Opinión | OTRAS NOTICIAS

La revolución comienza por tu menú del día

"Según la FAO, entre 2010 y 2050 el consumo de carne en el mundo, excluidos los productos lácteos, aumentará casi un 140%. La trayectoria de colisión es evidente", escribe el autor.

Si te parece una pérdida de tiempo hablar sobre la necesidad de comer menos carne, deberías seguir leyendo. Establecer un día sin carne fue una de las propuestas de Los Verdes alemanes para las recientes elecciones celebradas en aquel país. Varios analistas internacionales, con sonrisa de suficiencia, se apresuraron a calificar esta medida de “frivolidad”, “tropezón” o de “intromisión” en la libertad de los ciudadanos. Sin embargo, nada más lejos de la frivolidad que abrir el debate sobre el consumo de carne. No vamos a entrar aquí en los argumentos éticos de los animalistas y veganos que abogan por la supresión radical. Ni esgrimiremos las razones médicas para moderar la ingesta cárnica y las alternativas proteínicas que existen en las legumbres y frutos secos. Tampoco advertiremos sobre las toxinas, hormonas, antibióticos, esteroides y pesticidas que contiene la carne que consumimos. Ni siquiera diremos, como la adolescente de la película Agosto, que comer carne es “comer miedo”.

Asumamos incluso que quizá no fuera la mejor estrategia la que siguieron Los Verdes alemanes al proponer el establecimiento por decreto de un día sin carne. Pero dicha propuesta pudo servir para abrir un debate necesario y acuciante, aunque en España provoque, por parte de la gente seria, la pura ridiculización de aquellos que osen plantearlo, a los que se tachará de jipis y perroflautas.

La sonrisa chusca debería quedársele congelada a esa gente seria, interesada en debates supuestamente de más calado, al saber que para conseguir un filete de ternera son necesarios 7.000 litros de agua. Y que casi 900 millones de personas no tienen acceso a la cantidad diaria de agua necesaria para la subsistencia. Son datos de la ONU, ese organismo jipi y perroflauta.

Según la FAO, entre 2010 y 2050 el consumo de carne en el mundo, excluidos los productos lácteos, aumentará casi un 140% (Ganadería mundial 2011, FAO, Roma, 2012). La trayectoria de colisión es evidente.

Como ha sabido ver Marie-Monique Robin en Las cosechas del futuro (Editorial Península), la crisis financiera, la energética, la del clima, la de la biodiversidad y la del agua están profundamente conectadas y “son la expresión de un sistema económico devastador que nos lleva directamente contra el muro si no cambiamos con toda urgencia de paradigma”.

Pero, ¿y si no queremos depender de la carne? Robin recuerda que, también según la FAO, en cualquier caso “habrá que aumentar la producción agrícola un 70% si se quiere alimentar a los 9.000 millones de habitantes con los que contará el mundo en 2050”. La cuestión es cómo lograrlo sin agotar los recursos.

En su investigación, Robin propone varias alternativas basadas en la agricultura ecológica y aporta datos reveladores: El 40% de los cereales cultivados en el mundo se destina a alimentar ganado. La ganadería es responsable del 18% de las emisiones de gas de efecto invernadero. Quienes comen carne consumen 4.000 litros de agua al día, mientras que los vegetarianos sólo consumen 1.500. Una comida con carne y productos lácteos equivale en emisiones de gas de efecto invernadero a 4.758 kilómetros recorridos en coche, frente a 629 kilómetros en el caso de una comida vegetariana…

La conclusión es clara: “comer menos carne es bueno para el planeta, pero también es un medio de contribuir a resolver el problema del hambre en el mundo, ya que los cereales que no se comen los animales están disponibles para los seres humanos”.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. estoy totalmente de acuerdo, y es el momento de no solo decir y hacer individualmente, esto tan solo es el principio para hacer tu propio cambio, ahora hay que ayudar informando, moviéndote y haciendo ver al resto la realidad en la que están los animales y la propia tierra

  2. Absolutamente de acuerdo y si con ese menor consumo, además, evitas y aminoras sufrimiento animal, mejor que mejor

    • Si, pero si esos animales, no comen, entonces qué. ¿Les dejamos morir? Algo tendrán que comer si se les deja libres o hacemos una escabechina contra los animales de granja para reducir su población. Y luego tenemos otro problema, consumir menos carne pero continuar con el modelo actual a lo que nos llevaría sería a aunmentar aún má la población humana y aumentar más aún la presión sobre el medio ambiente por que más población consume más recursos que, además, se están acabando. Yo defiendo una dieta y vida vegana por evitar matar animales no humanos y humanos ya que esto es posible pero argumentemos bien las cosas. No consumir carne no reduce el impacto sobre el medio ambiente ni dará más comida a los que no la tienen mientras se mantenga el mismo sistema.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.