Opinión
Los recortes en ciencia básica no potenciarán la innovación en España
Tres investigadores publican un artículo para denunciar las consecuencias del recorte de fondos destinados a investigación del ejecutivo de Rajoy
LUÍS SANTAMARÍA, MARIO DÍAZ y FERNANDO VALLADARES* // Al final del siglo 20, la suma de factores históricos y una financiación escasa hacía que España fuera un país rezagado en ciencia e innovación. Durante la primera década de este siglo, nuevos programas de reclutamiento y el aumento de la financiación crearon, por primera vez, una profunda diferencia. Numerosos científicos formados fuera del país se incorporaron a su sistema de I+D, multiplicando su producción y calidad. Entre 1998 y 2008, el gasto en I+D+i se triplicó, causando la duplicación de su producción científica, calidad científica e innovación (ver gráfico adjunto).
La reciente crisis financiera redujo el gasto en I+D+I drásticamente, haciéndolo retornar a los niveles de hace 10 años. Además, los planes recientes del Ministerio de Economía, ahora a cargo de la política española de I+D+i, se centran en “podar” el sistema español de I+D+i y redirigir los fondos públicos hacia I+D+i privada, basada en objetivos empresariales. Esta política está basada en dos elementos: (1) la percepción, correcta, de que el nivel de innovación y transferencia de conocimiento no satisface aún las necesidades de nuestro país, y (2) la percepción, errónea e influenciada por la confrontación partidista, de que la calidad científica y la innovación no han mejorado tanto como la producción científica durante la década que precedió a la crisis.
En lugar de crear una dicotomía innecesaria entre investigación básica e innovación, las políticas públicas deberían abordar los factores clave que limitan la mejora de ambas. Las políticas de investigación debería centrarse en reducir los trámites burocráticos necesarios para obtener y gastar los fondos de I+D+i, proporcionar apoyo institucional para la internacionalización y corregir la falta de meritocracia en el sistema de recursos humanos. Las políticas de innovación deberían centrarse en introducir incentivos eficaces para atraer inversiones privadas, ligar la inversión pública en el sector privado a programas de seguimiento y evaluación (que limiten tanto la infrautilización del gasto presupuestado como el desplazamiento del gasto privado por gasto público) y apoyar las frágiles sinergias existentes entre los sectores privado y público. Estas mejoras deberían complementar, en lugar de reemplazar, la mejora sostenida del gasto en I+D+i – una medida indispensable si España quiere evitar ser desbordada por el gran esfuerzo y progreso en I+D+i de las economías emergentes
Luis Santamaría es presidente de la Asociación para el Avance de la Ciencia y la Tecnología en España (AACTE) e investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, Mallorca, España). Mario Díaz es presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Ornitología (SEO) e investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid, España). Fernando Valladares es el presidente de la Asociación Española de Ecología Terrestre (AEET) e investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid, España).
¿Para que quiere la oligarquía del Estado y europea la ciencia en este país si nuestro papel es ser la fortaleza de Europa (frenar la inmigración ilegal a nuestras democracias), y país de albañiles y camareros? pues está claro para nada.
Por otra parte, ¿cuantos de los proyectos científicos que decían de I+D+i no estaban encaminados a la investigación militar? ¿cuantos otros no, a las grandes multinacionales? Me temo que esas continuarán, el resto, como en estas democracias neoliberales no contarán sino existe una alta rentabilidad económica.