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Portugal e Irlanda suben los impuestos a la banca
Los presupuestos de 2014 de los dos países intervenidos incluyen otra vez duros recortes para los ciudadanos, pero los dos gobiernos también elevan la carga fiscal al sector financiero.
Portugal e Irlanda, que son junto con Grecia y España los países intervenidos por la Troika, acaban de publicar sus presupuestos para 2014, que están otra vez marcados por la austeridad y los recortes. Sin embargo, los dos gobiernos esta vez no solo exigen sacrificios a los ciudadanos, sino que se atreven con gravar al sector financiero, que, al fin y al cabo, estuvo en el centro de la crisis que hizo necesario el rescate con dinero extranjero.
Irlanda introduce un nuevo impuesto a la banca con el que espera recaudar 150 millones de euros al año. En parte, este gravamen sustituye una tasa que pagaban los bancos irlandeses al Fondo de Garantía de Depósitos, a través del cual el Estado respaldaba a las entidades financieras durante su recuperación del casi colapso a raíz del estallido de la burbuja financiera. Este fondo ha sido cerrado, por lo cual el Gobierno de centroizquierda ha creado el nuevo impuesto para que los bancos sigan devolviendo el dinero que ha costado su rescate, aunque sea solo una pequeña parte.
Además del nuevo impuesto sobre los beneficios de la banca, Irlanda eleva el impuesto sobre las rentas de capital, del 33% al 41%, equiparándolos con el tipo máximo de la renta del trabajo.
Estas nuevas fuentes de ingresos, sin embargo, no son suficientes para evitar de nuevo recortes dolorosos. Se endurecen las condiciones para acceder a la sanidad pública gratuita, se sube el copago y se recorta la prestación por maternidad, entre otras medidas. Por otro lado, el Gobierno de Fine Gael y laboristas ha reservado 500 millones de euros para medidas de creación de empleo. Este es el último presupuesto que presenta Irlanda bajo la tutela de la Troika ya que el rescate termina a final de año y no será prorrogado.
Lisboa recorta los salarios de los funcionarios
Al igual que Irlanda, Portugal también aumenta la presión fiscal sobre la banca, aunque bien poco. Se eleva el tipo máximo de un impuesto sobre el pasivo de las entidades y el valor de derivados que fue introducido por el anterior gobierno socialista de José Sócrates en 2011. Las entidades, en función de sus resultados, pagan un mínimo del 0,01% de impuestos sobre el valor total de su pasivo (principalmente los depósitos de clientes) mientras el máximo sube ahora del 0,05% al 0,07%. En 2011, este impuesto permitió recaudar 139 millones de euros (para 2012 aún no hay datos).
El presupuesto general de 2014 también prevé la introducción de una tasa sobre transacciones financieras en línea con lo acordado por 11 países de la Unión Europea que quieren dar este paso que choca con duras presiones por parte del sector financiero.
Portugal también tuvo que elaborar sus cuentas bajo estrecha vigilancia de los hombres de negro. En el caso de Lisboa parece más probable que el rescate sea prolongado más allá de su plazo de vencimiento en junio del año que viene. Para lograr el objetivo del déficit, el gobierno de centroderecha ha introducido en las cuentas del 2014 recortes y subidas fiscales por un valor de 3.184 millones de euros. Lo peor se lo llevan los funcionarios y empleados del sector público. Todos los salarios por encima de 600 euros mensuales sufren recortes. También hay otro hachazo en las pensiones y el gasto general de los ministerios.
Todos los ministerios sufren recortes. En Educación, el gobierno del conservador Pedro Passos Coelho prevé ahorrar 500 millones de euros a través de la enseñanza primaria y secundaria. La merma del presupuesto del sistema de Sanidad público debe aportar 300 millones de euros.
Por otro lado, no habrá nuevas subidas de impuestos, después de que casi todos los tributos fueran aumentados el año pasado. El maltrecho sector de hostelería y turismo no ha visto cumplir su petición de una reducción del IVA del 23%. Al contrario: incluso, suben los impuestos sobre el alcohol y el tabaco.
La buena noticia es que, según las estimaciones del gobierno, la economía portuguesa vuelve a crecer el año que viene un tímido 0,8% del PIB. La mala noticia es que, según los mismos cálculos, también subirá el paro: del 17,4% al 17,7%.
Portugal e Irlanda … junto con España e Irlanda…quiero tener un recuerdo para Chipre, ese país que continua bajo el corralito ordenado por la Troika.
Mientras la pobreza avanza entre la mayoría de las capas sociales, la banca sigue haciendo beneficios con la complicidad de los gobiernos. http://wp.me/p2v1L3-po
Si crece la economía y el paro a la vez, es que el «CRECIMIENTO» de la economía es solo para beneficio de unos pocos. Por el fin de los indicadores económicos alejados de la realidad social de las personas. Por el decrecimiento y la mejora de la calidad de vida real.