Política

La derecha independentista se divide ante las próximas elecciones catalanas

Alhora, Aliança Catalana y Junts per Catalunya compiten en el espacio de la derecha y la extrema derecha del independentismo catalán en las próximas elecciones del 12 de mayo.

Carlos Puigdemont anuncia que será el candidato de Junts per Catalunya a las próximas elecciones autonómicas. ALBERT LLOP / NUR PHOTO VIA REUTERS

Este artículo se ha publicado originalmente en Catalunya Plural. Puedes leerlo en catalán aquí.

Tres partidos compiten por un mismo espacio político que se empequeñece cada día que pasa. Uno, Junts per Catalunya, con aspiraciones de ganar; otro, Aliança Catalana, que puede suponer la llegada de un segundo partido de extrema derecha al Parlament de Catalunya después de que VOX lo hiciera en los últimos comicios. En último lugar, Alhora, el nuevo partido de Jordi Graupera y Clara Ponsatí, que lucha por las migajas del votante de Junts más centrado en mantener —discursivamente — el pulso con el Estado español.

El principal perjudicado de esta lucha fratricida será Junts per Catalunya, que ve cómo las otras dos formaciones le pueden robar un puñado de votos importantísimos para conseguir su misión principal: quedar por delante de Esquerra Republicana de Catalunya el próximo 12 de mayo. Ganar las elecciones —con o sin Carles Puigdemont—, es ya un recuerdo dulce de un pasado que no se sitúa tan lejano en el tiempo, pero sí en la memoria. Aunque el expresident prometa que con su llegada se abrirán las aguas del Mediterráneo, las encuestas son tan sólidas con el PSC como lo es el tono constante empleado por su candidato, Salvador Illa. De no salir extremadamente maltrecho del caso Koldo, él será, otra vez, el ganador de las elecciones.

Alhora, la formación liderada por Jordi Graupera y Clara Ponsatí, amenaza con abordar a los votantes de Junts por Catalunya por la banda hiperventilada que había representado, en el seno de Junts, Laura Borràs. Pero la línea Borràs ha perdido fuerza por dos razones: la primera, porque sigue investigándose el caso de corrupción que persigue a la expresidenta del Parlament bajo la acusación de haber fraccionado contratos cuando estaba al frente del Instituto de las Letras Catalanas. Así y todo, esta no es la razón principal, pues, aunque fuera Laura Borràs quien encarnase ese discurso, tenía detrás una parte importante del partido que la seguía.

Ahora ya no es así. Tras el giro autonomista de Junts por Catalunya en el Congreso de los Diputados pactando la Ley de Amnistía y garantizando así una cierta estabilidad a Pedro Sánchez, el partido que lidera Carles Puigdemont ha decepcionado a aquella parte del electorado de Junts que veía en la oposición frontal la única forma de mantenerse fiel al “mandato del 1-O”.

Es de esta decepción de la que se alimentan las esperanzas de Alhora para entrar en el Parlament. La formación cuenta con una estrategia clara basada en un único punto: acusar a Junts de traición y de rendirse a las voluntades del Estado español. Si esta estrategia permitirá al partido obtener representación es cuestionable, pero es seguro que conseguirán seducir a alguno de aquellos votantes de Junts que se sienten menospreciados. Por lo demás, no queda claro cuál es su política económica, social o industrial. Pero da igual. El objetivo es apostarlo todo al rojo de la independencia y rezar para que salga ese color; éste es el camino.

La otra amenaza que tiene Junts per Catalunya se llama Aliança Catalana y ésta sí preocupa, en tanto que el peligro real no está en la pura competición partidista, sino en llevar la extrema derecha al Parlament de Catalunya, esta vez bajo una declinación nacionalista-independentista. El mal, en cierto sentido, está ya hecho. Aliança Catalana ya ha logrado condicionar la agenda política de Junts per Catalunya, empujándolos hacia postulados cada vez más estigmatizadores, es decir, racistas.

Algunos alcaldes del partido ya se han mostrado más abiertos a negociar con ellos, y el hecho de que en los últimos meses Junts per Catalunya haya querido hablar sobre la necesidad de que Catalunya disponga de más políticas de control migratorio sólo se explica por el miedo que les provoca que Silvia Orriols les adelante por la derecha.

No son buenas noticias para Junts per Catalunya, que vive bajo la amenaza de convertirse en un queso gruyer. Pero aún lo son menos por aquellos y aquellas catalanas (o no catalanas) racializadas que temen, con razón, que el odio que ya reciben se vea aumentado, ahora bajo el pretexto de proteger la limpia, pura y prístina nación catalana.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. Los que se autodenominan izquierdas, los mercaderes: Esquerra Republicana de Catalunya.
    Que las personas que se consideran de izquierdas no les den ni un solo voto. No lo merecen. Han procedido como nazis al votar en contra de romper relaciones con Israel y contra la suspensión del acuerdo de asociación entre la Unión Europea y el estado sionista. Ni un voto de la izquierda para un partido pronazi disfrazado de izquierda progre.

  2. Ya que fueran socialistas los de Salvador Illa.
    Igual que la derecha catalana es mucho más civilizada que la española, y hablo con conocimiento de causa, no me cabe duda de que también la extrema derecha como Alianca Catalana lo será más que Vox porque las derechas catalanas no son hijas del franquismo como sí lo son las españolas y eso se nota. Se nota y se sufre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.