Economía | Sociedad
Las nucleares piden alargar la vida de las centrales hasta los “60 años o más”
El presidente de la Sociedad Nuclear Española, que se reúne desde hoy en Reus (Tarragona), reclama que se amplíe el periodo de funcionamiento de las plantas para recuperar la inversión. Entidades ecologistas convocan actos de protesta ante el encuentro
El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), Francisco López, reclamó ayer, en la presentación del 39 encuentro de la SNE que comienza hoy en Reus (Tarragona), que se desarrolle un marco normativo que permita a las centrales nucleares renovar las licencias para poder alargar su vida útil hasta los “60 años o más”.
La SNE esgrime el argumento de que se necesita un marco legal que garantice la supervivencia de las centrales durante un período prolongado de tiempo para amortizar las inversiones en seguridad que requieren, así como para afrontar los impuestos derivados de la nueva regulación energética. “Sería bueno renovar las licencias para que las centrales operen 60 años o más”, con “la prioridad de la seguridad y la supervisión del Consejo de Seguridad Nuclear (el máximo órgano regulador de la energía nuclear)”, mantuvo López.
Según el presidente de la SNE, las centrales nucleares españolas invierten más de 300 millones de euros al año en la seguridad de las plantas, con lo cual, insistió, es necesario garantizar su pervivencia en el tiempo con un marco regulador “estable y previsible” que permita “acometer grandes inversiones”.
Más de 600 profesionales del ámbito de las nucleares se dan cita desde esta tarde en la Feria de Reus para participar en el encuentro anual de la SNE. Es la tercera vez que el encuentro se celebra en la provincia de Tarragona, una zona que acoge a tres reactores: Ascó I (propiedad de Endesa), en funcionamiento desde 1983; Ascó II (de Endesa e Iberdrola), abierta en 1985; y Vandellós II (también de Endesa e Iberdrola), en 1987.
La vida útil de estas centrales se estimó originariamente en los 25 y los 30 años. En el 2011, el Ministerio de Industria renovó la autorización para operar de la central nuclear de Ascó (I y II) para diez años más. Un año antes, Industria había renovado la licencia de Vandellós II por diez años más. Con los nuevos plazos, las centrales alargarían su vida hasta los 40 años, 20 años menos de lo que pide ahora la Sociedad Nuclear Española.
«Una grave temeridad»
La renovación de los permisos de explotación fue calificado por asociaciones ecologistas como una “grave temeridad”. Ecologistas en Acción subrayó que el permiso de explotación no debería haberse renovado “no solo porque han agotado ya su vida operativa, sino porque adolecen de serios problemas estructurales de diseño y operatividad, como que se asienten sobre terrenos expansivos, inundables o sísmicos”.
Más de 40 asociaciones ecologistas llevarán a cabo acciones de protesta ante la celebración del encuentro, que finalizará el viernes. “Después del accidente de Fukushima, no tiene sentido seguir utilizando la energía atómica para generar electricidad, lo que debe hacer la SNE es reconvertir su actividad para encararla hacia el desmantelamiento de unas instalaciones peligrosas y obsoletas apostando a la vez decididamente por las energías limpias y renovables”, señala Ecologistas en Acción, que denuncia que el único objetivo de la SNE es “continuar generando beneficios a costa de la salud y la seguridad de la ciudadanía”.
No van a tener problemas graves si continúan apostando por las nucleares. Los problemas los tendrán las generaciones venideras si estalla una como ha pasado en Chernobil y en Japón porque en lugar de sesenta años, la *vida* de la radiactividad mortal durará sesenta mil años.
No veo a Rajoy ni a ninguno de los miembros de su círculo de ineptos colegiados, universitarios con diplomas conseguidos gracias a las cajas de puros habanos regaladas por sus padres a los profesores y a no faltar a misa los domingos, haciendo cábalas de filosofía puntera para estudiar los perjuicios letales de ese tipo de energía capaz de matar o de dejar lisiados a millones de personas, ni para el futuro de mañana, ni para el de dentro de mil años cuando ya todo haya prescrito.
Estos personajes con cerebro de pimiento para gaspacho solo ven rentabilidades y subidas de puntos en bolsa, ya que la Humanidad no les importa porque ellos mismos creen descender del cielo.
Entre tanto, todo lo que como delitos graves capaces de llear a la cárcel al Pepé completo se está diluyendo como un azucarillo entre la maraña orquestada de asuntos surgentes para desviar la atención del prófugo Conejoy metido hasta el cuello en los casos gurteleros y barceneros.