Internacional
La octava Conferencia de Bil’in refuerza la resistencia noviolenta palestina
El ejército israelí irrumpe en la 8ª Conferencia de Bil’in por la Resistencia Popular Noviolenta, que demuestra la persistencia de los palestinos en luchar sin armas en uno de los conflictos más complejos del mundo
PALESTINA // A escasos metros del Muro, y bajo una gran carpa blanca que protegía del sol abrasador, se ha desarrollado esta semana uno de los eventos más importantes para la resistencia popular palestina. Cientos de personas han acudido desde todos los pueblos de estos territorios ocupados: Bil’in, Nil’in, Qufar Qaddoum, Nabi Saleh, Al Ma’sara… Todos dispuestos a escuchar la voz de las distintas facciones que componen la escena política palestina, incluido un miembro de Hamas, así como las opiniones de personas expertas, diplomáticas y defensores y defensoras de los Derechos Humanos que aportan sus ideas para la lucha contra la ocupación ilegal de Palestina.
“We teach life, sir”. Así empezó Luisa Morgantini, ex vicepresidenta del Parlamento Europeo, su sentido y crítico discurso en la inauguración de la octava Conferencia por la Resistencia Popular Noviolenta que se ha celebrado del 2 al 4 de octubre en la pequeña localidad palestina de Bil’in, a unos 20 kilómetros de Ramallah.
En un escenario mayoritariamente masculino, Luisa Morgantini y Khalida Jarrar, del Palestine Liberation Front (PLF), fueron de las voces más críticas con la Autoridad Palestina y los acuerdos de paz, mediados por el secretario de Estado estadounidense John Kerry. Morgantini pidió unidad y la necesidad de superar las luchas internas que debilitan al movimiento popular palestino, alegando que es justamente esto lo que pretende el gobierno israelí.
De hecho, este año, el objetivo de la octava Conferencia de Bil’in ha sido desarrollar nuevos métodos de coordinación para los distintos Comités Populares, mejorar la protección de los defensores y defensoras de los Derechos Humanos y definir el rol del apoyo internacional para fortalecer la lucha popular noviolenta, convergiendo luchas en el exterior y luchas internas. Con ello, se ha prestado vital importancia a la suma de la comunidad internacional para intensificar el boicot a Israel, una técnica de presión social y política que impide o entorpece cualquier acción cultural o proceso productivo del país.
La Conferencia se organiza anualmente por los Comités Populares de Resistencia Noviolenta, que trabajan desde 2003 en el país. Estos grupos visibilizan la represión del ejército israelí, las violaciones de Derechos Humanos -como el de la libertad de expresión y asamblea-, presionan a la política internacional y fortalecen las capacidades de resistencia civil pacífica a través de estrategias de resistencia noviolenta. Su persistencia favoreció que en noviembre de 2012 la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) admitiera a Palestina como Estado Observador.
El ejército israelí irrumpe en las jornadas
El ambiente familiar y festivo que se vivió durante el transcurso de la primera jornada de la Conferencia se vio truncado por la irrupción de las fuerzas militares israelíes. Cuatro jeeps y, al menos, treinta soldados entraron en la carpa y esposaron a siete organizadores de la Conferencia durante dos horas sin dar ninguna explicación.
Por la mañana de ese mismo día, los soldados habían retenido a tres de los coordinadores palestinos del encuentro. Entre ellos, Abdallah Abu Rahma, declarado Defensor de los Derechos Humanos por Catherine Ashton, responsable del Servicio Europeo de Acción Exterior, y por Amnistía Internacional. Le acompañaban Mohammad Khatib y Naji Tamimi, figuras clave de la resistencia popular noviolenta.
Los tres activistas estuvieron retenidos durante 4 horas en el Checkpoint que se encuentra entre Ramallah y Belén. El abogado declaró que fueron interrogados en relación con las actividades vinculadas a la octava Conferencia de Bil’in. Una manifestación improvisada de todos los activistas de la Conferencia, en el mismo Checkpoint, forzó su liberación.
Tras la represión israelí, y en el marco de la Conferencia, la desobediencia civil tomó protagonismo. Utilizándola como arma y herramienta en la lucha noviolenta, más de 100 activistas, entre palestinos, internacionales e israelíes, realizaron durante toda la jornada acciones directas como protesta contra la política de confiscación ilegal de tierras y expansión de asentamientos que implementa el Gobierno israelí.
El punto elegido para la primera acción fue Wallaja (Belén), donde se abrió por la fuerza una puerta de metal colocada por el ejército israelí 4 meses antes, que separaba a la familia Omar Shananir de sus tierras.
Acciones de resistencia popular
En Palestina, la noviolencia cobra un significado especial. Sirve como método de fortalecimiento de la población. Se utiliza como resistencia popular (mukawa shabiee). El poder emana de todas las personas que pueden participar de la acción activa frente a la resistencia armada, manteniendo a palestinos y palestinas unidos, dinámicos y esperanzados.
Cada viernes, desde hace 9 años, mujeres, hombres, niños y jóvenes participan en la manifestación de Bil’in. La marcha pacífica ha contado, esta vez, con todas las personas asistentes a la Conferencia. Pese a ello, ha sido dispersada duramente por el ejército israelí, que ha atacado a los manifestantes con granadas de gas lacrimógeno, balas de goma y bombas de sonido, después de entrar al pueblo con la intención de intimidar a los lugareños.
Estos episodios de represión que perpetúa el ejército israelí forman parte de una política más amplia con la que se pretende crear un clima de miedo e inseguridad continua. Con ello intentan bloquear y neutralizar el movimiento de resistencia noviolenta en Palestina, violando el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica. Sin embargo, palestinos y palestinas no cejan en su empeño de demostrar una lucha legítima sin armas contra una lucha armada que hiere la libertad, la justicia y la dignidad del pueblo palestino.
*Novact es el Instituto Internacional por la Acción Noviolenta