Opinión

El genocidio en Gaza y el suicidio de las democracias liberales

«Lo que no parecen querer entender ni Israel, ni EE.UU. ni la UE es que cuanto más se vanaglorien de su carácter democrático para justificar de manera solapada sus intereses económicos y geopolíticos a costa de cientos de miles de vidas humanas inocentes, más están socavando todos esos principios que dicen defender», escribe Arantxa Tirado.

Benjamin Netanyahu y Emmanuel Macron en el Parlamento europeo, durante un acto de homenaje a Helmut Kohl, en 2017. MARC DOSSMANN / UNIÓN EUROPEA

Una investigación de la revista israelí +972 Magazine junto con Local Call denunció a principios de abril el uso por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de inteligencia artificial (IA) para seleccionar objetivos militares en Gaza. El artículo resultante, recogido por otros medios internacionales, explicaba cómo el Ejército israelí ha desarrollado un programa basado en IA, llamado Lavender, con el que realiza una vigilancia social masiva a los habitantes de Gaza. Dicho programa selecciona y determina qué personas han de constituir objetivos a batir por su supuesta pertenencia a Hamás o a la Yihad Islámica, basándose en algoritmos que relacionan sus características con las probabilidades de ser militantes de la resistencia palestina.

Teóricamente, Lavender debe estar supervisado por agentes del servicio de inteligencia de las FDI para validar la corrección de sus resultados. Sin embargo, la realidad es que, como cuentan los testimonios de los propios agentes recogidos por +972 Magazine, esto no siempre es así. ¿El resultado? Los bombardeos para asesinar a personas que pasan a ser sospechosas por decisión de una máquina con un 10% de margen de error se han traducido en un aumento de las víctimas civiles por lo indiscriminado de su acción. Con su aplicación, se pierde el principio de proporcionalidad que debe regir la guerra y se difuminan las responsabilidades militares.

Que te asesinen producto de la decisión de un algoritmo o de un ser humano seguramente sea indiferente. El hecho atroz está ahí y los crímenes de guerra también. Lo que plantea la introducción de la IA es un debate ético, pero también legal, sobre las responsabilidades bélicas de los Estados y de quienes los comandan. Igual que la guerra con drones dirigida desde la pantalla de un ordenador en un lugar lejano al campo de batalla despersonaliza la sensación de asesinato para quien lo ejecuta, la IA ayuda a quienes dirigen una ofensiva –en este caso un genocidio contra los gazatíes– a exculparse a sí mismos, y tal vez también a exculparse ante el mundo, del asesinato indiscriminado de civiles. Las víctimas que caen como «daños colaterales», el famoso eufemismo que EE.UU. acuñó en la guerra de Vietnam, pero que rescató con fuerza en 2003 en Irak, se encuentran, por tanto, ante la distopía de una guerra donde quienes deciden su asesinato ni siquiera tienen forma humana.

Esta nueva realidad supone un desafío para el Derecho Internacional y el ejercicio de la justicia. Pero también debería abrir un profundo debate ético sobre cómo las transformaciones en la manera de hacer la guerra, con un uso cada vez mayor de la tecnología para asesinatos selectivos al margen de un conflicto declarado, la privatización de las operaciones o la difuminación de la distinción entre guerra y paz en aras de la lucha antiterrorista está provocando desde hace tiempo que los Estados de excepción se vuelvan norma y que las democracias liberales irrespeten muchos de los principios sobre los que dicen sustentarse. Un ejercicio que la investigadora francesa, Amélie Férey, ayuda a realizar con su libro Assassinats ciblés. Critique du libéralisme armé (Asesinatos selectivos. Crítica del liberalismo armado), poniendo el foco en las tensiones entre la praxis de una guerra que se difumina y evoluciona tecnológicamente y los discursos morales de un liberalismo que trata de justificar las rupturas éticas y legales que esto comporta.

El histórico conflicto árabo-israelí ha pasado en poco tiempo de ser una guerra latente donde Israel aplicaba asesinatos selectivos a líderes de Hamás bajo justificación preventiva a ser una guerra abierta que seguramente llevará a sus responsables a los tribunales para responder por sus prácticas genocidas. De hecho, el genocidio de Israel en Gaza y la confrontación bélica del Estado sionista con Irán está desnudando la disociación entre los discursos y la realidad de los Estados que se presentan ante el mundo como paradigmas democráticos valedores de la legislación internacional. El recurso a significantes vacíos por parte de algunos analistas que destacan que Israel es la «única democracia» de Oriente Medio, como si la formalidad democrática de sus instituciones le impidiera ser responsable de algunos de los mayores crímenes en lo que va de este siglo XXI, es una muestra del intento de justificar lo injustificable. Sus hechos no sostienen sus palabras. Como EE.UU. (su gran aliado y protector) lleva demostrando desde finales del siglo XIX, las democracias liberales pueden «exportar democracia» a base de bombas o invasiones militares a terceros países sin perder su marchamo democrático. Al menos, ante sus propios ojos; la opinión de los pueblos agraviados seguramente es muy distinta.

A esta hipocresía selectiva, capaz de denunciar y pedir más sanciones para Irán por el bombardeo de respuesta al ataque israelí a su embajada en Damasco, mientras no hace lo propio para poner contra las cuerdas al Estado de Israel, se suma también la Unión Europea (UE), cuyo proceder está escribiendo páginas para la historia de la infamia, sobre todo desde la invasión rusa a Ucrania de 2022. «Irán es una teocracia que vulnera los derechos humanos, entre ellos los de las mujeres», nos recuerdan improvisados analistas de la geopolítica desde tertulias varias cuando les toca opinar de realidades que les quedan muy lejanas, tanto física como mentalmente. Su línea argumental se resume en la trampa de enfocar la atención en los aspectos formales de un sistema político determinado abstrayéndolo de su praxis real, tanto dentro de sus fronteras como más allá.

La afirmación subrepticia «Irán malo, Israel bueno» sirve para relativizar y justificar los crímenes de guerra de Israel, impidiendo, de paso, toda posibilidad de comprensión de este conflicto y de sus actores. Antes se hizo lo mismo con la guerra entre Rusia y Ucrania, donde proliferaron, y siguen proliferando, dicotomías infantiloides y análisis sin un mínimo de perspectiva histórica. En una simplificada lucha del bien contra el mal se resume el análisis de la política internacional para consumo de masas, a las que, por supuesto, se trata de convencer de que estamos ante guerras justas, en las que Occidente lucha por sus valores, se defiende de los bárbaros y combate por la victoria final del nuevo mundo libre. La misma lógica de la Guerra Fría pero ahora transmutada en una nueva conceptualización del enemigo que ya no es comunista –aunque el comunismo siempre está ahí, al lado de los malos– sino «iliberal».

Lo que no parecen querer entender ni Israel, ni EE.UU. ni la UE es que cuanto más se vanaglorien de su carácter democrático, sus principios y valores distintivos o de la superioridad de sus instituciones, para justificar de manera solapada sus intereses económicos y geopolíticos a costa de cientos de miles de vidas humanas inocentes, más están socavando todos esos principios que dicen defender. Y más se están desacreditando ante los ojos de un mundo que va mucho más allá de lo que nuestros medios en Europa nos quieren mostrar. El genocidio en Gaza nos permite ver claramente que las amenazas a la democracia liberal y el desmoronamiento del «orden internacional basado en normas» que el liberalismo logró establecer como consenso colectivo después de la Segunda Guerra Mundial se explican mejor por la incoherencia de sus postulados y su aplicación selectiva por parte de los Estados autodenominados democráticos que por el cuestionamiento de sus viejos o nuevos enemigos.

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Comentarios
  1. EUROPA, la cuna de la «democracia».
    SINPERIMISO:
    https://sinpermiso.info/textos/la-policia-alemana-disuelve-en-berlin-el-congreso-sobre-palestina-y-las-autoridades-prohiben-la
    La policía alemana disuelve en Berlín el Congreso sobre Palestina y las autoridades prohíben la entrada en el país a Yanis Varoufakis.
    «Nos solidarizamos con todos aquellos que buscan justicia y estamos comprometidos con los principios de la democracia y los derechos humanos. Este Congreso representa un momento importante para los que defendemos los derechos de los palestinos, ya que ofrece una plataforma de solidaridad contra la represión y una vía para comprometer al gobierno alemán en materia de rendición de cuentas. Sumando fuerzas con otras organizaciones en el Congreso sobre Palestina, pretendemos contribuir al diálogo global sobre justicia para Palestina. Nos comprometemos a denunciar y hacer frente a la implicación de Alemania en las atrocidades cometidas contra los palestinos de Gaza».
    Desgraciada y vergonzosamente, la policía alemana irrumpió en el edificio con una unidad de 2.000 efectivos y exigió que interrumpiéramos la retransmisión en directo del Congreso sobre Palestina.
    La alocución de Yanis Varoufakis en el Congreso sobre Palestina, “motivo” de la prohibición
    El Ministerio del Interior alemán ha prohibido la entrada al país al cofundador de DiEM25, Yanis Varoufakis, después de que la policía clausurase el Congreso sobre Palestina que iba a celebrarse en Berlín del 12 al 14 de abril.
    Esto supone no sólo la prohibición de entrada en Alemania, sino la prohibición incluso de cualquier forma de participación digital y de actividad en actos políticos en el país, con lo que el gobierno alemán sobrepasa los límites del autoritarismo.
    Las otras dos personas para las que se ha dictado una prohibición similar son el especialista académico Salman Abu Sitta, y el cirujano y rector de la Universidad de Glasgow, Ghassan Abu Sittah, que fue detenido y sometido a un interrogatorio de tres horas en el aeropuerto de Berlín.
    Los dos iban a participar también en el Congreso sobre Palestina organizado por Voz Judía por la Paz y el MERA25 Alemania, con la exigencia de un alto el fuego y el fin del genocidio en Gaza como centro de la reunión.
    Este despiadado acto de represión dice mucho de la complicidad de Alemania en el genocidio de Gaza. No es de recibo.
    “Lo que acaba de hacer la policía alemana es la prueba de que los fascistas ya no necesitan estar en el gobierno para estar en el poder”, ha declarado Yanis Varoufakis.
    La ausencia de una verdadera democracia en Europa se hace cada vez más evidente a medida que pasan las semanas, especialmente desde el último asedio de Israel a Gaza.
    En teoría, Alemania debería conocer mejor que ningún otro país los peligros potenciales que entraña este tipo de actitud. Es hora de que los ciudadanos demócratas tomen posición en contra de una Europa que se hunde de nuevo en la oscuridad….

  2. PALESTINA. Escalofriantes datos tras 200 días de genocidio sionista.
    La complicidad de la llamada comunidad internacional continúa escandalosamente inmutable.
    Los datos que exponemos a continuación son datos facilitados en el día 200 del genocidio sionista contra el pueblo palestino, por la oficina de información en Gaza. Como podrán observar, el resultado de la barbarie del Estado sionista es escalofriante.
    El ocupante israelí cometió 3.025 masacres.
    Los cuerpos de 34.183 mártires llegaron a los hospitales, entre ellos, 14.778 niños, 30 de los cuales perdieron su vida a consecuencia del hambre.
    Israel mató a 9752 mujeres indefensas, y a 485 personas del personal médico.
    La defensa civil también perdió unos 67 policías debido a los continuos ataques israelíes.
    El ocupante asesinó a 140 periodistas para callar la voz de la verdad.
    Existen 7 mil desaparecidos,77.143 heridos, de los cuales 11.000 necesitan tratamiento fuera de la Franja de Gaza.
    El 72 por ciento de las víctimas de agresiones son niños y mujeres.
    17 mil menores de edad viven sin ambos padres o sin uno de ellos.
    60.000 mujeres embarazadas están en riesgo por falta de acceso a la atención médica.
    10.000 enfermos con cáncer corren el riesgo de morir, y 350.000 pacientes crónicos están en riesgo debido al no ingreso de medicamentos.
    Hay un millón 90 mil casos de enfermedades infecciosas, entre ellos 8 mil casos de hepatitis como consecuencia del desplazamiento.
    Las fuerzas israelíes detuvieron a 5 mil palestinos, entre los cuales 310 miembros del personal médico y 20 periodistas.
    Asimismo causaron 2 millones de desplazados, es decir, más del 90 por ciento de la población de la Franja de Gaza.
    Aviación israelí arrojó 75 mil toneladas de explosivos sobre la Franja de Gaza.
    El ocupante causó la destrucción de 181 sedes e instituciones, 412 escuelas y universidades entre ellas 309 sufrieron daños parciales.
    86.000 viviendas fueron completamente demolidas por la ocupación y 294.000 parcialmente destruidas.
    El ocupante dejó fuera de servicio a unos 32 hospitales y 53 centros de salud.
    160 instituciones de salud fueron bombardeadas por los aviones de combate israelíes.
    126 ambulancias quedaron destruidas por la ocupación.
    Israel destruyó a 206 sitios arqueológicos y patrimoniales palestinos.
    Así como 556 mezquitas, entre ellas 317 sufrieron daños parciales, además de 3 iglesias.
    Las pérdidas iniciales directas por la guerra de exterminio se estiman en 30 mil millones de dólares .
    (Insurgente.org)

  3. … Tras los fiascos de Siria, Libia e Irak, Irán sería el nuevo cebo del plan anglo-judío del maquiavélico plan esbozado por la alianza anglo-judía en 1960 para atraer tanto a Rusia como a China y provocar un gran conflicto regional que marcará el devenir de la zona en los próximos años y que sería un nuevo episodio local que se enmarcaría en el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría EEUU-Rusia.
    En este contexto, se encuadra el reciente ataque israelí al consulado iraní en Damasco que habría provocado según la agencia siria SANA la muerte de tres altos comandantes de la Guardia Revolucionaría Iraní, entre los que se encontraría el General de Brigada Mohamed Reda al Zahedi aunado con los últimos atentados en el Líbano contra dirigentes de Hamas, que serían el cebo israelí para provocar la entrada en conflicto de un Irán que de momento se ha limitado a atacar infraestructuras israelíes sin víctimas mortales.
    Según el acuerdo secreto alcanzado entre Biden y Netanyahu , la CIA y el Mossad israelí prepararían atentados de falsa bandera similares en el Golfo Pérsico y tras atribuir su autoría a los iraníes , declarar el Congreso estadounidense el Estado de Guerra. Este proceso es conocido como «autorización estatutaria» y es un requisito imprescindible para que el Presidente Biden pueda aplicar la Ley de Poderes de Guerra de 1973 que le faculta para enviar tropas al extranjero.
    Así, aprovechando que Rusia está ocupada con Ucrania, China rodeada por el arco de crisis nuclear del AUKUS para proteger a Taiwán y que las reservas estratégica de EEUU están en máximo, el Pentágono aprovechará la contraréplica israelí al ataque iraní para iniciar una nueva Guerra en Oriente Medio con el doble objetivo de secar las fuentes energéticas de China y configurar la cartografía del Nuevo Gran Oriente.
    En resumen, nos dirigimos hacia un escenario bélico que abarcará prácticamente toda la esfera terrestre y que será una conflagración mundial de consecuencias imprevisibles para la especie humana y el futuro del planeta al involucrarse en dicho conflicto potencias nucleares.
    Germán Gorraiz López- Analista.- El viejo Topo.
    https://canarias-semanal.org/art/36043/buscan-eeuu-y-la-otan-la-iii-guerra-mundial

  4. Opino lo mismo que Carmen C con tu artículo. Arantxa. Lo triste es que no llegue a la población mundial y despertemos de una vez de esta pesadilla, que cada día, aumentan más los poderosos , por acumular riqueza y poder.
    Codicia y ansias de poder, al ir casi siempre juntas, ya,sabemos como acaba para,el resto de la humanidad, que solo queremos vivir tranquilos.
    Nos hacen consumir ansiolíticos por las condiciones a las que nos someten con sus leyes de mercado, pero creo firmemente, que los psicópatas, son ellos. Nos dejamos gobernar por unos cuantos ,que solo pretenden llenar sus bolsillos, no en lo que nos intentan convencer en campaña, para que les votemos.
    A ver si nos damos cuenta de una vez, que
    les «importamos un pimiento», como seres humanos, solo buscan beneficio de nuestro dolor, y que seamos gobernados mansamente sin replicar.
    ¿Para cuando la tan cacareada, derogacion de la Ley Mordaza? El gobierno¿ más progresista de la historia?. Y como muchas otras cosas, entre ellas las pensiones. Pagamos 40 años o más y después no podemos cobrar porque no es sostenible y lo dice el FMI o cualquier otra institución económica, con falacias.
    Pero tampoco es sostenible, robar, comprar armas aumentando los presupuestos por orden de EEUU y UE, ni la corrupción , ni dar subvenciones a grandes empresas que tienen beneficios de sobra, y que se los llevan a paraísos fiscales, ni pagarle a la banca miles de millones de euros por su mala gestión. O dejar que Fondos Buitre, nos exploten y roben nuestra vivienda , comprada por » cuatro duros» y a expensas del sufrimiento de la gente , con ayuda de los politicos, que legislan. Sin vivienda, y aun por encima pagar la hipoteca. Negocio redondo, pagar 2 veces por el mismo objeto. Esto cuando había decencia, se llamaba estafa , en toda regla.
    Y así con muchísimas cosas más, que no llegaría el espacio, para describir y denunciar tanta indignación.

  5. La inteligencia artificial, hasta sus creadores, están asustados ahora, después de haber hecho el daño, de las catastróficas consecuencias que podría causar. Inventos determinantes como éste siempre acaban en manos de los poderosos para utilizarlos a su exclusiva conveniencia.
    En los que tienen poder adquisitivo para comprarlo todo, incluso los medios de comunicación, para que nos convenzan de que Israel solo se está defendiendo del genocida e invasor pueblo palestino.
    Eso de las democracias liberales, Arantxa, creo que es una leyenda. Vivir bien a costa de esquilmar y de saquear los recursos de otros países, si no quieren por las buenas se busca un pretexto para declararles la guerra; a costa de dejar al Planeta enfermo y agonizante después de haber sustraído su materia hasta sus entrañas y podría extenderme más, si en esto consiste la democracia, como que yo no la quiero…
    Esclarecedor y excelente artículo.

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