Voces ignoradas claman por la verdad, la justicia y la reparación en la Puerta del Sol

MADRID// “Todos los jueves realizamos rondas en torno a la plaza de la Puerta del Sol. En tres años y medio no se han interrumpido ni una sola semana, ni en el duro invierno ni en el asfixiante verano, bajo el vergonzoso silencio censor de los medio de comunicación de este país“. Estas palabras forman parte de la circular informativa que reparte durante su ronda la Plataforma Contra la Impunidad de los Crímenes Franquistas.

Gonzalo, uno de sus miembros, explica a La Marea que, a pesar de haber enviado comunicados “incluso a los medios afines para que vinieran en nuestro tercer aniversario“, nunca han sido escuchados. “Los únicos que vienen cada cierto tiempo son los de la televisión venezolana, TeleSur, y a veces también han venido los de TeleK. Nadie más“.

Lo cuenta con algo de decepción pero sin perder un ápice de convicción en la causa que defiende. A pesar de que uno de los familiares lejanos de Gonzalo fue una víctima del franquismo, se adhirió a la plataforma porque considera que defiende una causa justa. “Lo que se intentó con la famosa Ley de Amnistía fue echar una especie de manto de olvido sobre todo aquello. Esta ley se hizo para los que en aquel momento estaban presos pero ellos aprovecharon y se auto-amnistiaron“.

Junto con la reivindicación de justicia, desde la plataforma consideran que es imprescindible que la juventud conozca por qué Franco dio el golpe de Estado. Según cuenta Gonzalo, “en los libros de texto asocian la República a la guerra y, efectivamente, desde el momento en que quisieron poner en práctica una serie de transformaciones sociales y políticas, se colocó enfrente a los que iban a ser sus más encarnizados enemigos como puede ser la Iglesia, el Ejército, los terratenientes y, por consiguiente, la banca. No queremos venganza, como dicen por ahí, sino que la Historia quede escrita como fue».

Durante las rondas, sus participantes se detienen delante del edificio de la Comunidad de Madrid para señalarlo y cantar: “En esa casa se torturaba, en esa casa se asesinaba“. Y es que, durante los años de la dictadura, ese edificio fue la sede de la Brigada Político-social (la policía franquista) en cuyos sótanos torturaron y asesinaron a cientos de presos políticos. Gonzalo recuerda que “los policías alegaban que se habían tirado por las escaleras y cosas de ese tipo. De hecho, a Julián Grimau lo fusilaron escayolado porque antes lo habían tirado“.

Franquismo sociológico

Para los miembros de la plataforma, la actual falta de reacción por parte de la población responde a un franquismo sociológico instalado en la sociedad. Gonzalo apunta que “durante la posguerra hubo una represión espantosa que desencadenó en los supervivientes un miedo que dura hasta hoy. Y lo que le transmitieron a sus hijos, como también pasó conmigo, es que hay que mirar para otro lado, que no hay que quejarse para no meterse en problemas».

A esto hay que añadirle lo que Gonzalo define como una democracia delegada, “que se llama democracia no se sabe bien por qué». Un problema que se basa en que el ciudadano cree que “basta con meter un papelito en una urna cada cuatro años» para que sean otros quienes resuelvan los problemas, “a pesar de que llevamos 30 años viendo no ya que no resuelven nada, sino que cada vez más nos complican la vida“.

Otro de los habituales en las Rondas de la Dignidad es Ángel, a quienes los miembros de la plataforma definen como “una institución». Al comparar la sociedad franquista con la actual, Ángel observa una diferencia fundamental: “Antes tenían miedo porque las protestas eran más violentas e incluso se llegaba a matar policías. Ahora están tan tranquilos, saben que tienen sueldo fijos, que pueden pegar palos y no nos rebelamos. Es una situación extraña porque el 30% del país está en situación de pobreza. Luego que no digan que nosotros somos los agresivos cuando son ellos los que dejan a miles de familias sin comer“.

Para Gonzalo, la única forma de salir de esta situación es protestar masivamente en las calles. “Los parlamentos están amordazados, por cobardía, por comodidad o por afinidad, y los partidos que se llaman de izquierdas no responden a ese calificativo. Entiendo que la solución pasa por ejercer presión popular. No de manera violenta, aunque el debate sobre qué es violencia y quién la está ejerciendo daría para hablar horas. Alguien dijo que el miedo tiene que cambiar de bando, y estoy completamente de acuerdo“.

Respecto a las reformas que se pretenden introducir en el Código Penal, así como a la aprobación de la Ley de la Seguridad Ciudadana, Gonzalo considera que, aunque la gente diga que está volviendo el franquismo, el problema real es que nunca se ha ido. “Se manifestó con disimulo en época de bonanza económica pero, ahora que hay crisis, desde el poder se recrudecen las medidas de represión. Eso parece indicar que tienen miedo».

También explica que la rebaja de las sanciones económicas que contempla la Ley de Seguridad Ciudadana es una de las estrategias más antiguas del poder. “Ya tienen pensadas unas sanciones pero anuncian que impondrán castigos diez veces más duros. La gente protesta y ellos fingen que hacen caso a la opinión pública. Nosotros nos quedamos contentos porque pensamos que han cedido pero en realidad lo que han hecho es quedarse en el punto en el que querían aunque con la conformidad popular“.

Próximas acciones

La plataforma tiene previstas varias acciones en los próximos días. En primer lugar, el pasado jueves por la noche alrededor de 30 querellantes salieron del aeropuerto de Barajas rumbo a Buenos Aires para prestar declaración en el juicio contra varios genocidas franquistas. También pretenden promover que se retomen las videoconferencias desde los consulados para quienes no se puedan permitir viajar puedan declarar ya que “sus testimonios resultan imprescindibles para impulsar la querella“.

Por otro lado, tienen previsto denunciar la detención de los cerca de 20 estudiantes de la Universidad Complutense que tuvo lugar ayer. Ángel destaca que desde los poderes públicos “ya empiezan a clasificar a la gente, a tenerlos marcados para que en cuanto haya algo puedan ir a por ellos. Han puesto cientos de multas ya y es una clara medida disuasoria“.

Además, el próximo domingo 1 de diciembre a las 12.00 horas, se ha convocado una manifestación en la plaza central de Leganés para pedir la dimisión de Jesús González Reglero. En la actualidad, Reglero es comisario jefe de la Policía Nacional en este municipio de Madrid, pero durante la dictadura participó en la Brigada Político-social, hecho que se conoció gracias a la querella impulsada por la justicia argentina contra el franquismo.

Finalmente, y con motivo del quinto aniversario del derribo de la prisión de Carabanchel, la Plataforma por un Centro para la Paz y la Memoria en la Antigua Cárcel de Carabanchel ha convocado el “acto de la memoria“ para el próximo domingo 15 de diciembre. Será también a las 12.00 horas de la mañana y está previsto que participen varios de los presos políticos que estuvieron recluidos allí durante la dictadura.

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