Sociedad
Madrid acogerá una jornada sobre cómo blindar los derechos de las mujeres ante el auge de la extrema derecha
El 8 de mayo se celebra una jornada internacional sobre los retos del feminismo y la protección de los derechos humanos ante las próximas elecciones europeas.
La campaña internacional Mi Voz Mi Decisión, que promueve la protección del derecho al aborto en la Unión Europea, organiza una jornada internacional en Madrid sobre los retos del feminismo ante el notable incremento de las propuestas políticas contra los derechos humanos.
Activistas feministas de Argentina, Colombia, Francia, Eslovenia, Brasil y España participarán el 8 de mayo en varias mesas sobre los retos que se plantean ante el incremento de los ataques a los derechos de las mujeres y el auge de los grupos ultraconservadores en todo el mundo. Entre las ponentes se encuentra la impulsora de la iniciativa, Nika Kova, y periodistas e investigadoras como Luciana Peker, Andrea Aldana, Andrea Dipp y Miquel Ramos, así como la abogada penalista Nora Rodríguez y activistas como Lucy Polo (Por ti, Mujer) y Lola Liceras (Amnistía Internacional).
A pocas semanas de las elecciones europeas, previstas para el 9 de junio de este año, Kika Fumero y Cristina Fallarás, impulsoras de esta campaña en España, analizarán las consecuencias que podría tener no lograr el blindaje legislativo que promueven.
La batalla cultural de la extrema derecha será otro tema a tratar. Sobre ello, debatirán la periodista experta brasileña Andrea Dipp, la abogada penalista y experta en delitos de odio y género, Nora Rodríguez, y el periodista Miquel Ramos.
La campaña Mi Voz Mi Decisión, que arrancó en nuestro país el pasado mes de abril, pretende concienciar sobre la importancia de blindar derechos ante la cada vez más poderosa extrema derecha. Para ello, se ha propuesto recabar un mínimo de un millón de firmas antes del próximo 5 de junio.
Es buena idea que sea internacional. Así, en vez de unas docenas de asistentes serán unos cientos.
Las jornadas progresistas no le pegan a Madrid, ciudad escorada a la derecha y orgullosa de serlo.
Sería hora de entender que hay que pasar de esa ciudad. Ni le pegan ni lo merece.
Estas jornadas serían más propias de celebrar en una ciudad como Barcelona, culta y progresista.