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Los partidos debaten sobre su concepto de la política energética en la Unión Europea
Equo, la Izquierda Plural y el PSOE apuestan por abandonar la energía nuclear. UPyD apoya continuar con el 'fracking', si bien "con mucho cuidado", y el PP elude exponer sus propuestas en materia energética
MADRID// Desde la transición hacia un modelo basado exclusivamente en las llamadas energías limpias hasta un “mix energético”, pasando por un sistema que apueste por la utilización tanto de renovables como de energías como la nuclear y el uso del fracking “con mucho cuidado”. Fueron muchas, y en ocasiones incompatibles, las propuestas que anunciaron para Europa los representantes de los partidos políticos que acudieron el pasado martes al debate organizado por la Fundación Renovables en el marco de la jornada titulada El cambio de modelo energético y Europa.
La oposición al fracking -la extracción de hidrocarburos del subsuelo mediante la inyección de millones de litros de agua cargados con un cóctel químico- es común a Equo y la Izquierda Plural, mientras que UPyD apuesta por esta técnica, si bien insta a llevarla a cabo “con mucho cuidado”. El abandono de la energía nuclear es prioridad también para ecologistas y la izquierda, y no así para UPyD, formación que de entrada prefiere no renunciar a ésta y se muestra abierta a escuchar a los lobbies. El perfil más bajo de la jornada lo mantuvo el representante del PP, que evitó exponer el proyecto de su partido en materia energética.
Fue el portavoz de Energía del Partido Popular, Antonio Erías, quien abrió el debate, dado que debía acudir a una votación parlamentaria. Antes de comenzar la intervención del representante popular, el vicepresidente de la Fundación Renovables, Domingo Jiménez Beltrán, había presentado el informe La energía: un desafío para el nuevo Parlamento Europeo, y aprovechado para criticar la política energética del Gobierno, en general, y del ministro de Industria, Energía y Turismo en particular, entre otras cuestiones, por haber rechazado tomar medidas para tratar de erradicar la pobreza energética en España.
Por este motivo, Erías consideró necesario iniciar su intervención con la aclaración de que ni el Gobierno ni el ministro eran malintencionados, sino que en toda toma de decisiones uno tiene distinguir entre los problemas prioritarios y los secundarios, que la política es “esclava de determinados anclajes que hay que soportar” y que la obligación actual del Partido Popular es solucionar la estabilidad económica. Erías reclamó comprensión hacia los representantes de su partido por parte de los afectados, “que los hay, porque estamos trabajando para tener un futuro mejor”.
En una disertación de algo más de alrededor de 15 minutos, Erías no aludió a ninguna de las medidas que el PP va a proponer en Europa en materia energética. El moderador de la mesa le preguntó de manera directa sobre si apoyarían que el peso de las renovables fuera del 17% y que los objetivos que marcara la UE fueran vinculantes para cada Estado. El portavoz de Energía trató de eludir la respuesta, pero ante la insistencia del moderador, Erías, quien dio la sensación de verse acorralado, tuvo que salir del paso: “Sobre guarismos prefiero no responder. La política es un ámbito en el que es difícil cuantificar las acciones por lo que nosotros no llevamos ningún objetivo cifrado en nuestro programa”.
Propuestas reales
Una vez abandonó la mesa redonda el portavoz de Energía del Partido Popular, le tocó el turno al representante de Equo, Juan López de Uralde. Lo primero que hizo fue expresar su rechazo a lo ocurrido con Erías por considerar que, dada la gran cantidad de gente que trabaja para el PP, deberían haberse molestado en mandar a una persona a la que poder rebatir y con la que poder debatir. “He apuntado varias cuestiones con las que no estoy de acuerdo, pero como se ha ido, no tiene sentido comentarlas, así que retomaré el discurso que había preparado inicialmente”, lamentó.
López de Uralde manifestó que la Unión Europea es un proyecto inacabado, que se ha centrado en lo económico y ha dejado de lado la configuración de una política energética común, una idea por la que apostaron todos los representantes de los diferentes partidos que acudieron a la mesa redonda. “Somos europeístas pero insumisos a la política de la troika”, aclaró el líder de Equo. Las propuestas que presentarán en la UE, explicó, serán la reducción de los gases de efecto invernadero, la autosuficiencia energética, el cierre de las centrales nucleares, dejar de subvencionar la producción de combustibles fósiles, prohibir el fracking y apostar por una movilidad y un sistema de transportes no contaminantes, además de por la sostenibilidad en los centros urbanos.
Muy en la línea de lo expuesto por Equo estuvieron las propuestas que lanzaron desde la Izquierda Plural, en cuya representación asistió Delfina Rossi. “Decimos que no a tres erres: la reforma energética, los recortes sociales y el tarifazo energético y la regresión hacia un modelo basado en industrias fósiles. Como respuesta a ello, proponemos tres dés: democracia, dignidad y derechos”, comenzó. Rossi advirtió que es necesario no disociar la lucha “contra la estafa eléctrica, la corrupción y las puertas giratorias de las elecciones europeas” y recordó que es el bipartidismo que gobierna en España el que mantiene los privilegios a los lobbies en Europa.
Una alianza fuerte de los partidos de izquierdas en colaboración con las asociaciones civiles y los movimientos ciudadanos, la oposición a la firma del Tratado Trasatlántico entre la Unión Europea y Estados Unidos -ya que, según está planteado, “va a dividir los estándares sociales y medioambientales y tendrá consecuencias como la prohibición de llevar ante los tribunales a las empresas con el tema del fracking”-, fomentar el autoconsumo y exigir que se lleve a cabo una auditoría ciudadana del déficit energético en España fueron algunas de las medidas que Rossi afirmó que tratarían de imponer en el Parlamento Europeo.
Los partidos más ambiguos y, en ocasiones, contradictorios, fueron UPyD y el PSOE. Según lo que expuso el representante de UPyD, Enrique Calvet, la intención de su partido es decirle a todo que sí. Sí a escuchar a los lobbies para tratar de adaptar “su parte de verdad” a la realidad, sí a abogar por una política energética común para impulsar un modelo conjunto con impuestos, costes y peajes unificados y sí, también, a revisar el sistema del derecho de emisiones de gases contaminantes para ponerlo al servicio del mercado común e, incluso, usar parte de ese dinero para paliar las diferencias económicas entre los países de la UE más desarrollados en energías renovables y los menos adelantados.
Calvet, además, aseguró que desde UPyD apuestan por el fomento de las renovables “aunque poco a poco, a un ritmo razonable, para no cometer los errores que hemos cometido en España, que fueron invertir demasiado dinero y demasiado rápido e incurrir después en la inseguridad jurídica por haberse apresurado”. Pero también afirmó su apuesta por el fracking, “porque no se puede renunciar a los beneficios que genera, aunque habrá que hacerlo con mucho cuidado”, y por la nuclear, que, según Calvet, no es renunciable de entrada. Sí a todo.
Finalmente, en nombre del PSOE intervino Jonás Fernández, quien explicó que desde su partido también apuestan por un mix de energías aunque, a diferencia de UPyD, excluyen de esta combinación la nuclear. En la línea de la Izquierda Plural, Fernández subrayó la necesidad de elaborar una auditoría sobre el conjunto del sistema eléctrico para evaluar el dinero que deben recibir aquellas tecnologías cuyas instalaciones ya han sido amortizadas. Al igual que el resto de partidos, exceptuando al PP, el PSOE incluye en su programa electoral objetivos claros y cuantificados: reducir en un 50% la emisión de gases de efecto invernadero para 2030, aumentar un 45% la cuota de energías renovables en el mercado primario y abogar por una eficiencia energética que permita un ahorro del 40%; todos ellos objetivos vinculantes para cada Estado, no para el conjunto de la Unión Europea.
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La solución a la crisis energética mundial, europea y local pasa por una apuesta clara y decidida por las energías renovables: soberanía energética frente a la sumisión y despilfarro económico del modelo actual, contaminante, peligroso, caro y poco sostenible.
Resultan clarificadoras las posturas en la política energética de los partidos «tradicionales»(PPSOE y UPD).
Las propuestas de Equo y del Partido Verde Europeo en este tema son serias y factibles. La transformación del modelo energético actual es una parte troncal del programa electoral que presenta para estas elecciones al parlamento europeo y la única solución a corto, medio y largo plazo para asegurar el bienestar y la pervivencia de nuestra sociedad. Continuar dependiendo de las energías sucias nos conducirá al abismo ecológico, económico y social.