Sancionan al profesor Aramayona por defender la enseñanza pública en la calle

Mañana, viernes, el profesor de Filosofía Antonio Aramayona, que lleva 135 días al pie del domicilio de la consejera de Educación del gobierno aragonés en una céntrica calle de Zaragoza, también estará ante el portal de esa señora en defensa de la enseñanza pública y laica y contra los recortes aplicados por el gobierno central en esa materia. Lo hará, aunque sus dos horas diarias de permanencia no incluyen los días festivos, porque el de mañana es el Día de la Constitución y Aramayona quiere incluir unas cuantas pancartas relativas al articulado constitucional, y porque el vigente gobierno acaba de sancionarle con 200 euros de multa por mantener su protesta en la calle.

En la notificación 7112/2013 de expediente sancionar que el profesor Aramayona ha recibido hoy en su domicilio 7112/2013, se le hace saber lo siguiente como fundamentos de hecho: a) se le declara «responsable de la negativa a abandonar el portal de la Consejera de Educación a requerimiento de los denunciantes»; b) por «alegaciones? presentadas por el profesor, este se reconoce y se declara «plenamente responsable de los hechos que se le imputan»; c) se declara la «infracción cometida» como de «carácter leve», según las leyes especificadas en la notificación.

En «fundamentos de derecho», tras citar numerosos artículos de varias leyes, tipifica la acción de nuevo como «leve» por «desobedecer los mandatos de la autoridad o de sus agentes, dictados en directa aplicación de lo dispuesto en la LO 1/1992, cuando ello no constituya infracción penal». Aún en «fundamentos de derecho» (tercero) se le notifica que las infracciones de carácter leve, según esa misma ley, tienen una sanción económica de 300, 52 a 30.050,62 euros, estando a discreción de la Administración la cuantía de la sanción. Finalmente, Ángel Val Pradilla, subdelegado del Gobierno en Zaragoza, resuelve «imponer a Antonio Ángel
Aramayona Alonso una sanción de doscientos euros».

El profesor Aramayona, nada más conocer la notificación, ha hecho saber en su blog, donde desde hace casi seis meses escribe las reflexiones que le depara su permanencia en ese lugar bajo el título de Diario de un perroflauta  motorizado,  su negativa de pagar esa sanción, rogando no se haga colecta alguna para satisfacerla, pues prefiere que la sustracción simple y directa de 200 euros de su pensión aparezca como lo que realmente es: un robo y un expolio.

Este es el texto escrito por Antonio Aramayona:

Hoy, 5 de noviembre de 2013, día en que mi nieto Daniel cumple su primer mes de vida, mientras escucho la Sexta Sinfonía de Beethoven, yo, Antonio Aramayona Alonso, perroflauta motorizado, libre, fiera y responsablemente declaro lo siguiente:

1. No quiero interponer recurso alguno contra la sanción. No reconozco la autoridad de quien sanciona por protestar contra los recortes salvajes perpetrados contra el mundo de la educación.
2. No voy a pagar la sanción bajo ningún concepto. En todo caso, que me detraigan el importe de la misma (¿más los intereses de demora correspondientes?) de mi pensión.
3. Ruego no hacer colectas para satisfacer entre vari@s o much@s.  Prefiero que la sustracción simple y directa de 200 euros de mi pensión aparezca como lo que realmente es: un robo y un expolio.
4. ¿Cómo puede ser tan mequetrefe un Delegado del Gobierno para fundamentar básicamente su sanción en que me he declarado plenamente responsable de los hechos acaecidos el 23 de octubre de 2013, a las 12,50 horas? ¿Según él, cuál es la alternativa correcta a responsable: «no responsable», «irresponsable»?
5. Amo la escuela pública y laica sobre todas las cosas. Ese amor se funde por completo con el amor que les tengo a mis seres queridos, a mis amigos, a mis compañeros, a mis camaradas, a  mi vida y a mi muerte.
6. Seguiré yendo cada día, de lunes a viernes, de 11 a 13 horas, al portal de la Consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. Allí manifestaré mi reivindicación incondicional de la escuela pública y laica, y protestaré con todas las fuerzas que me restan contra los recortes perpetrados en educación. Todo ello ocurrirá, como hasta ahora, en silencio, desde la noviolencia, cívicamente.