Internacional
Las sombras de Amanecer Dorado sobre la ‘nueva’ extrema derecha en Grecia
Varios especialistas analizan, tres años después del juicio a Amanecer Dorado, qué supone la entrada de un nuevo partido de ideología neonazi en el Parlamento.
ATENAS // Justo ahora hace tres años, el 7 de octubre de 2020, la cúpula del partido político neonazi Amanecer Dorado, que llegó a sembrar el terror tanto en el Parlamento –en 2012 se convirtió en la tercera fuerza política en Grecia, con 18 diputados elegidos y casi el 7% de los votos– como en las calles, era condenada por actuar como banda criminal. 68 miembros fueron procesados; siete exdiputados, entre ellos Nikos Michaloliakos e Ilias Kasidiaris, dos de sus caras más visibles, fueron encarcelados. Para la ciudadanía griega, el juicio fue un punto de inflexión para darse cuenta de que Amanecer Dorado era una organización criminal violenta.
El antes y el después hay que buscarlo unos años más atrás, concretamente el 18 de septiembre de 2018, cuando los neonazis asesinaron a Pavlos Fyssas –también conocido como Killah O–, un rapero antifascista. Este asesinato alentó la lucha en la calle contra Amanecer Dorado y la Administración, que se había mostrado connivente con el partido político y sus acciones, aceleró los pasos para hacerlos desaparecer. El asesinato de Fyssas, sin embargo, no era el primer acto criminal que cometían. Antes, habían apaleado a decenas de migrantes a lo largo y ancho del país. En enero de ese mismo año, habían matado al joven paquistaní Shahzad Luqman.
La llamada de Kasidiaris
Del juicio a Amanacer Dorado han pasado tres años y, si bien hay mucho de ganado y por lo que felicitarse, las sombras, si es que en realidad se fueron alguna vez, han vuelto. En las elecciones generales del pasado junio, el partido de ideología neonazi Espartanos, que ni siquiera había hecho campaña electoral, entraba en el Parlamento griego con un 4,68% de los votos: 12 escaños. El ascenso de este partido desconocido se debe a que dos semanas antes de las elecciones, y desde la cárcel, Kasidiaris pidió el voto para ellos.
El exlíder de Amanecer Dorado se había intentado presentar a las elecciones con su partido Griegos por la patria, pero Nueva Democracia –el partido en el gobierno– lo impidió a través de la aprobación de dos decretos que autorizaban a la justicia a vetar partidos y candidatos; en este caso, por pertenencia a banda criminal. Pidiendo el voto para Espartanos, Kasidiaris se aseguraba que los suyos volvían a entrar en política.
A Costas Eleftheriou, profesor asociado en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Demócrito de Tracia y coordinador de análisis político del Instituto ENA (Instituto de Políticas Alternativas), la entrada de Espartanos en el Parlamento no le sorprendió: “Cuando se excluye a un partido de extrema derecha de la política, no significa que su base social desaparezca. Estos votantes se mueven hacia otro partido. Los neonazis no desparecen con una decisión política o judicial, sino con la acción social, con la humanidad y el sentido común. Lo que resulta preocupante es que en el Parlamento griego ahora tengamos tres corrientes distintas en el espacio de la extrema derecha. Espartanos está directamente conectado con Amanecer Dorado, está Niki [Victoria], que se encuentra muy cerca de la Iglesia Ortodoxa y que promueve los movimientos fundamentalistas, y finalmente está Solución Griega, un partido que recoge la tradición del partido Laos, que tiene una influencia excepcional en el norte del país”.
Dimitris Psarras, el periodista griego que más ha investigado a la extrema derecha del país y una de las piezas clave en el juicio contra Amanecer Dorado, no considera que Espartanos vaya a tener mucho recorrido y asegura que, ahora mismo, no representa una amenaza seria. “El problema lo tendremos cuando dentro de dos años Kasidiaris salga de la cárcel”, asegura. “Además, dentro de la extrema derecha también existen divisiones. Por ejemplo, Michaloliakos está en contra de Espartanos porque los considera unos oportunistas. Dice que no son verdaderos nacionalistas. Lo curioso es que, por una vez, tiene razón. Pero Michaloliakos está acabado como líder, y a Kasidiaris aún le queda camino, así que ya veremos”.
Stelios Michailidis es miembro de Keerfa, Movimiento Unido Contra el Racismo y la Amenaza Fascista, y considera que, a pesar de que los neonazis aún son una amenaza, ya no tienen el poder que tenían hace diez años. “Ni están tan organizados, ni son tan fuertes. Y no sólo eso. Tan pronto entraron al Parlamento, se produjeron las primeras peleas entre ellos. Por supuesto, su vuelta es importante, pero Grecia no está en la misma situación”. A Costas Eleftheriou le preocupa, sin embargo, la posibilidad de que surja, o bien una coalición entre los tres partidos de extrema derecha en el Parlamento, o bien un partido nuevo que recoja todos estos sentires de extrema derecha. “El problema estará si aparece un líder político que logre reunir este espacio y que represente un desafío para el sistema”.
De momento, ese líder no existe, o no ha salido a la palestra, pero no hay que perder de vista a Kasidiaris. “Dicen las encuestas que desde que Kasselakis [el nuevo líder de Syriza] ha aparecido, la popularidad de Kasidiaris está bajando”, señala Psarras. “Creo que cuando [Kasidiaris] salga de la cárcel no encontrará el espacio que solía tener en los medios de comunicación, pero nunca se sabe. Él tiene muchos seguidores en las redes sociales y en YouTube. Sus vídeos, de hecho, tienen miles de visualizaciones”, añade.
Lo que recoge Nueva Democracia
Quien ha sabido aprovechar el hueco dejado por Amanecer Dorado es el actual partido en el gobierno, Nueva Democracia. Como si de un Frankestein se tratara, en estos últimos años ha conseguido recoger algunos de los votos de aquellos que antes votaban a los neonazis. “El racismo en Grecia también llega a través de la retórica y las medidas que está adoptando el gobierno de Nueva Democracia. Sólo hace falta ver qué ocurrió con el naufragio de Pylos, unos días antes de las elecciones”, explica Stelios Michailidis.
Ciertamente, tal y como asegura Psarras, “Mitsotakis ha logrado tener dentro de su partido a gente de extrema derecha y de centro”. Y es ahí donde reside su secreto, pero también su peligro. ¿Podrían esos votos a Nueva Democracia volver a su lugar de origen?
Empezando un nuevo mandato y con un Parlamento con tres partidos de extrema derecha dentro, y una izquierda inestable y en caída libre, habrá que observar de cerca qué ocurre con Espartanos, pero también cómo evoluciona el discurso de Nueva Democracia. ¿Podría la extrema derecha aprovechar las dificultades actuales que enfronta el país para proceder a otro embate? Podría ser. Porque no, muerto el perro, no muere la rabia.
Esto del fascismo desde luego que no es un «invento» nuevo , no es más que otra «ventana» de las opciones que ofrece la «ruleta» que nos proponen : fascismo/patriotismo , capitalismo/libre mercado de saqueo ,liberalismo/depredador , neo liberalismo/aún más depredador………
Salud.
La responsabilidad la tienen los políticos que representan a las «democracias» de paises existentes . Estos partidos neonazis, van en contra de las Constituciones y normas democráticas, con lo cual, lo que se debería hacer , con la ley en la mano, es ilegalizarlos. Si no aceptan la democracia, no deben participar de ella. Y claro que les conviene a las élites para tenernos «atados » y tragando con las imposiciones , por eso , la educación , no esconder la historia, no tan lejana, y no blanquear a estos grupos, cada vez es más imprescindible.
En todo el mundo occidental han aparecido una ola de partidos extremistas de derecha, cuando no abiertamente neonazis. Las ideologias economicas ( que no pueden llamarse teorias) que estos tipos predican muestran altamente significativas semejanzas entre si, y tambien con las predicadas por el FMI y el BM. Es decir, con las decretadas por los Friedmans, los von Hayeck, von Mises, Samuelsons, Hicks y Netanyahus. Por que sera?
En la Argentina son dos los sumos sacerdotes de esta religion laica: un tal Milei y una tal Bulrich. El primero, un esquizofrenico que hace gala de sufrir de la coleccion entera de trastornos mentales (y un producto tipicamente argentino, por lo delirante y puñetero), quiere privatizar hasta las iglesias. Ademas, ya ha dicho que, como consejeros economicos contratara rabinos israelies y regalara todas las empresas estatales (y el pais) a USA. Cualquier parecido con las ideas de Zelenski no es casual.
La otra, Bulrich, viene de la ultra izquierda, terrorista fanatica trotsko- castro- leninista por los años 70, abjuro de la religion marxista y se paso a la secta religiosa neo liberal de Friedman y dus compinches.