Política
PSOE y Sumar alcanzan un acuerdo de Gobierno que incluye la reducción de la jornada laboral
Según el pacto firmado entre ambas formaciones, en 2024, los y las trabajadoras pasarán a trabajar un máximo de 38,5 horas y, en 2025, 37,5 horas
El PSOE de Pedro Sánchez y la coalición Sumar, liderada por Yolanda Díaz, ya tienen un acuerdo para conformar «un Gobierno progresista». Así lo han anunciado ambos partidos, que oficializarán el pacto pasadas las 12 de la mañana de este martes 24 de octubre en un acto en el Museo Reina Sofía de Madrid en el que participarán el presidente del Gobierno y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, ambos en funciones.
En ese momento, PSOE y Sumar darán a conocer a la opinión pública los detalles de este acuerdo, que incluye «la reducción de jornada sin reducción salarial» a 37,5 horas semanales frente a las 40 horas vigentes en la actualidad. Esta medida ha sido aceptada por los socialistas tras intensas negociaciones con el equipo de Díaz, que pretendía una disminución de la jornada aún más acusada, hasta las 32 horas a la semana. La negativa de PSOE ha lastrado esta propuesta que finalmente se ha materializado en una reducción menos ambiciosa. El calendario establecido es el siguiente: en 2024, los y las trabajadoras pasarán a trabajar un máximo de 38,5 horas y, en 2025, 37,5 horas. A partir de entonces, cualquier nueva reducción dependerá de la negociación con los agentes sociales, es decir, sindicatos y patronal.
El pacto para la reedición del Gobierno de coalición también incluye medidas de carácter social como «la implementación de forma inmediata de un plan de choque contra el desempleo juvenil», el «refuerzo del sistema público de salud» o «el aumento del parque público de vivienda» para que este alcance un 20% de total, una medida de calado puesto que, en la actualidad, la vivienda protegida apenas representa el 2,5%.
Sánchez y Díaz también han acordado una «revisión al alza» de los objetivos de la Ley de Cambio Climático, ampliar «los permisos retribuidos por embarazo», la universalización de la educación de 0 a 3 años y «una reforma fiscal justa que haga que la banca y las grandes energéticas contribuyan al gasto público».
El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, ha intervenido en La Hora de TVE y se ha mostrado satisfecho por un acuerdo que ha definido como «un gran paso adelante»: «Las cosas que desde Sumar queríamos que estuvieran, quedan muy bien reflejadas». El País asegura que, fuentes de la formación de Yolanda Díaz, también reconocen otros puntos incluidos en el documento, como una nueva regulación del despido, no incluida en la anterior reforma laboral, así como la subida del salario mínimo interprofesional. Otro de los artículos también incluiría la derogación de la ley mordaza, uno de los acuerdos incumplidos de la pasada legislatura.
Este pacto es solo el primero de una larga lista que PSOE y Sumar deben cerrar a partir de ahora con los socios del gobierno para recibir sus votos favorables en la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno: EH Bildu (quien ya ha anunciado su intención de apoyar la formación del nuevo Ejecutivo), ERC, PNV, BNG e incluso Coalición Canaria. El acuerdo con Junts per Cat, la formación de Carles Puigdemont, será el más complicado de todos ellos, y girará en torno a la aministía a los participantes en el referendum del 1 de octubre.
El acuerdo de PSOE y Sumar olvida a la Iglesia: ni rastro del IBI, la denuncia de los Acuerdos Iglesia-Estado o los abusos.
Que tiempos aquellos de la II República que seguramente ya no volveremos a ver.
Se entiende por qué se la cargaron.
Jiménez de Asúa: “Los no católicos no podemos sostener la religión”
Luis Jiménez de Asúa expuso la postura socialista en el debate constitucional en materia religiosa. De su discurso queremos, en esta pieza, referirnos a la cuestión económica, especialmente en relación con los sacerdotes y el servicio que prestaban, una vez que se establecía la separación entre el Estado y la Iglesia.
Al separarse la Iglesia del Estado y dejar, en consecuencia, la Iglesia de ser un servicio público, debían ser los propios fieles los que tendrían que proveer a ese mantenimiento. Y una Iglesia que, según se decía, sostenía una religión que era mantenida por gran parte de los españoles, debía mantener económicamente a estos hombres, que eran sus servidores. Parecía que no era procedente que si, en efecto, los católicos españoles eran ricos, o al menos, la “plutocracia”, pidiesen al Estado que fuera quien sostuviese la religión, y que atendiese a las pensiones de compensación a los sacerdotes. Además, en esos momentos en los que los parados estaban pidiendo ayuda, no se podía dar el ejemplo de que los españoles no católicos sostuviesen un servicio que solamente a los católicos interesaba.
El discurso se publicó en el número 7076 de El Socialista, del día 14 de octubre de 1931.
Todavía queda pendiente de la legislatura anterior dejar sin efecto alguno la ley de dictadura, anulación de los derechos humanos también conocida como ley mordaza.