Política
Villar Mir, imputado por corrupción y marqués por la gracia del rey
El dueño de OHL, imputado por supuestos pagos a la contabilidad B del PP, forma parte del círculo de amigos de Juan Carlos I // El nº 5 de La Marea, ya en kioscos, explica los negocios de Villar Mir y del entorno del monarca en el Golfo Pérsico
MADRID // El nombre de Juan Miguel Villar Mir, presidente del grupo OHL, se ha unido a una lista ya larga, encabezada por el que fuera “intendente real”, Manuel Prado y Colón de Carvajal, de íntimos del rey Juan Carlos I condenados o, como en este caso, imputados en casos de corrupción. La amistad del monarca con Villar Mir, un multimillonario de 80 años que pasó brevemente por la política en un gobierno no democrático -el primero de Carlos Arias Navarro- se plasmó cuando el rey lo distinguió en 2011 con el título de marqués “por la destacada y dilatada trayectoria al servicio de España y de la Corona”, según rezaba la nota de Casa Real.
La misma persona que Juan Carlos I consideró digna de recibir un marquesado figura, con supuestos pagos de 530.000 a la caja B del PP, en la querella presentada por Izquierda Unida en la Audiencia Nacional contra tres exministros del PP, Ángel Acebes, Rodrigo Rato y Federico Trillo, así como contra ocho empresarios, entre ellosVillar Mir
La querella, aceptada inicialmente por el juez Gómez Bermúdez, fue luego asumida por otro magistrado, Pablo Ruz, que ha llamado a declarar como imputados al presidente de OHL y a los otros siete empresarios.
En la contabilidad B del PP reflejada en los papeles de Luis Bárcenas, el extesorero del partido, resulta reveladora la coincidencia de fechas de grandes inyecciones de dinero por parte de estos empresarios con la concesión de lucrativos contratos de obras públicas. En el caso del grupo de Villar Mir, figura, por ejemplo, un pago de 100.000 euros en 2004, cuatro días después de que OHL obtuviera la concesión de la obras de la M-30 en Madrid, y otro de 180.000 euros en 2006, cuando sólo había transcurrido un mes de la obtención del contrato de Metro Ligero de Madrid.
Juan Miguel Villar Mir trabó relación con el rey en los años 70 de la mano de Emilio Botín, el presidente del Banco Santander. Desde entonces, los lazos entre el monarca y este acaudalado constructor han trascendido de lo institucional a lo personal. La hija de Villar Mir, Silvia, es amiga de la infanta Cristina, y junto con su marido, Javier López Madrid, forman parte del círculo más próximo de relaciones de los príncipes de Asturias.
Villar Mir también tenía y aún tiene un trato estrecho con la familia del fallecido Manuel Prado y Colón de Carvajal, el administrador del rey que acabó en la cárcel después de que el financiero Javier de la Rosa lo implicara a él, e inicialmente también al propio rey, en el agujero de 600 millones de euros que dejó en la filial española del grupo kuwaití KIO en los 90. El hijo de Prado y Colón de Carvajal, Borja Prado Eulate, actual presidente de Endesa, fue el número dos en la candidatura de Villar Mir a la presidencia del Real Madrid en 2006.
Una de las regiones del mundo en las que más se han prodigado en los últimos diez años tanto el rey como Villar Mir es el Golfo Pérsico, una zona donde se suele presentar a Juan Carlos I como “el mejor embajador de España”. En realidad, como se explica en el número 5 de La Marea, Juan Carlos I ha defendido ante las monarquías absolutas que rigen estos países los intereses de multinacionales como la que representa Villar Mir, cuya compañía ha obtenido jugosos contratos públicos en Arabia Saudí y Qatar.
OHL ha sido, por ejemplo, una de las principales beneficiarias de la mayor licitación internacional conseguida nunca por empresas españolas: la de la concesión del AVE de Medina a La Meca en Arabia Saudí, un contrato cuyo éxito el Gobierno del PP atribuyó a las gestiones del rey sin aludir a que en la negociación estuvieron mezclados comisionistas del círculo íntimo del monarca como Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
¿Quieres saber más sobre los negocios de Villar Mir y del entorno del rey en el Golfo Pérsico? En el número 5 de La Marea, a la venta en kioscos y en nuestra web.