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Cive Pérez: “Hay que desbordar la Ley Mordaza a través de la desobediencia civil”
El periodista, ensayista y agitador Cive Pérez nos presenta '¿Qué es la Desobediencia Civil? Preguntas (y respuestas) más frecuentes', editado por el Viejo Topo.
El periodista, ensayista y agitador Cive Pérez (Madrid 1948) retorna a uno de sus temas más significativos, la desobediencia civil, empeñado en “reforzar la respuesta ciudadana ante un contexto global caracterizado por la ruptura del consentimiento democrático y la eliminación de derechos fundamentales”. Por ello ha presentado ¿Qué es la Desobediencia Civil? Preguntas (y respuestas) más frecuentes, editado por el Viejo Topo.
¿Qué aporta este pequeño libelo sobre desobediencia civil?
Se trata de un breviario que pretende ser esencial y pedagógico a propósito de una de las grandes herramientas de transformación política con que cuenta la ciudadanía.
Defina la desobediencia civil.
Alguien comete un acto de desobediencia civil cuando actúa de manera ilegal, pública, sin violencia y conscientemente, con la intención de frustrar las leyes, políticas o decisiones de un gobierno.
¿Está justificada la desobediencia civil en el contexto actual?
En estos momentos de ataque a todos los derechos, de involución democrática y de ruptura del pacto de consentimiento, la gran herramienta de transformación política de los ciudadanos es la desobediencia civil. Los recortes sociales, económicos y de libertades deben ser respondidos por una sociedad cargada de razones y con herramientas de transformación que no sólo signifiquen pataleo, sino realmente cambios sustanciales.
¿Cabe una nueva lectura de la desobediencia civil en el actual contexto de crisis sistémica, donde lo público está siendo usurpado por el poder privado transnacional?
Si nos ceñimos exclusivamente a la definición clásica de desobediencia civil, podemos estar permitiendo que los poderes paraestatales dicten leyes fácticas de obligado cumplimiento. Como ejemplo de lo anterior, sólo debemos recordar las presiones del mercado para que se modificara la Constitución española a fin de amoldarse a los intereses de esos mercados. De ahí la necesidad de superar las formas clásicas de desobediencia civil, respetando, eso sí, dos componentes fundamentales, como son la no-violencia, que confiere legitimidad ética, y la acción pública a cara descubierta, lo que significa el ejercicio de la política, con mayúsculas.
¿Se puede considerar, bajo esa perspectiva, que el anticonsumismo es otra forma de desobediencia?
Cuando todo está dispuesto para generar una inercia de comportamientos sumisos, dejar de apoyar oligopolios, como el energético, o culturas de depredación del planeta, debe ser considerado como la articulación de nuevas formas de desobediencia civil.
¿Cuáles son los campos en los que podemos aplicar procesos de desobediencia civil?
Aquellos donde se produzca un acto de injusticia o se prime el interés de unos pocos por encima de la salvaguarda de valores universalizables. Pero concretando, me viene a la cabeza el nombre de Bob Black, cuando dijo aquello de que tu supervisor o tu capataz te da a ti más órdenes durante una semana que toda la policía durante una década.
¿Qué ejemplos actuales de desobediencia civil podría destacar?
El paradigma actual de desobediencia civil en nuestro contexto es el que está desarrollando la PAH. Es un proceso no-violento, colectivo, público y con gran capacidad de trasladar al conjunto de la sociedad la injusticia de los desahucios. Otro ejemplo que comienza a andar es la campaña de DeSolbediencia desarrollada por la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético. Pero hay infinidad de luchas que están desarrollando procesos de esta naturaleza.
¿Qué hacer cuando los poderes responden a la eficacia de la desobediencia civil con normas represivas como la Ley Mordaza?
Hay que desbordar la Ley Mordaza a través de la desobediencia civil, asumiendo el precio, pero teniendo en cuenta que ese precio, siendo muy doloroso, será inferior al desastre que significaría para la sociedad admitir una ley profundamente represiva, injusta y antidemocrática.
Y Darles donde mas duele.EL BOLSILLO.
Dejar de pagar 3 meses los recibos de luz (aumento constante de tarifas)teléfonos (caros y mal servicio)
¿Nos cortarian el suministro a todos?
Tenemos que empezar a prescindir del sistema, así es. Además de Zara, El Corte Inglés tambien deja mucho que desear como empresa respetuosa con el medio-ambiente y los derechos humanos en países llamados del tercer mundo.
¿Y que decir de Mercadona? El empresario ejemplar, el humanista ejemplar, el español ejemplar, el valenciano ejemplar, el miembro de esa secta gris o más bien negra que es el opus mei.
El Opus Dei, más que negro, es negro oscuro. Para quien quiera informarse, no perderse el libro «Opus Dei, Así en la Tierra como en el Cielo», de Jesús Ynfante (sí, con ‘y griega). Es una empresa mafiosa y muy mafiosa que participa de lleno en el PP.
Además de la desobediencia civil,no somos conscientes del poder que tenemos como consumidores, por ej.:
No comprar en las tiendas de Inditex (Zara). Tiene trabajando en el planeta y en condidiones infrahumanas a miles de humanos…
Está claro que cuanta más gente desobedezcamos leyes injustas se lo ponemos difícil para detenernos a todxs.
A ver si vamos despertando y nos vamos sumando a la muy justificada desobediencia.
Aquí EL DESOBEDIENTE ES EL GOBIERNO. No obedece a las leyes ni a la ética democráticas, ni en la esencia ni en la praxis. La democracia no les importa lo más mínimo. Van a lo suyo caiga quien caiga, y quien cae somos nosotros.