Eduardo Madina: "La locura reformista antisocial del gobierno no tiene precedente"

MADRID // Eduardo Madina (Bilbao, 1976) acaba de presentar ante el Tribunal Constitucional un recurso contra la amnistía fiscal del gobierno. Ante la mayoría absolutísima del Partido Popular, los socialistas acuden a otras instancias para hacer oposición. La actual composición del Congreso le produce a veces “melancolia”, admite el secretario general del grupo parlamentario del PSOE, “pero la grave situación del país nos obliga a inventar cosas para defender todo aquello en que creemos”

¿Qué margen tiene la oposición en este Congreso dominado por el PP?
En términos de aritmética parlamentaria ninguno. La mayoría absoluta se impone en todo. Estamos trazando dos líneas como si fueran dos líneas de fuera de juego: tratando de ser responsables ante la situación en la que está toda la zona euro y, a la vez, ser contundentes en la defensa de nuestras líneas rojas en todo lo relativo al modelo social y los derechos y deberes de ciudadanía. Ahí somos inflexibles. Entre estas dos líneas se dibuja nuestro margen de maniobra durante estos cuatro años de oposición o lo que dure la legislatura.

El PSOE también aprobó el pacto fiscal europeo que limita aún más el margen de maniobra de los gobiernos.
No nos opusimos al pacto a cambio de que el gobierno incorporara algo que poco a poco se va abriendo camino en la Unión Europea y que ha tenido el último espaldarazo con la victoria de Hollande en Francia. Se trata de un espacio para el crecimiento económico. Rajoy ha sido el último mohicano en la defensa del ajuste, ajuste, ajuste. Y nosotros no paramos de decir que la combinación de ajustes y recortes nos llevaba al desmontaje del modelo de vida europeo. Había que incorporar una propuesta política a favor del crecimiento. El paquete de los 130.000 millones euros para políticas de estimulación económica nos parece un primer paso, no un Plan Marshall. Es una cantidad gigante, aunque no presenta más del uno por ciento del PIB europeo, por lo tanto el esfuerzo en nuestra opinión tiene que ser mayor.

El gobierno socialista a final del mandato también se dedicó fundamentalmente a los recortes.
En el año 2010 el gobierno aprobó un plan de ajuste ante la posibilidad de que se produjera este escenario de rescate que parece que el actual gobierno está celebrando. Todo se hizo para evitar un rescate. El problema es que las inversiones sociales fueron las más altas de la democracia. Se mantuvieron los porcentajes sobre el presupuesto general en políticas sociales, se mantuvieron las becas y las tasas, la ley de la dependencia, las prestaciones mínimas para los parados que habían perdido la cobertura. Se mantuvieron niveles muy altos de ayuda al desarrollo, como también las pensiones que habían aumentado 27 puntos en siete años y medio. Es verdad que hicimos ajustes pero sobre un volumen de inversión social que no tiene mucho que ver con el volumen que se ha consagrado en el presupuesto de Rajoy. Han metido un ajuste de 14.000 millones en sanidad y de 4.500 millones en la educación pública. Es un ataque directo al modelo social.

En el capítulo de ingresos todavía no se ha tocado a las grandes fortunas.
Nosotros recuperamos el impuesto sobre el patrimonio. Es verdad que lo habíamos quitado en tiempos de recaudación muy alta. Lo rediseñamos para que afecte solo a gente con ingresos y recursos realmente altos porque antes impactaba también en las clases medias. Hoy, las comunidades del PP aún no han recuperado este impuesto mientras otras, como Euskadi, sí lo han hecho. Rajoy tiene mucho margen fiscal en cuanto a las rentas altas, sobre todo para evitar que las grandes fortunas se escapen a través del impuesto de sociedades del 20% cuando hay gente que paga hasta un 47% de IRPF. Ahí podría hacer muchas cosas y nosotros estaríamos de acuerdo.

Hemos presentado un recurso de inconstitucionalidad contra la amnistía fiscal. Es una película casi surrealista. Justo en la época cuando todo el mundo está haciendo su declaración de la renta, se aprueba una amnistía fiscal para todos aquellos que tienen dinero negro de la economía sumergida, vaya usted a saber de dónde, o que han robado dinero a la hacienda pública durante no sabemos cuántos años y se les permite tributar al 10% cuando la gente que ha hecho bien las cosas en la declaración paga tasas muy por encima. Cuando lo anunciaron nos costó creernos que iba en serio. Lo recurrimos porque creemos que va contra los principios de igualdad y de progresividad consagrados en la constitución. Nosotros establecimos otro camino. Logramos recaudar 10.000 millones de euros en la lucha contra el fraude fiscal. Esto equivale al un uno por ciento del PIB. El nuevo gobierno, por su parte, ha decidido desmontar la estructura de inspección antifraude y ha aprobado una amnistía fiscal.

Hay criticas incluso dentro del PSOE a Rubalcaba por hacer una oposición demasiado tibia, como en el caso de la comisión de investigación de Bankia, por ejemplo.
Pedimos una comisión de investigación de Bankia, presentamos un recurso de inconstitucionalidad a la reforma laboral, otro a la privatización de RTVE que ha hecho el gobierno con el cambio del decreto, a la amnistía fiscal, presentamos enmiendas a la totalidad de los ajustes. Hemos dicho no a prácticamente todo lo que ha hecho este gobierno. Hay también gente que dice que el PSOE está haciendo una oposición excesivamente enfrentada. Con este gobierno es muy difícil pactar porque no quiere pactar nada. El PP esta siendo muy agresivo respecto a nuestras señas de identidad. Está destruyendo el sistema de sanidad pública, el modelo de educación pública, mantiene recurrida la ley de matrimonio para personas del mismo sexo, va a derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo, ha derogado la educación para ciudadanía, ha privatizado RTVE, ha aprobado una amnistía fiscal. En seis meses se ha llevado por delante casi todo lo que significaron los ocho años de Zapatero. Si de algo hemos pecado es de habernos opuesto a prácticamente todo lo que ha hecho el gobierno. No es sencillo porque el gobierno tiene una mayoría muy amplia.

¿Rubalcaba no está demasiado hipotecado por haber formado parte del anterior gobierno?
Tuvimos un muy mal resultado en noviembre, pagamos el precio de la crisis, el precio por haber luchado para evitar el rescate que el gobierno ahora está celebrando. Estamos todavía muy cerca de este momento. Queda mucho tiempo para las próximas elecciones y no hay que ponerse nervioso.

¿Entonces Rubalcaba será el candidato?
Primero lo tendrá que decidir él y luego el partido. Yo supongo que habrá un proceso de primarias. No tengo ni idea si habrá solo un candidato, si se presenta sólo Alfredo o se presentan 500 candidatos.

¿No es el momento para dar el cambio generacional?
En el congreso de Sevilla se votó a Rubalcaba que luego hizo su equipo, en el que hay gente joven. También los había en el equipo de Carme Chacón. Tal y como estamos ahora, pensaría más en el país que en el partido. Quedan tres años y medio hasta las próximas elecciones.

¿La legalización de Sortu cambia el panorama político en Euskadi para bien o para mal?
Para bien. Cada vez que el Tribunal Constitucional no encuentra pruebas de conexión entre un partido político y una organización terrorista me parece una buena noticia. Estamos ante un escenario nuevo desde el 20 de octubre del año pasado, cuando ETA anunció que dejaba las armas: ETA ya no está activa, Segi se ha disuelto, no hay actividad terrorista dormida de ningún tipo, el aire en Euskadi se respira de otra manera, han aumentado las peticiones de presos etarras para cambiar de régimen carcelario, el TC no encuentra pruebas que vinculen a Sortu con una organización terrorista activa porque ya no hay ninguna organización terrorista activa. Invito a todos aquellos que gritan contra esto desde Madrid a dar un paseo hoy por Euskadi que empieza a ser un país normal. Estamos en el momento de construcción de la paz.

¿Qué queda de ETA a día de hoy?
Queda el recuerdo de 50 años de asesinatos. Queda una organización terrorista que ha decidido dejar de actuar. Quedan estás 200.000 personas que antes defendían lo que hacía ETA y que hoy están más por la labor de que todo esto se quede en el pasado y se produzca un proceso de normalización plena en la sociedad vasca. La contestación en el mundo del entorno de ETA ha sido un factor clave en todo lo que ha pasado en el último año. Y por delante queda un camino nuevo para un país que lleva 50 años sufriendo asesinatos, extorsiones, tristeza.

¿En que condiciones sería factible cualquier pacto del PSE con Sortu?
Yo no veo opciones de pacto con este mundo. No las veo y espero no verlas nunca. Nos separan kilómetros de distancia. Además, el socialismo vasco, que ha sufrido el terrorismo, nunca perderá la memoria.

¿Entonces lo que separa a estos dos partidos de izquierda tiene que ver mas con el pasado?
Creo que el único partido de izquierda en Euskadi es el PSE. El mundo abertzale nace del nacionalismo romantizado del siglo XIX. La izquierda de verdad nace de otros sitios, del mundo obrero, del republicanismo, que es de donde venimos nosotros, ellos no. Defender una presión fiscal alta para llevar a cabo políticas sociales no les hace de izquierdas. Su fundamento ideológico es la idea de la patria, la independencia, la homogeneidad del sujeto político y social, la reivindicación identitaria, casi la pureza racial, eso huele a ultraderecha, no tenemos nada que ver con esto.

El PNV gana más protagonismo en el proceso. ¿Quién representa a las sociedad vasca, Patxi López o Iñigo Urkullo?
Patxi López, por supuesto. Urkullo representa una parte de la sociedad. Pero a Euskadi le representa el lehendakari. Otra cosa es que Rajoy quiera tener interlocución con Urkullo que nos parece bien. El problema es que el PP y el PNV durante 20 años no han tenido interlocución. Nosotros les pedimos que hablen entre ellos. La suma de diálogo está muy bien.

¿El gobierno se está moviendo a pesar de mantener el discurso de siempre?
Acaban de aprobar un plan de reinserción de presos individualizada. Si nosotros llegamos a plantear esto hace unos años, nos hubieran caído miles de manifestaciones. Para ellos éramos los traidores a los muertos mientras ellos llevaban la bandera de la pureza de la política antiterrorista. En esta legislatura hemos decidido apoyarles incluso cuando se equivocan. Se lo decimos en privado pero les apoyamos en público.

¿Este paso es suficiente?
Siempre se puede ir más rápido, ser un poco más valiente y hablar más con el partido de la oposición. Sin embargo, es verdad que el gobierno actual lleva ocho años de inercia en su discurso de política antiterrorista y tampoco puede cambiarlo en seis meses.

¿Si en octubre hubiese un gobierno nacionalista, apoyado o incluso encabezado por Sortu, esto podría ser un revés para el proceso de paz?
No, lo de ETA no tiene vuelta atrás. El 20 de octubre marca un antes y después. Ahora la gente vota a quien quiera como en cualquier país normal y es fantástico. Lo de ETA se fue el 20 de octubre afortunadamente.

Hace un año nació el 15M que exigía reformas políticas, mayor transparencia y un cambio de la ley electoral. ¿Esto ha desaparecido de la agenda de los políticos sepultado por la crisis?
Nosotros tenemos una propuesta en el programa de reforma electoral para ir a algo más parecido al modelo alemán. No me creo que la prioridad del 15M ahora debe ser la reforma electoral con un 45% de paro juvenil y con la mayor barbaridad que ha cometido jamás un gobierno contra aspectos que afectan a la vida joven y de todo tipo: la educación, la sanidad, las políticas sociales, la ley de la dependencia y el matrimonio entre personas del mismo sexo, la ley de interrupción voluntaria del embarazo, la ley de educación para la ciudadanía. La locura reformista antisocial de este gobierno no tiene precedente. Nadie se ha atrevido a tanto en tan poco tiempo. Me recuerda del año del descontento en 1979 en Reino Unido cuando algunos pensaban que llegaría la revolución, pero llegó Margaret Thatcher y destrozó el modelo social en una década. Por tanto, ¡cuidado con este discurso de “PSOE, PP, la misma mierda es”! Nosotros hemos hecho muchas cosas mal y alguna la hemos hecho bien. Pero somos casi el antónimo de este gobierno del PP. En estos seis meses han hecho justo lo contrario de lo que hicimos en el ámbito de política social y de derechos de los ciudadanos.