y de ser un sistema económico viable para la ciudadanía, el capitalismo ha muerto de éxito, tras la expansión del capitalismo a nivel mundial, su propia lógica interna ha acabado con él, ya que el capitalismo es viable con la premisa de que una minoría explota a una mayoría para poder funcionar, como eso ya no es así, se ha pasado de explotar territorios( África, Asía, América latina en los siglos XIX Y XX) a explotar solo a África en el siglo XXI, de ahí que en este periodo de agonía del capitalismo y hasta el nuevo modelo de estructura económica que sustituya al capitalismo, este ha empezado a explotar de forma más visible ya no solo los territorios que antes no tenían una estructura económica capitalista insipiente sino a los ciudadanos de los países con economía capitalista ya consolidada ( Europa Occidental fundamentamente).
Los costes de la crisis del capitalismo ya no lo pagan solo y fundamentalmente los habitantes de territorios remotos, sino que lo pagan también los ciudadanos de esos países del capitalismo tradicional como España, el capitalismo quiere sobrevivir y para ello solo lo puede hacer bajo su mayor premisa una minoría explota a una mayoría.
En esa situación que es la nueva realidad mundial y nacional en lo económico, de capitalismo en crisis y descomposición, las élites dominantes a nivel mundial y nacional quieren seguir con sus privilegios e instaladas en el poder económico y político.
Esto provoca un enfrentamiento entre las élites político-económicas y los ciudadanos de a pie que sufren la pérdida del colchón social que suponía el modelo de bienestar tradicional de la sociedad Europea Occidental. ( Sanidad, educación, políticas sociales, etc) se han visto recortados drásticamente.
En España a esta situación de crisis-agonía del capitalismo se le une su propia dinámica interna, tras la transición se va consolidando una nueva élite política y económica que sustituye en buena parte a la del régimen franquista, pero perviviendo buena parte de esa elite que viene del franquismo.
España en el periodo de transición modernizó su economía ( siempre bajo la óptica capitalista con privatizaciones y modernizando las vías de comunicación fundamentalmente).
La sociedad también sufrió una gran trasformación pasando de un régimen dictatorial o una democracia con todo lo que ello conlleva y lo más destacable es el aspecto formativo, donde un amplio sector de la población se pudo formar, siendo la sociedad más formada de toda su historia.
Los cambios económicos y sociales no han llevado aparejado un cambio político que modernizara las estructuras de las elites políticas, a lo largo de la historia y desde la denominación marxista la infraestructura cambia pero la superestructura es más reacia a los cambios esto provoca choque entre ambas estructuras.
Esta fase es la que vivimos en la actualidad en buena parte del mundo y en España, una infraestructura que cambia a pasos agigantados y rápidamente y una superestructura que se resiste a los cambios y a perder su carácter hegemónico.
En este contexto, la ciudadanía donde una gran parte de la población se ha formado y preparado se encuentra que la superestructura anquilosada no quiere realizar los cambios a una nueva sociedad.
En este contexto nace PODEMOS, son el reflejo de esa sociedad con formación universitaria y educación media y profesional, que se ha ido organizando durante estos años de crisis, en movimientos sociales que han protestado contra los recortes y que quieren una nueva forma de hacer política, en la que el pueblo participe más y acabar con la corrupción.
Son la sociedad del siglo XXI, formados, dinámicos, con la inquietud social de mejorar nuestra sociedad y su funcionamiento, y ante la esclerosis del sistema de partidos han decidido pasar a la acción y participar activamente en la política nacional.
Para entender esta nueva realidad social, hay que olvidarse de mucho del lenguaje y las estructuras que aun arrastramos del siglo XIX y XX.
LA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI ya está aquí, es una sociedad que quiere tomar sus propias decisiones de como quiere que sea la sociedad, la economía y la política, que no quiere seguir bajo el mandato de unas elites dirigentes corruptas que nada más se preocupan por ellas y por una minoría social.
El que crea que lo que ha ocurrido con PODEMOS es un fenómeno pasajero se equivoca, PODEMOS es un reflejo de la sociedad de nuestro tiempo y viene para quedarse y para transformar nuestra sociedad, el votante de PODEMOS es el prototipo del ciudadano formado, preocupado por la ecología, harto de la corrupción y de la oligarquía que nos gobierna fundamentalmente.
En el ámbito de las ideologías tradicionales es de izquierdas, pero alejado de los partidos tradicionales de izquierda que no se han democratizado internamente y no han modernizado sus estructuras para que la ciudadanía participe de forma más activa.
Es un terremoto que va a mover los cimientos de la estructura política tradicional, vamos a ver como todos los partidos van a incorporar primarias internas y mayor democracia interna en su funcionamiento y van a ir jubilando a todo ese aparato anquilosado que dirige los partidos desde la transición.
Por eso PODEMOS ha supuesto un terremoto político, porque más allá de los más carcas del panorama político y social que los ven como unos frikis, PODEMOS supone el cambio de superestructura en España y eso lógicamente supone la pérdida de privilegios de una minoría que ha dirigido a España desde la transición.
Pero incluso va más allá de España, PODEMOS supone el principio del fin de esa oligarquía mundial que gobierna el mundo en su propio interés, con la caída de capitalismo que agoniza, se pondrán las bases de la nueva estructura económica mundial, alejada del capitalismo y de la depredación del medio.
Se ponen las bases para una sociedad más justa para todos, con una economía sostenible que respete el medio ambiente que es nuestro soporte vital que permita la redistribución de los medios de producción para que todos podamos vivir de forma digna.
La competitividad por amasar bienes y el todo vale para amasar esos bienes han pasado a la historia, vamos hacia un nuevo modelo de sociedad más justo para todos.
Este nuevo modelo no será implantado de forma inmediata ni en todas partes por igual pero ya ha empezado y no tiene vuelta atrás. En el caso concreto de España se producirá una convergencia entre la sociedad civil y sus representantes políticos, donde la sociedad civil tendrá el poder de decisión de sus representantes de forma directa y no como hasta ahora, así que por encima de personalismos, los partidos políticos tradicionales tienen que poner sus estructuras políticas y organizativas al servicio de la sociedad civil que sea ella la que de forma directa elija sus representantes y participe de forma más activa en decidir como quiere que sea la sociedad en la que quiere vivir
En definitiva, las estructuras políticas y sociales que en España venían funcionando desde el siglo XIX se acaban, ha dado comienza una nueva realidad social que traerá muchos cambios.
Un peñazo de análisis sobre datos elegidos al azar, y elaborado en estado de shock postraumático ,postelecciones. Sigue en el sXX , pegado a teorías y datos sesgados,y lejos de la realidad actual.Una pena.
¿Y cuál es el análisis bueno? Es por saber…
Coincido plenamente con el análisis de Garzón. Estamos sin duda ante una oportunidad histórica para que a las fuerzas progresistas se les una una mayoría de población. Poder romper el aislamiento mediático al que estamos sometidos desde la mal llamada transición ha sido clave en la irrupción y éxito de Podemos. Creo que las personas de IU debemos apoyar la confluencia respetando la singularidad de cada cual en este momento apasionante, tener la cabeza fría, analizar con rigurosidad e impulsar la renovación generacional.
En el Pais Valenciano Podemos se ha comido el crecimiento que le daban a Compromis en las encuestas. Decian que podia doblar votos y se ha quedado mas o menos con los mismos, que ya es.
Aqui veo todavia menos diferencias que con IU, ya que Compromis si habia adoptado el discurso del 15M, lo que pasa es que en boca de Podemos suena más original. Pero la imagen de unos y otros es similar. Aún asi, Compromis le sacará ventaja en las próximas elecciones a Podemos por:
– implantación territorial
– el tirón de Mònica Oltra y de los liders locales (Ribó en VLC, Nomded?u en Castelló, Carbonell en Alcoi,…)
– componente ideológico territorial: Compromis es valencianista, Podemos no se sabe, pero surgiendo desde Madrid no seria creible su supuesto federalismo.
En un principio una coalición entre Compromis y Podemos seria lógica, pues son marcas similares. Pero hay que saber que a veces las sumas no son matemáticas y 8+8 en politica puede dar 16, pero tambien 9, como ya se vio en el Compromis de 2007
No se puede hablar de un frente amplio de izquierdas cuando hay quien desde la izquierda gobierna con la derecha.
por hablar se puede hablar de todo, no? a lo mejor hablando se consigue que ya no haya izquierda gobernando con la derecha…
El aleteo del Dragón revoluvinario
Felicidades Alberto por tu estupendo artículo.
Creo que son días de reflexión, creo que no se deben tomar medidas precipitadas, mucho menos en medio del revuelo mediático que han ocasionado los resultados.
Sin embargo, me alegra leer que dejáis abierta la puerta a una unión con otras fuerzas, que como tú dices, en esencia sois/somos lo mismo.
Nuestro país esta viviendo un momento realmente complicado y es preciso que todos ejerzamos actos de máxima responsabilidad. Ahora más que nunca este país necesita de mentes despiertas, almas humildes y corazones puros.
Gracias por trabajar cada día por España
Rodrigo
http://elfarodelmar.blogspot.com.es/
Comparto tanto el diagnóstico y elementos previos para el análisis, como las conclusiones. Es el momento de forjar alianzas plurales de la izquierda a nivel local. La situación social lo exige, la oportunidad política es evidente.
La gráfica con la intención de voto directo a IU da bastante miedo y creo que es más interesante que la relación voto % de paro. Algo se está haciendo muy mal en IU viendo en qué sectores los porcentajes son más altos.
Me parece interesante plantear esas contradicciones del capitalismo. Con el trabajo, con la población y con el planeta, y es cierto, y tambien es cierto que algunos colectivos sociales no se sienten representados en IU, pero creo que lo que dice podemos se ha dicho en IU y mucho antes de IU, pero ahora lo dicen Jóvenes de la cúspide universitaria y no trabajadores que socialmente se han despretigiado en los medios de comunicación. Me alegro por Podemos, porque lleva a los jóvenes a participar en política, pero pronto verán que el esfuerzo organizativo es muy grande si queremos tener fuerza y sintetizar puntos de encuentro. El ir contra la corrupción nos une a todos, pero hay que ir más alla. Yo recuerdo a militantes obreros que llevamos muchos años trabajando esperando a una nueva generación. A ver si es verdad que llega, les dejaremos paso gustosamente, pero las experiancias de otros no deben olvidarse. Estamos condenados a trabajar juntos en temas base dentro de la democrácia o el desánimo cundirá. Valores como militancia, honestidad,colaboración, solidaridad, etc deben ponerse encima de exito y competitividad y esta generación no se si se les ha enseñado asi.
En éste análisis, por lo demás muy detallado, te olvidas de la importancia de internet y las nuevas tecnologías. Un saludo
Gran análisis!!! Entiendo que viene a reforzar la idea que tenemos muchos en la cabeza, estamos ante una oportunidad única de cambiar el curso de los acontecimientos. Pero esto pasa por construir un proyecto común, es responsabilidad de todos hacerlo, pero si volvemos a que cada uno reme por su cuenta, la ilusión de hoy será la frustración de mañana.
El análisis estadístico refleja en buena medida la diferente distribución espacial del paro por provincias, y el hecho de que IU (y también el PSOE, por cierto) tenga más apoyo en el Sur de la
Península. Replicando el mismo análisis pero usando los datos de los 8000+ municipios la relación directa entre voto a IU y paro se relaja bastante, y la relación inversa entre Podemos y paro desaparece completamente.
Totalmente de acuerdo, la evolución politica de España es en el contexto de la UE, pero con la ventaja de contar con la experiencia de un cambio real decidido por la propia Sociedad.Sin duda con la lección aprendida de no caer en los errores de la fragmentación de la izquierda italiana, base de la unión y el éxito en un futuro prometedor 😉 Vamos!!!
Pasas por alto que el mayor peso de la intención de voto no se da entre los obreros.
En la ciudad que resido en el NO de Castilla y León el mínimo movimiento estudiantil está vinculado a organizaciines de izquierda que a los movimientos 15M. Van mas a la presentación de Pablo Iglesias que a las acciones contra la wertpolitica.
Lo de las generaciones para Grecia lo deja muy claro Markaris en sus novelas con el comisario Jarikos.
Y los comentarios?
Interesante análisis, lo único en el grafico de desempleo y voto a Podemos, esa linea que desciende de 8 hacia 5 escaños, no es un poco invención del autor? No debería ser un punto en el 5, y por tanto imposible de analizar respecto a ningún parametro? La idea de repartiros, el foco de acción,le interesa a Podemos? No nos repartamos ya los ministerios que IU tiene mucho q hacer para lavar su imagen. Un saludo.
Hay que leer bien los ejes, fíjate que no es una gráfica de votos vs tiempo sino de votos vs paro, por provincias
De hecho, Alberto, has cambiado los ejes de la primera a la segunda gráfica, lo cual dificulta un poco su comprensión.
No obstante, buen análisis. Espero que tanto IU como Podemos (y los demás partidos que quieran colaborar) hagan gala de la inteligencia que creo que poseen y no le den la estocada definitiva a la izquierda en España