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Alberto Fabra: “El cierre de Canal Nou es innegociable”
El presidente justifica el cierre de la radiotelevisión pública valenciana en que se hace para “no cerrar ningún hospital ni colegio”
“No tenemos 40 millones para readmitir a los trabajadores”, “no seré yo el que ponga 40 millones de euros de las partidas de educación y sanidad readmitiendo a las mil personas”. Con estas dos frases ha justificado el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra su decisión de cerrar la radio y la televisión autonómica. Una decisión que el presidente califica como “innegociable” ya que era “lo único” que su gobierno “podía hacer”.
Fabra ha echado mano de los motivos económicos para justificar una decisión que la sociedad valenciana ha recibido divida entre los que ven con buenos ojos el cierre de una televisión que han considerado ajena y los que sienten que con el cierre se da carpetazo a la defensa de la lengua y la cultura propia.
El presidente ha asegurado que el proceso “será rápido” una vez que pase por Les Corts. A su juicio, hacer cumplir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano le costaría a la Generalitat “40 millones de euros”.
En una rueda de prensa donde aceptó un número limitado de preguntas, no contestó sobre el coste que ha tenido el proceso de ERE, ni cuánto costará el cierre de la radiotelevisión pública.
Desde los trabajadores, la presidenta de Mil De Nou, la plataforma de afectados por el ERE, Reis Joan, asegura que “Fabra miente y prevarica”. Según explica “si yo, que fui de las primeras despedidas, vuelvo a trabajar la Generalitat hace caja” ya que deberían devolver el dinero cobrado en los finiquitos y la Generalitat pagarles las nóminas atrasadas.
Fabra, por su parte, negó en redondo la posibilidad de una negociación ya que la sentencia “no nos deja otra opción”. Sobre la responsabilidad política, el presidente sólo apuntó a Rosa Vidal, la directora de RTVV que dimitió ayer y no criticó a la empresa Garrigues, encargada del ERE que la justicia calificó de “mal hecho” al atentar contra derechos fundamentales y libertades públicas”.
El final de 24 años envueltos en polémicas
Canal Nou nació el 9 de octubre de 1989 y con una ley propia que marcaba que su creación era para defender la lengua y la cultura propia. A través de estos años, el ente autonómico se ha visto envuelto en varias polémicas. En los noventa, con el PSOE en el poder, se hace pública una lista de palabras que no se pueden usar en antena al ser consideradas “catalanistas”. El motivo era desvirtuar la unidad de la lengua.
Pero sin duda la época de mayor polémica fue durante la etapa de Francisco Camps. A lo largo de los ocho años que dura el mandato de Camps son muchas las denuncias de manipulación, incluso por parte de los trabajadores que acaban por distanciar a la tele y la radio de la sociedad.
En la televisión no se escuchó la palabra ‘Gürtel’ y mientras los casos de corrupción asolaban al País Valenciano, se daba una visión edulcorada de la realidad. De hecho, tal y como se ha conocido recientemente, durante la visita del Papa a Valencia se modificó la programación destinada a informar del accidente del metro ocurrido días antes y donde fallecieron 43 personas.
La visita del Papa también está envuelta en polémica ya que según se está investigando el Tribunal Superior de Justicia de Valencia, la cadena de televisión habría pagado cerca de tres millones de euros a las empresas de Rafael Correa y Álvaro Pérez.
Ahora la noticia del cierre de RTVV es otro golpe en estos años envueltos en polémicas. A lo largo de la tarde/noche de ayer y esta misma mañana políticos de la oposición se acercaron para mostrar su rechazo a la decisión. Incluso el líder del PSPV, Ximo Puig, ya ha anunciado que si gobiernan volverán a crear una radiotelevisión pública en valenciano. Algo en lo que también coinciden los diputados de Compromís y Esquerra Unida. Sindicatos y partidos políticos están preparando un “gran movilización” para pedir a continuidad de la radio y la deleción públicas.
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Para mayor informacion:
“Mis mentiras en Canal 9?, es el post que ha difundido la periodista Iolanda Marmol, extrabajadora de la radiotelevisión pública valenciana de su paso por allí. Resume perfectamente cómo la derecha utilizó a su antojo este medio como órgano de propaganda dinamitando su prestigio y credibilidad. Por su interés, reproducimos el texto de Iolanda que está teniendo un gran interés en las redes sociales.
Mis mentiras en Canal 9
Recuerdo cuando nos exigían grabar a Eduardo Zaplana de su perfil bueno. Y la oda que me encargaron sobre él cuando dejó la presidencia de la Generalitat Valenciana para ser ministro. También recuerdo la bronca y los gritos que me dedicaron cuando en ese video de retrospectiva Zaplana aparecía en una imagen con la tránsfuga que le había permitido hacerse con la alcaldía de Benidorm. Recuerdo poco después, cuando de ser el Elegido, paso a ser en inmombrable. Cómo nos prohibieron que apareciera en los planos. Cómo buscaba perífrasis absurdas cuando no podía nombrarle en mis directos en los leones, a pesar de ser el portavoz del PP en el Congreso.
Cuando Camps impuso su ley en Canal 9. Cuando nos dieron la orden de dejar de llamarle Francesc para que fuese llamado Francisco, coincidiendo con la época en que se postulaba como posible sucesor de Rajoy. Cuando trataron de prohibirme que contase que Zaplana dejaba su escaño en el Congreso. Cuando me prohibieron decir que Zapatero había anunciado el cheque-bebé, como si de este modo los valencianos no fuesen a conocer la noticia. Cuando escribías ‘fracaso estrepitoso’ y te lo cambiaban por ‘éxito discreto’. Cuando nos desplegaron para loar las maravillas de Terra Mítica en su inauguración y no podíamos decir que no había ni una sombra. Cuando me reñían porque me salía el acento catalán ‘y eso molesta a los blaveros’.
También recuerdo cómo corría el cava en las plantas de dirección de Canal 9 en Burjassot las noches electorales de mayorías del PP, mientras que los redactores comíamos bocatas de salami. Cuando se pagaban directos millonarios para que Camps saliese hablando en directo en pleno Amazonas. Y los millones de veces en las que no me dejaron poner declaraciones de la oposición. O de cualquier ciudadano que criticase al PP, o a la Generalitat. Y recuerdo también cuando nos prohibieron decir ‘recortes’. Tampoco pude decir que miles de manifestantes gritaban contra el gobierno. Los manifestantes no ‘colapsaban’el Paseo del Prado, la manifestación ‘transcurría por’. Y no poníamos pancartas explícitas contra Rajoy, ni contra el PP. Y fueron tantas, tantas, que un día empiezas a sentir vergüenza de trabajar para ellos. Ahora se termina. Injustamente. Pero lo ganaron a pulso.
Un saludo
Fabra: …. Parole, parole,parole …. Un saludo