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El primer escrache en España fue a la policía franquista en 1972
El 20 de diciembre llega a los kioscos el número 12 de LA MAREA con un dossier de investigación sobre las prácticas de la BPS en los últimos años de la dictadura franquista.
La Brigada Político Social (BPS) en Valencia, la policía del franquismo que se dedicaba a perseguir a los movimientos de oposición al régimen, sufrió en el año 1972 un escrache incitado por las páginas del periódico clandestino Verdad, órgano del Comité Provincial del Partido Comunista de España.
En su contraportada se publicaron los nombres de los agentes, sus domicilios y teléfonos. Esta fue la respuesta a las torturas que denunció haber recibido un grupo de jóvenes estudiantes detenidos en abril de 1971. Algunos de ellos se han adherido a la querella argentina que investiga los crímenes del franquismo, en la que denuncian haber sufrido las torturas y malos tratos de policías como Manuel Ballesteros, Benjamín Solsona o Jacinto López Acosta.
La Marea ha hablado con ellos para el número con el que, a partir de este viernes, cumplimos ya un año en los quioscos. Ha recogido el relato de los hechos, de esos 15 días en comisaría donde aseguran que se sintieron en manos de una policía que «podía hacer lo que quisiera», una historia escalofriante más de cuatro décadas después. Solo cuando salían de la comisaría y perdían de vista a los policías de la BPS, respiraban con tranquilidad.
Muchos de estos miembros de la BPS tuvieron puestos de gran responsabilidad tras la caída del franquismo. Ellos ya lo decían en su momento: «no os equivoquéis, cuando llegue la democracia nosotros seguiremos aquí». Y se cumplió. Ahora, la vía argentina abre una nueva vía para que sus actos «no queden impunes», según cuentan los denunciantes, que la resumen en una sola frase: «no es una cuestión revanchista, sino de justicia».
Es necesario sacar a la luz los nombres de aquellos que en la época franquista, torturaron a la gente que luchaba por las libertades y la justicia social. Es una página de nuestra historia que se ha ocultado y es necesario conocerla, sobre todo, para que esas prácticas fascistas no vuelvan a repetirse. En estos momentos hay un recorte de libertades y derechos que nos podrías hacer retroceder en los derechos que tanto ha costado conseguir.
Gracias a la justicia argentina y a La Marea por dar cauce a las denuncias
Publicar los nombres y sus ubicaciones de tipos de los que no cabe ninguna duda a lo que se dedicaron en el país que fuera y en la época que fuera es el recurso autodefensivo legítimo que puede hacer la sociedad civil para dos cosas: 1. Dejar en claro que la memoria social no olvida la agresión y daño producidos por profesionales del crimen bajo el amparo institucional y legal. 2. Dejar claro que son despreciables y que la mirada cidudana les perseguirña donde vaya y 3. Dejar claro que son vulnerables y ningún estado los puede proteger. Estas medidas son el salvaconducto de la ciudadanía para protegerse de tantos criminales a sueldo del estado y de intereses antidemocráticos.