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“Los grandes medios quieren denigrar al máximo el cine español”
José Luis Cuerta es el creador de una frase que ha pasado a formar parte de la colección de frases hechas en España: Amanece, que no es poco. Además, es el título de una de sus películas más aclamadas, que acaba de cumplir 25 años
Además de director de cine, José Luis Cuerda (Albacete, 1947) es el creador de una frase que ha pasado a formar parte de la colección de frases hechas en España: Amanece, que no es poco. Además, es el título de una de sus películas más aclamadas, que acaba de cumplir 25 años. Y también es la frase que da nombre a un libro recién publicado, de la editorial Pepitas de Calabaza, para homenajear este cuarto de siglo durante el que este film ha conseguido formar parte de la historia del cine español. Una comedia con la que, mediante el surrealismo, Cuerda trató de reflejar la realidad de la España profunda, de la España rural y que, a pesar del tiempo transcurrido, en esencia, continúa vigente en la actualidad.
Si en lugar de ser periodista fuera ministra tendría que preguntarle por qué hace usted un cine tan malo.
Primero que si fueras ministra no estarías aquí. Pero si te hubiera dejado entrar, tendría que responderte que no sé hacerlo de otra manera. Es que los del cine español no aprendemos nada de los ministros. Y es una pena, porque si no fuesen sabios no estarían de ministros. Y no sé si ellos tampoco aprenderán, como son ya tan sabios…
En un momento de Amanece, que no es poco, el maestro de la escuela define como violentos a los que están invadiendo el pueblo porque, dice, no hay mayor agresión que la que se hace contra el espíritu. ¿Es lo que está sucediendo ahora?
Contra el espíritu se está obrando, primero, con el adoctrinamiento. Es terrible que a estas alturas se esté volviendo a este dogma católico. Un dogma que, por cierto, usan cuando les da la gana. Cuando no, abren la manga y entran la Inquisición, la pena de muerte, los asesinatos, la pederastia activa y de todo. Eso que se decía de primum vivere deinde philosophari (primero vivir y luego filosofar) es mentira. Están jorobando el primum vivere porque el Estado no va a poder mantener a la gente viva si no la tratan mejor. Y la otra sanidad, que es la de la educación, la del acceso a la producción cultural, tampoco la facilitan en absoluto porque la cargan con el IVA más sustancioso que existe. Pero como se consume menos, ellos recaudan menos. A poco que dejasen hacer las cuentas a un niño de 8 o 9 años las hubiesen hecho mejor.
La presencia masiva del cine estadounidense en las taquillas ¿es uno de los problemas a los que se enfrenta el cine español?
Te pongo un ejemplo. Amanece, que no es poco se estrena en el cine Proyecciones. La primera semana recaudamos casi cuatro millones y medio de pesetas y la sexta semana, 1.350.000 pesetas. Entonces, el exhibidor del cine nos dice que en su sala no se puede proyectar una película que haga menos de un millón y medio de pesetas porque pierde dinero. La quita para poner otra de la misma distribuidora, Presidente por accidente, de Paul Mazursky, que la primera semana, cuando yo había recaudado cuatro millones, había hecho 350.000 pesetas, americana y todo. La mantuvieron porque la distribuidora, que era americana, quería después venderla en vídeo y a los canales de televisión. Y si esa película ha sido estrenada en cine la venden más cara.
Por otro lado, es verdad que muchas de las grandes películas de la historia del cine son americanas y que han tenido muchos excelentes directores, guionistas y actores. Y los siguen teniendo. Pero esto es una cuestión estadística. En España hacemos una muy buena película al año, que yo creo que es más, pero digamos que es una, de las 150 que se hacen. A ellos, como producen 1.500, les corresponde hacer 15 muy buenas al año. Que me hagan la lista del año pasado.
¿Hablamos de las que han hecho más recaudación? Pues probablemente sean americanas también, pero cuidado con eso. Porque depende de la inversión de lo que haya costado que esa película haga esa recaudación. Un Óscar o un premio internacional a una película americana le cuesta 100 veces lo que a una película española. Tesis, que la produje yo y lo sé, en relación a lo que costó, es la de máxima recaudación del cine europeo. Pero no lo ha dicho nunca nadie, lo sacaréis vosotros en La Marea, pero no creo que lo diga ningún otro periódico porque no les conviene.
¿Por qué, si es cine español?
Porque los grandes medios tienen compromisos con grupos audiovisuales, con alguna televisión, y quieren denigrar al máximo el cine español. Dicen que tienen que pagar el “impuesto revolucionario“ de poner una cuota de cine español. Además, con lo que se gastan los americanos en promocionar una de sus películas promocionamos los españoles las nuestras de todo un año. Entonces, vamos a hacer las cuentas bien, aunque las haga Montoro, pero que las haga bien, y verás cómo los resultados son diferentes a lo que dicen.
Respecto a la calidad del cine español, hay películas maravillosas. Ahora mismo. El otro día fui a ver la nueva película de David Trueba, que aún no se ha estrenado, que es maravillosa. Vi la de Dani Sánchez Arévalo, La gran familia española, que es estupenda. Y seguro que hay tres o cuatro más en cartel que son buenísimas. Y, ya puestos, a Montoro no le gusta lo que hacemos nosotros, pero a mí tampoco me gusta lo que está haciendo él.
En el prólogo del libro que se ha hecho sobre Amanece, que no es poco, cuenta que a su padre tuvieron que llevarlo a una residencia después de que enfermara y que se enteró de su fallecimiento fuera de España porque estaba visitando a su hija, que estaba de Erasmus. Si hubiera sucedido hoy, ni habría podido ingresar a su padre en una residencia ni su hija se habría podido ir de Erasmus…
Es que la sociedad está cambiando en lo básico. Tantos derechos adquiridos con mucha pelea por delante desde hace años y… Azcona lo comentaba muchas veces. Decía que la derecha creía que el poder le pertenece de una manera natural. Cuando el poder lo detenta la izquierda es porque se lo ha usurpado. Y, si uno lo piensa, tiene una lógica aplastante. Vamos a ver. El que tiene la pasta puede hacer lo que le dé la gana y lo hace. Mientras que la legitimación sea económica… Yo tengo pasta y te puedo hundir. Y da gracias a que no lo hago. O sea, que tienes que estar agradeciendo si no te machacan.
Tienen un concepto distinto de sociedad.
Un concepto de sociedad que no es sociedad, sino que está jerarquizada. Una sociedad en la que el que puede domina al otro y el que es dominado lo es ya por ley.
Usted se ha librado de formar parte del entorno del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, por poco. En el libro cuenta que si no hubiera abandonado la carrera de derecho habría trabajado con su padre.
Mi padre quería que trabajase con él porque se conocían. En la profesión de mi padre (jugador de póquer) lo conocían mucho. Y mi padre me decía que había hablado con él para que empezara a trabajar ahí
Pero al final se libró.
Bueno, no sé si me libré o me lo perdí (se ríe).
Hombre, podría haber comprobado qué se siente al formar parte de ese núcleo de poder.
Yo creo que no soy un cínico. Es decir, yo pertenezco al núcleo de poder. Mi casa es buena, vivo bien, y sé que poder vivir de hacer películas es un privilegio de un par de narices. Lo que tengo claro es que eso no me da un solo derecho que no deba tener cualquier otra persona. Puedo usar ese poder fáctico que tengo, porque la sociedad en la que vivo me lo concede, puedo hablar en unas instancias en las que le sería muy difícil hablar a un obrero del metal. Pero lo hago para esgrimir las razones por las que el obrero del metal tiene el mismo derecho que yo a recibir la misma asistencia médica que tuve yo cuando estuve internado en el Hospital de la Princesa cuando me dio un ictus hace tres años. Me pusieron en la misma habitación que una persona que no se movía en mi círculo y estaba muy bien que nos dieran la misma comida y que pudiésemos estar los dos y que fuéramos iguales.
Hay gente que cree que la izquierda pretende que todos seamos igual de pobres y cuando uno tiene el privilegio de viajar en primera, o tener una buena casa, o comer en un buen restaurante, lo llaman hipócrita.
No te quepa la menor duda. A mí a veces me dicen “menudo rojo de mierda, menudos coches que tiene“. Yo prefiero tener un buen coche a uno malo y prefiero vivir bien a vivir mal. Pero sobre todo lo que prefiero es que existan leyes suficientemente sensatas y justas como para que haya un mínimo nivel de vida muchísimo más alto que el que hay ahora. Yo no había visto nunca en mi vida, y nací en 1947 en Albacete, la miseria en la calle que estoy viendo ahora. No había visto nunca a gente dormir en la calle ni lo que veo ahora que, cuando salgo por las noches y vuelvo a mi casa, hay gente cogiendo comida de la basura.
Hasta ahora existía en Estados Unidos, donde está implantado un capitalismo en el que la máxima es que el que quiere puede, cuando todos sabemos que el que quiere unas veces puede y otras no puede. Es un genocidio lo que se está haciendo. Están cargándose las posibilidades de desarrollo de unos sectores de la población muy importantes. Por ejemplo, yo tengo dos hijas arquitectas. Una está en Holanda con una beca, terminando su tesis doctoral, y la otra aquí en el paro desde hace un año.
En el caso del cine, ¿el resultado final es producto de un trabajo colectivo o es obra del director?
No voy a hacer demagogia con este asunto. Yo creo que el cine es un trabajo de autor y ese autor es el director. No hay ni una sola decisión que se toma durante la preparación, el rodaje o el montaje de una película a la que el director, por activa o por pasiva, no le dé el visto bueno. Desde luego que el director de fotografía es más director de fotografía que yo, no te quepa la menor duda. Pero si él hace una iluminación que a mí no me gusta puedo hacer que la cambie. El actor puede ser genial, pero, si tiene detrás a una mierda de dirección, lo va a hacer mal.
¿A Marlon Brando se le podría haber hecho mal actor?
Marlon Brando ha hecho buenas y malas películas y ha trabajado mejor con buenos directores que con malos. Lo que pasas es que en un sistema capitalista como este se le da más relevancia a una estrella de cine que al director. La labor de un director de cine la sabe muy poca gente. Y, sin embargo, nada de lo que ocurre en una película, ni siquiera cuando canta un pajarito, se hace sin su consentimiento. El pajarito canta cuando yo quiero que cante y a la distancia del espectador que yo quiero que cante.
¿Con un mal guion se puede hacer una buena película?
Muy difícil. Pero un mal director sí puede estropear un buen guion. Hay gente que dice que los directores nos creemos autores. ¡Pero si ser autor no es nada! Si eres una mierda de director haces una mierda de obra. A ver: ¿es que no ha escrito Corín Tellado sus novelas? Igual que Cervantes, pero hay una diferencia cualitativa, claro. Todo el que escribe un libro es el autor de ese libro. Y puede ser una mierda de libro o un libro maravilloso. En el cine hace falta la colaboración necesaria de un montón de personas porque, si no, no se hacen la películas. Pero soy yo el que tiene que saber a qué distancia del actor quiero que esté la cámara o con qué luz iluminarlo porque se va a ver lo que yo quiero contar en función de todo esto.
En el libro dice que un director siempre se acuerda de los planos porque los tiene que estudiar tanto que ya no se le olvidan. ¿Hasta qué punto puede cambiar un plano la película?
El espectador percibe lo que percibe por cómo está hecho el plano. Si en esta conversación que estamos teniendo el plano está detrás de mi cogote y solo estás tú, el espectador solo te va a ver a ti. A mí me va a oír, pero no sabrá si estoy poniendo cara de mala leche o estoy en broma. O un primer plano, que es de un dictatorial acojonante, y tú lo que vas a ver es mi cara, mis ojos. Y eso es porque yo le quiero dar mucha importancia a lo que estoy diciendo y a la gesticulación facial. En cambio, si lo que yo digo a ti te implica de una manera muy personal, te pondré en término y estaré con tu cogote presente, para que se sepa que esto que yo digo a ti te puede llegar a afectar o te puede llegar a destruir, de manera que lo que yo digo te envuelve. Si es algo más mío y te lo quiero enviar, para que tú lo cojas o no, usaré un plano contraplano. Las películas se hacen con planos igual que esta entrevista se hace con palabras.
¿La cultura es un mero entretenimiento, como dice Wert?
No, no es entretenimiento, es embellecimiento. Él lo llama entretenimiento. A mí el entretenimiento no me lo ha proporcionado nunca Wert (lo pronuncia con acento inglés y cierto retintín). Si él es ministro de entretenimiento que nos lo diga, que nos haga reír y ya estamos entretenidos. Mira, lo primero es que los ministros tienen que entender que son nuestros empleados, que están sueldo de nosotros y están ahí para que nos faciliten la vida no para que nos la jodan.
Lo segundo, si ven que no pueden hacer nada en el Ministerio que están, que se vayan. Y tercero, si el Ministerio no vale para nada, porque los únicos que sirven son los económicos, que permanezcan los económicos, que nos jodan ellos solos que no necesitan cuadrillas. Para hacer lo que dice Montoro, Montoro se basta. Si Wert no puede hacer lo que a él le gustaría hacer –y tengo noticias de gente cercana suya de que es así, que está haciendo cosas que no querría hacer- pues que se vaya. Que lo hagan Montoro y el resto de departamentos económicos si es la economía es lo único que cuenta, ni siquiera lo que más cuenta. Que tampoco tendría que ser así, porque el ciudadano necesita sanidad y educación. Vamos, que vivo en un mundo que no entiendo porque lo que entiendo es miseria y prefiero decir que no lo entiendo.
¿Y qué mundo es?
Uno en el que los mecanismos nos joden la vida. ¿Cómo es posible que en un momento de crisis hayan aumentado los millonarios en España? Será jodiendo a los demás. ¿Cómo es posible que, con un desparpajo de mil pares de narices, los bancos estén cantando los beneficios que están teniendo estos últimos meses? ¿Cómo es posible que nuestro dinero, el que sale de todos nosotros, se use para rescatar bancos? Lo mínimo es que el Gobierno les hubiera puesto la condición de que les da cien millones a cambio de que cincuenta vayan a préstamos para quien lo necesite. Claro que se puede, pero no quieren. ¿Cómo pueden decirle a nadie que con tal de que no saque su dinero de España cotice al 1%? Yo le parto la cara si estoy cotizando a un 54%. ¿Cómo son posibles esas… esas…?
¿Aberraciones?
Aberraciones, tú lo has dicho. Luego si es un pecado la responsabilidad es tuya, ¿eh?
Llevamos ya una hora de conversación y comienza a anochecer. “Hemos terminado“, decimos. “Eso será si yo quiero“, responde con su habitual sorna. José Luis Cuerda aprovecha las indicaciones que le da el fotógrafo para reafirmarse en el rol decisivo que el director de cine tiene en una película. “Mira, ¿ves? Me marca el lugar exacto en el que me tengo que poner para que la luz y el fondo sean los adecuados para el plano que busca“.
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Pués yo he leído en el último «Diagonal» un artículo positivo sobre José Luís Cuerda y ese periódico tiene fama de progresista, independiente y creíble.
Se hacen muy buenas películas en este país y como dice José Luís con bien poco presupuesto. A mí me transmiten más que las norteamericanas. Será porque cuenta historias cercanas, con valores.
El Sr. Cuerda es uno de los poderes fácticos de la ‘gran familia’ del cine español que gracias al ingenio de ‘Amanece…’ parece disponer de patente de corso para ir falseando la realidad y exhibiendo el ‘martirio’ que sufre el cine patrio: como cineasta y productor ha usurpado cantidades ingentes de dinero publico, de forma reiterada ha impedido -junto con otros- la igualdad de oportunidades, y cercenado mediante el nepotismo, el clientelismo, la cooperación con las corporaciones -de distribución y producción- y la compra de voluntades cualquier aperturismo. Y negado oportunidades a nuevos talentos aprisionando los recursos mediante ‘protegidos’ como Amenábar, ejemplar cabeza visible del ‘no cine’, de la política de sumisión al estilo productivo y comercial norteamericano. Su cinismo es tan demoledor como la ingenuidad de este medio al darle cabida a un señor que con una llamada tiene a su disposición la portada de ‘El País Semanal’. Lamentable