Sociedad
Una doctora del Hospital Clínic asegura que las balas de goma pueden provocar la muerte
En su comparecencia ante la comisión parlamentaria que estudia este armamento policial, la oftalmóloga compara sus efectos con las “lesiones de guerra”
JESÚS RODRÍGUEZ // La Comisión de Estudio de los Modelos de Seguridad y Orden Público y del Uso de Material Antidisturbios en Eventos de Masas del Parlament de Cataluña vivió ayer una de sus sesiones más trascendentales. Las comparecencias de Amnistía Internacional, de la Comisión de Defensa de los Derechos de la Persona del Colegio de Abogados de Barcelona, de la filósofa Victoria Camps y, especialmente, de la doctora de Oftalmología Estrella Fernández generaron un fuerte impacto en el conjunto de grupos parlamentarios de la cámara, tal y como ellos mismos reconocieron después de sus intervenciones. En todos los casos se posicionaron en contra del uso de las balas de goma y de la impunidad derivada de la falta de una investigación posterior.
Estrella Fernández, doctora especialista del Instituto de Oftalmología del Hospital Clínic, dejó bien claro ante la comisión parlamentaria que este tipo de proyectiles no puede ser definido «como armas de poca letalidad». Fernández mostró las fotografías y los informes médicos de cuatro de los pacientes que han pasado por su consulta. Señaló con mucha contundencia que, por el tipo de lesiones en el globo ocular y los huesos que protegen toda la cavidad, y aunque los médicos nunca pueden hablar con el 100% de fiabilidad, hay un 99% de probabilidades de que en el caso de Quintana, de Nicola Tanno y del resto de los afectados, la lesión fuera producida por un proyectil de «velocidad altísima». Hacía referencia, así, a los proyectiles que salen de las escopetas de los Mossos, que viajan a 720 km/h si la bala impacta directamente o a 500 km/h si lo hace después de un rebote en el suelo.
Comparación con «lesiones de guerra»
Fernández aseguró que las balas de goma pueden ser letales. Comparó sus efectos con las «lesiones de guerra» y apuntó que, dependiendo de la perpendicularidad del impacto sobre la superficie ocular, las lesiones pueden tener afectaciones secundarias en la mandíbula, las fosas nasales, las cavidades auditivas y, en los casos más graves, el cerebro. En este sentido mostró con un proyector -dentro de la sala donde se hacía la comparecencia- la imagen del TAC que se le hizo a uno de sus pacientes y de la intervención quirúrgica que fue necesaria para salvarle la vida. Los diputados pudieron apreciar cómo, en este caso, las fístulas del líquido cerebral sufrieron un edema a través de las grietas en las paredes del globo ocular y emergieron a la superficie de la piel a través del ojo de la víctima. Si este derrame cerebral no se hubiera detenido, la víctima fácilmente habría muerto.
Todos en la sala enmudecieron ante la evidencia de las gravísimas consecuencias que tienen los impactos de los disparos con balas de goma. Durante su intervención, además, quiso remarcar los efectos emocionales, socio-laborales y psiquiátricos que producen las mutilaciones. La doctora afirmó que, habitualmente, las víctimas se quedan en la fase post-traumática de la negación y durante años no tienen los mecanismos para la aceptación de los hechos y la recuperación de una vida ‘normal’. Esto, según ella, se deriva también de la falta de una correcta atención por parte de las instituciones sanitarias. Hay casos tan graves como el de un chico que perdió un ojo hace dos años y que, desde entonces, no ha vuelto a visitar a su familia ni les ha informado del trágico desenlace de su lesión. La mayoría de los pacientes necesitan un año y medio de reiteradas intervenciones quirúrgicas para lograr reconstruir el globo ocular, ubicar la prótesis y rehacer el tejido muscular y epitelial que la rodea.
«Cuando se les llama ratas pierden la condición humana y todo está justificado»
Las palabras de Jaume Asens, en nombre de la Comisión de Defensa de los Derechos de la Persona del Colegio de Abogados de Barcelona, tampoco dejaron indiferente a nadie. El letrado denunció la construcción de los escenarios de impunidad policial por parte de los responsables políticos, y señaló en este sentido a todos los partidos políticos que han tenido responsabilidades en el orden público, desde la socialista Montserrat Tura hasta el convergente Felip Puig, pasando por el ecosocialista Joan Saura.
Asens recordó que el comisario David Piqué, quien, a día de hoy, todavía es el máximo responsable que coordina todas las Áreas Básicas Policiales de Cataluña (comisarías), en un discurso ante la plana mayor de los Mossos y en presencia del conseller, definió a los manifestantes como ratas. «Cuando se les llama ratas pierden la condición humana y, a partir de entonces, todo está legitimado y justificado, cualquier lesión o cualquier tipo de violencia». Quiso apelar a la conciencia de los presentes haciendo referencia a que, habitualmente, «denunciamos la vulneración de los derechos humanos en los guantánamos del mundo pero ocultamos nuestros trapos sucios».
Amnistía Internacional reclama el fin de la impunidad
A lo largo de la mañana se escucharon las valoraciones de la catedrática de ética Victoria Camps, quien se mostró partidaria de prohibir las balas de goma tanto «por razones de ética como de estética». Porque hay que prohibir aquellos instrumentos «que ya han hecho daño» y, por lo tanto, se ha demostrado que las medidas protocolarias previstas para evitar los «daños personales» no deseados han fallado. Y, también, porque la imagen de un policía con estas armas «contundentes» no se corresponde con la de una policía democrática.
Por su parte, Imma Guixé, en nombre de Amnistía Internacional, criticó el uso de las balas de goma sin ningún tipo de garantías pero sobre todo quiso recalcar que los abusos policiales, a pesar de que «no pasan de manera rutinaria en Cataluña, tampoco son casos aislados». Y lamentó la «impunidad efectiva» que, considera, existe en este ámbito. Precisamente por ello, propone la creación de un organismo independiente externo que investigue las denuncias.
El director de los Mossos tendrá que comparecer
Al final de la sesión se realizaron dos votaciones para pedir nuevas comparecencias de los responsables de Interior en relación con las recientes informaciones oficiales, que cada día que pasa apuntan más a los Mossos como autores de la lesión ocular de Ester Quintana. En la primera de las votaciones, ERC y CiU vetaron la nueva comparecencia del conseller de Interior, Ramón Espadaler, pero para sorpresa de algunos no fue así en el caso del director de los Mossos, Manel Prat. En la segunda votación, CiU se quedó sola y las manos levantadas favorables de CUP -AE, ICV, ERC, PSC, PP y Ciutadans forzarán que el Director General de la Policía tenga que explicar la nueva versión oficial de los hechos, que pone bajo sospecha a una de las furgonetas de la Brigada Móvil que actuó en el cruce del paseo de Gràcia y la Gran Via de Barcelona la noche de 14 de noviembre.
La anécdota de la jornada la protagonizó el diputado y presidente de la comisión Celestino Corbacho, cuando manifestó que los gastos de viaje y alojamiento de tres de los comparecientes con residencia en varios países europeos que todavía deben pasar por el Parlament para aportar su testimonio, en relación con el orden público y las balas de goma, difícilmente podrían ser sufragadas por la cámara. El diputado de la CUP -AE David Fernández le replicó diciendo que si hace falta será su grupo o las aportaciones populares las que hagan posible la presencia de estos testigos, entre los que se encuentra un alto responsable del Consejo de Europa que firmó un informe muy crítico con las actuaciones policiales en Cataluña.
[Artículo publicado en La Directa]