Sociedad
Cataluña aprueba un reglamento laxo para regular los ‘correbous’
Asociaciones animalistas critican que se permita el maltrato a los animales cuando el festejo sea tradicional en la localidad en la que se celebra
BARCELONA// El Govern de la Generalitat aprobó ayer el reglamento que regula los festejos con toros, después de que en verano de 2010 se prohibiesen las corridas. La normativa permitirá la celebración de los correbous, el festejo en el cual no se acaba con la vida del animal, siempre que se produzca de forma “pública” en una localidad en la que sea tradición. El texto aprobado finalmente introduce cambios para aumentar la seguridad en los recintos, pero entidades de defensa de los animales, como la ONG AnimaNaturalis, consideran que “solamente garantiza los intereses y la seguridad de los espectadores y participantes en los correbous, pero no la protección de los animales que intervienen en el espectáculo”.
La normativa contempla la obligación de efectuar una revisión técnica al recinto donde se va a desarrollar el festejo antes de que empiece el acto. Asimismo, prohíbe la “participación activa” de los menores de 14 años, un concepto que para las entidades animalistas es “ambiguo”. Según AnimaNaturalis, “no especifica, como solicitamos, a qué se refiere exactamente”. La directora de la ONG en España, Aïda Gascón, lamenta que la norma “no deja claro que se prohíba que los menores puedan correr al lado, delante o detrás de los toros cuando se trate de modalidades como los bous capllaçats (toros ensogados)”.
“Entendemos que participar activamente significa involucrarse en el espectáculo más allá de la mera expectación y, por lo tanto, los menores deberían tener prohibido correr en los toros ensogados. Pero la ambigüedad del texto nos hace sospechar que esta temporada habrá tantos menores corriendo detrás de los toros como siempre, y nuestras denuncias seguirán cayendo en saco roto”, añade Gascón. Esta prohibición sí queda más acotada en la modalidad de los bous embolats, en la cual el animal corre por las calles con antorchas ligadas a sus cuernos.
Las organizaciones animalistas critican que se permita el maltrato del animal cuando el festejo en el que se produzca sea considerado una tradición, y consideran que el reglamento “se ha hecho a medida” de los taurinos. Denuncian la imposibilidad de llevar ante los tribunales a los participantes en los festejos que propinen patadas a los toros, como suele suceder en los correbous. AnimaNaturalis critica además que se haya dejado fuera de la regulación a los espectáculos organizados por empresas privadas para los turistas, más aún cuando en este caso no se puede esgrimir el argumento de la tradición para permitirlos.
Los correbous no se corresponde a la fotografía que estáis enseñando. En los correbous el animal no tiene fuego en la cabeza. Aprended…
Al igual que psicoloco, yo soy tambien valenciano, y aficcionado a los «bous al carrer» tan tipicos de muchas localidades de alicante, valencia y castellon, no obstante entiendo y comparto la postura de los abolicionistas de la fiesta. Creo que a estas alturas, y en pleno siglo XXI en que habitamos, las personas deberiamos darnos cuenta de que algunas fiestas y costumbres que tenemos, por muy tradionales que sean, son inhumanas y vejatorias con otros seres vivos que cohabitan con nosotros.
Tengo un hijo de cuatro años y mientras pueda evitarlo no dejare que vea uno de estos festejos, y quiza asi el dia de mañana el fin de esta fiesta este mas cerca.
Que hipocresía. Los animales les dan igual, solo ven banderas.
El independentismo catalán es tan facha como el españolismo al que critican.
Que falsos. Pobres toros.
Totalmente de acuerdo, creo que, en ese caso, CiU y ERC sólo tiraron de banderita.
En cambio, ICV-EUiA, por una parte, y, en el otro extremo Ciutadans y el PP fueron más consecuentes. Los primeros planteaban la prohibición de todos los eventos que impliquen maltrato gratuito de animales. Los segundos planteban mantener su legalidad, desde el nacionalismo español.
La postura del PSC fue de libertad de voto, ni chicha ni limoná.
Yo soy del País Valenciano, donde también se realizan estos espectáculos horribles, y me avergüenzo de esta parte de la cultura de mi tierra de origen.