La Iglesia beatificará a medio millar de “mártires” de la Guerra Civil

El próximo 13 de octubre tendrá lugar en Tarragona la mayor beatificación realizada hasta ahora por la Iglesia católica en España. El Complejo Educativo de la ciudad, dependiente del Departament d’Ensenyament de la Generalitat, acogerá la masiva beatificación de 522 religiosos “víctimas de la persecución religiosa de los años 30”, según ha señalado la Conferencia Episcopal Española (CEE).

Algunas de estas personas fueron abatidas antes del inicio de la Guerra Civil, indica la CEE, aunque la mayoría murieron durante los años en los que duró el conflicto. “La verdad histórica es que la inmensa mayoría de los 6.800 eclesiásticos asesinados lo fueron a raíz del golpe militar y la subsiguiente guerra y no durante la República, como interesadamente pregona la Iglesia Católica”, sostiene Enrique Ruiz del Rosal, miembro de la Junta Directiva de Europa Laica.

Entre los beatificados habrá tres obispos, 82 sacerdotes, tres seminaristas, 412 consagrados y siete laicos procedentes de diócesis de todo el Estado, la mayor parte de ellos de la de Tarragona. Se prevé que a la ceremonia asistan cerca de 20.000 personas, entre ellas 2.200 religiosos, 93 obispos, un representante del Papa Francisco y el presidente de la CEE, Antonio María Rouco Varela. El acto será retransmitido en directo por La 2 de Televisión Española.

El portavoz de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino, reivindicó durante la presentación de la ceremonia el pasado abril que los “mártires” sean considerados como del siglo XX y no de la Guerra Civil, ya que así se evita el “equívoco” de pensar que fueron caídos en combate o durante el conflicto. “Los mártires del siglo XX en España, firmes y valientes testigos de la fe” es el lema escogido para la ceremonia. Martínez Camino subrayó que los religiosos “no estaban con las armas en combate, estaban en sus casas o en sus conventos rezando y se les ofreció renegar de Dios para salvar su vida”.

Con el objetivo de mostrar su rechazo a la masiva beatificación, varias entidades, sindicatos, partidos políticos y personas a título individual han creado en Tarragona la Coordinadora por la Laicidad y la Dignidad, que considera el acto como un “insulto a la memoria y a la historia”. Entre las víctimas de la Guerra Civil, recuerda la Coordinadora, “solo se reconocieron, indemnizaron, premiaron y favorecieron a las familias del bando ganador, mientras que en el de los vencidos aun ni se ha permitido buscar a muchos de los desaparecidos”.

“En un acto más de injusticia, la jerarquía de la Iglesia católica beatificará a más de 500 mártires de aquella cruzada”, señala la plataforma, utilizando la palabra con la que la jerarquía de la Iglesia calificó el levantamiento del ejército franquista. “Es obvio que la Iglesia católica puede beatificar a quien quiera, pero hay que tener bien presente que estas beatificaciones son un acto político, y también un insulto a quienes perdieron a sus familiares y sufrieron la represión”, concluye la Coordinadora, que ha recogido más de 700 adhesiones en contra de la celebración del evento.

Doble rasero

Ruiz del Rosal lamenta que la Iglesia considere la beatificación como un acto “de humanidad y reconciliación”, “mientras que acuse de reabrir las heridas de la Guerra Civil cada vez que se ha planteado restituir la memoria de los miles de republicanos asesinados por el bando franquista durante la guerra, o de los más 50.000 asesinados que hubo en la sangrienta posguerra, así como la búsqueda de sus restos”. “Sólo existe una explicación lógica”, señala, “los obispos españoles, 74 años después, siguen pensando que los beatos son ‘los nuestros’ y los republicanos no son ‘los nuestros’”.

Entre el viernes 11 y el sábado 12 de octubre, Día de la Hispanidad, se celebrará una misa en la Catedral de Tarragona, a la cual ha sido invitada la Casa Real, representantes del Gobierno y de la Generalitat; y representaciones religiosas en el auditorio Tarraco Arena. Tras esta celebración, el número de “mártires” canonizados españoles ascenderá a 1.523 personas. Unos “mártires”, señala la CEE, cuyo “testimonio” “ha sido más fuerte que las insidias y violencias de los falsos profetas de la irreligiosidad y del ateísmo”.