Sociedad
Beatriz Garrote: “Cuanta más información tenemos, más incógnitas hay sobre el accidente”
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro 3J pone en evidencia las incógnitas que rodean al accidente de metro más grave de la historia de España, ocurrido en Valencia en julio de 2006.
VALENCIA// Mes tras mes, cada día 3, desde aquel fatídico 3 de julio de 2006, unas cuantas personas, a veces no llegan a 20, otras decenas, en pocas ocasiones centenas, se reúnen en la plaza de la Virgen de Valencia, de forma silenciosa, para recordar algo que la sociedad ha olvidado.
Son las víctimas y los familiares del accidente de metro más grave de la historia de España que dejó 43 muertos y 47, y ningún responsable. La que convoca esta concentración es la Asociación de Víctimas del Metro, hablamos con su presidenta, Beatriz Garrote, días después de que un documental destapase que el Consell buscó el silencio de los familiares.
Beatriz Garrote tiene una voz firme que se quiebra en pocas ocasiones. Hace casi siete años del accidente, pero recuerda con claridad esos días y lo cuenta en primera persona, con la distancia que le permite seguir viviendo. Esta sociedad, la suya, le debe una explicación y presentarle sus excusas por haber olvidado tan pronto y tan mal. Ella no olvida y sigue pidiendo justicia.
Casi siete años después del accidente, ¿cuáles son las grandes incógnitas que quedan?
El accidente ocurrió un 3 de julio de 2006 y lo primero que vivimos los familiares fue el duelo y los heridos el proceso de recuperación. La primera señal de alerta fue lo de la Comisión de Investigación en Les Corts que se cerró de una forma acelerada y rápida y coincidiendo con el. Eso nos indignó bastante y nos puso alerta. El PP vetó a todos los técnicos propuestos por la oposición y vetó que FGV aportará información como el libro de averías, medidas de velocidad de otros días, documentación de otros accidentes… fue una Comisión dirigida por el PP. Los expertos que fueron a hablar, opinaban por lo que habían leído en prensa, no tenían información. Entonces, la asociación se propuso salir cada día 3 a la calle para contar que algo no iba bien, hasta que consiguiéramos una investigación real del accidente, responsabilidades y conseguir que la línea 1 fuese segura.
Y además, la vía judicial se terminó muy pronto…
La investigación judicial tampoco analizó las causas del accidente, sólo dio una instrucción: que un perito de Adif comprobase que la velocidad era suficiente para descarrilar. El maquinista murió y se negó una segunda autopsia. Se desprendieron los cristales, no se supo si estaban fijados. El mantenimiento no era el correcto, ni el de la vía. Ahora está todo prescrito, pero vamos a presentar una reclamación ante el Tribunal de Derechos Humanos de la ONU, pero solo podrá amonestar al estado español.
¿Quedan abiertas incógnitas sobre las causas del descarrilamiento?
Muchas. Aunque la velocidad sí está probada como causa del accidente, ningún accidente se debe a una sola causa. De hecho, años después del accidente se supo que el director adjunto de explotación de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), dimitió seis meses antes porque no se hizo caso a un informe suyo donde resaltaba las deficiencias de esas unidades y que el mantenimiento no era el adecuado.
Otro de los puntos negros del accidente es que nunca se encontró el libro de averías del convoy accidentado
Sí, es un libro con tres copias físicas, uno en la unidad, otro en talleres y otro en administración. En cambio, ninguno apareció. Sí la copia digitalizada, pero ésta se podía haber manipulado. Con lo que hemos visto después, podemos tener la sospecha. Por ejemplo que los técnicos de la Comisión en el parlamento valenciano habían sido asesorados por una empresa de comunicación, contratada por FGV, sobre lo que debían decir y lo que no debían decir. Cuanta más información conocemos, más incógnitas hay sobre el accidente.
Trabajo a cambio de silencio
Hace unas semanas se han conocido presiones por parte de miembros del PP para ‘comprar’ el silencio de sus familiares, ¿tenías conocimiento de esto?
En las visitas que se hicieron a los familiares no hubo un soborno duro, pero todos los que fueron visitados te cuentan que se quedaron con la sensación de que los ofrecimientos no eran gratuitos y se quería controlar el tema judicial. Algunos denuncian que se sintieron presionados. Hay familias que no van a la asociación porque se sienten presionadas. Yo no lo he sufrido. A mi hermano le ofrecieron trabajo, pero él lo rechazó. Mira, todos los hechos que te he contado hasta ahora son objetivos, estamos seguros, pero en el caso de los familiares se ve como un tema tabú. Muchos de ellos no tienen claro hasta que punto los ofrecimientos llegaban o no. La gente sí percibió las visitas como algo negativo no como un ofrecimiento.
¿Habéis sentido que la sociedad os ha dado la espalda?
Totalmente, pero no es una crítica a la sociedad, es una crítica a todos. Yo, si no hubiese sido afectada directamente, no sé si iría todos los días 3, seguramente no. En las concentraciones había gente que incluso nos preguntaba qué hacíamos ahí si ya habíamos cobrado o que pensaba que nos manifestábamos por el tema de las indemnizaciones. Como sociedad hemos fallado, los medios de comunicación, el Síndic de Greuges, la justicia… a nivel de sociedad civil hemos fallado todos. De las reivindicaciones no hemos conseguido ninguna, no hay rectificación por parte del gobierno valenciano. Para las familias es un esfuerzo emocional muy grande, cada día 3, pero lo que sí hemos conseguido es que el tema siga abierto.
¿Le pareció obsceno que siguiese la visita del Papa con normalidad durante los días siguientes al accidente?
Lo que me pareció muy feo es que se llamase a las familias para que fuesen a la misa del Papa, y que se llamase insistentemente tres o cuatro veces. Incluso se ofreció a familiares que fuese a su puerta un coche de la policía local para que no faltasen en la misa. Lo que sí fue obsceno es que algunos autoridades como Francisco Camps o el entonces arzobispo, Agustín García Gasco, estuviesen en esa misa y luego al acto organizado por las familiares ni acudiesen.