El abanderado español en los Juegos Olímpicos de Sochi pide a los gais que “se corten”

“Los Juegos son deporte y no política, hay que respetar las leyes del país que visitas”. Con estas declaraciones ha saldado el patinador español, Javier Fernández, la polémica que rodea a la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi (Rusia).

El gobierno ruso aprobó en junio del año pasado una ley que prohibía cualquier muestra “propagandística” de “relaciones sexuales no tradicionales” ante menores de edad. Paralelamente, en las calles de Moscú se producían detenciones de decenas de activistas defensores de los derechos de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales.

Javier Fernández será hoy el abanderado del equipo español. En una entrevista al diario El Mundo, también ha recomendado que durante el tiempo que duren los Juegos Olímpicos «los homosexuales se corten un poco y luego sigan con sus vidas«.

Las declaraciones de Fernández recuerdan a las de la pertiguista rusa Yelena Isinbayeva, quien aseguró que hay una ley “que hay que respetar”. «Cuando nosotros viajamos y estamos en otro países, intentamos seguir las leyes que están ahí en vigor. No estamos intentado imponer nuestras leyes en otro lado, simplemente nos limitamos a ser respetuosos«, aseguró en agosto del año pasado.

En el lado contrario se encuentra la atleta sueca Emma Green, quien en la final de altura de los Mundiales de Atletismo de Moscú de este verano, compitió con las uñas pintadas con los colores del arco iris como señal de apoyo a la comunidad gay y en disconformidad con la ley contra la propaganda homosexual vigente en Rusia.

La postura de Fernandez e Isinbayeba parece estar en contradicción con el cuarto principio recogido en la Carta Olímpica: “La práctica deportiva es un derecho humano. Toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación de ningún tipo y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, solidaridad y espíritu de amistad y fair play”.