La marea blanca se manifiesta para evitar el cierre del Hospital Carlos III de Madrid

MADRID// Este domingo, 17 de noviembre, diversas asociaciones en defensa de la Sanidad Pública han convocado una manifestación para evitar que el Hospital Carlos III de Madrid se convierta en un centro adscrito al Hospital de La Paz. Mediante esta manifestación, que saldrá de Plaza Castilla a las 12.00 horas de la mañana, protestarán contra lo que la Marea Blanca considera un paso más en el desmantelamiento de la sanidad pública y contra las medidas de Conserjería de Sanidad de la capital española.

Los trabajadores del Carlos III afirman que el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty pretende hacer de su hospital lo que ya es el de Cantoblanco, es decir, un lugar en el que internar a los enfermos terminales, y vaciarlo de competencias. Desde la Conserjería de Sanidad han confirmado que existe un plan funcional para integrar este centro en el Hospital de La Paz, aunque aún no lo han hecho público.

Respecto a lo que se pretende hacer con el Carlos III, la Conserjería ha confirmado que se transformará en un centro de media estancia (es decir, donde quedarán internadas las personas que necesiten permanecer en el hospital durante un tiempo largo). Según han aseverado, “esto permitirá reducir el número de camas que se conciertan con otros hospitales o centros privados de media estancia“. Sin embargo, para los trabajadores de la Carlos III, adscribirse a La Paz significa, en primer lugar, que su gerencia desaparecerá y que todos los servicios y el personal de su hospital pasarán a depender de La Paz. “La mayoría de los trabajadores que no estén fijos serán despedidos“, lamentan.

Lo que sí está confirmado es que, a pesar de que los trabajadores continuarán con las protestas, la dirección del Carlos III ya ha asumido que dependerán de La Paz. Algo que desde La Marea pudimos comprobar al tratar de contactar con el departamento de prensa del primer hospital. “Tenéis que llamar a La Paz. Como ahora dependemos de ellos, son quienes gestionan todo el tema de comunicación“, afirmaron.

El Carlos III nació de la fusión de Hospital del Rey (especializado en enfermedades infecciosas), el Hospital Infante Don Felipe (especializado en pediatría) y el Hospital Victoria Eugenia (especializado en enfermedades cardio-pulmonares). En la actualidad son el centro de atención nacional de enfermedades raras e infecciosas, como las tropicales, y son pioneros en la investigación y tratamiento de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) así como en adopciones internacionales, ya que se encargan de vacunar y tratar a los menores que provienen de países donde existen enfermedades poco habituales en España.

Desde la Conserjería han asegurado que se mantendrán las consultas externas para el ELA así como para enfermedades tropicales y “el resto de especialidades continuarán su trabajo de manera integrada en La Paz“. Según los profesionales sanitarios de este hospital, los planes de Lasquetty incluyen potenciar la práctica de cirugía ambulatoria  (intervenciones cuyo internamiento no supera las 48 horas) y la unidad de ELA, pero que pretende “hacer desaparecer el resto de especialidades, digan lo que digan“.

Los trabajadores del Carlos III también han denunciado que el hospital tiene una planta entera cerrada desde hace algo más de dos años. Según han señalado, “esto supone que haya menos personal y menos actividad. Creemos que lo han hecho con la clara intención de desprestigiar al centro y, con la excusa de que se ha producido un descenso de actividad, señalarlo como no rentable para así poder privatizarlo“.

Los objetivos que se persiguen con la convocatoria de la manifestación del próximo domingo son denunciar la realidad del Hospital Carlos III y reivindicar la importancia de este centro para preservar la calidad de la sanidad pública tanto en Madrid como en el resto del país. La Mesa en Defensa de la Sanidad Pública ha querido hacer un llamamiento masivo para que la ciudadanía asista a la protesta. Consideran que la adscripción del Carlos III a La Paz “llevaría consigo el cierre y desmantelamiento de otros servicios y unidades“ y, por tanto, “un grave perjuicio para la ciudadanía“.

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