Análisis
La Federación declara la guerra
"Pocas veces un acto tan devastador resulta, a su vez, tan elocuente y transparente: la asamblea de la Federación ha sido la puesta de largo de la reacción machista que lleva más de una década organizándose a fuego lento", escribe Patricia Simón.
Se acabó. Ha sido la gota que ha colmado el vaso. Ver a asambleístas, entrenadores y trabajadores de la Federación aplaudir y arropar al jefe de la manada. Asistir a cómo una jauría de hombres y unas muy pocas mujeres blindaban al patrón, asentían con fruición cuando le escuchaban responsabilizar a la víctima, se ponían en pie ante las acusaciones a “las falsas feministas” de “destrozar las vidas de las personas”, de poner en peligro el rumbo que estaba adoptando este país.
El machismo más rancio se había reunido para teatralizar un acto ejemplarizante contra las mujeres para que no nos atrevamos a denunciar un abuso de poder, una agresión sexual, cualquier forma de violencia de género. Los recaderos de la plana mayor del negocio del fútbol se desplazaron hasta Madrid para poner pie en pared ante la ola feminista que llevaba cinco días avanzando y que amenazaba con cambiarlo todo.
La Real Federación de Fútbol de España arrebataba así el liderazgo a Vox de la reacción machista y retransmitía en directo su decálogo: señalamiento y responsabilización de la agresión a la agredida, identificación del agresor como la víctima, insinuaciones sobre la estrecha relación entre ambos, criminalización y desacreditación de las feministas, instrumentalización de mujeres de su familia y entorno, alianza con otros hombres presuntamente damnificados también por las mujeres (malvadas, por supuesto)…
Y para que quedase claro, Rubiales señaló una por una a las destinatarias de esta declaración de guerra: Jennifer Hermoso, por haber osado levantarle la voz al amo; las feministas, cuyo trabajo de siglos ha conseguido, en cinco días, dejar claro a la prensa y a las instituciones públicas que no íbamos a consentir ni una violencia impune más contra las mujeres; el Gobierno, su vicepresidenta y ministras que han exigido responsabilidades y su dimisión; y, finalmente, a los medios y periodistas que en estos días se han manifestado en contra del machismo y de la misoginia.
La Federación ha desafiado así a los pilares de un Estado democrático –sociedad civil, representación institucional y medios de comunicación– y la espita que ha desatado la rebelión no han sido las múltiples investigaciones judiciales que arrastra por cuestiones como la venta de la Supercopa a Arabia Saudí.
Ciento cuarenta asambleístas, solo seis de ellos mujeres, se han reunido en una impresionante puesta en escena para decirnos a cada una de nosotras que cuando nos infravaloren, abusen, violenten o agredan, no se nos ocurra alzar la voz, denunciarlo, señalar al victimario. Jennifer Hermoso era el chivo expiatorio al que pretendían sacrificar a la vista de todos, pero su objetivo somos toda una sociedad que avanza en igualdad, en derechos y por tanto, en dignidad, en civismo, en libertad. Exactamente lo contrario que hoy ellos han reivindicado: ellos, «los campeones» del Mundial de fútbol femenino, como les ha bramado Rubiales desde el estrado, porque el «plural masculino en España incluye tanto a mujeres como a hombres», porque «no nos acomplejemos y sigamos utilizando campeones», les ha conminado. Ni Santiago Abascal ha mostrado públicamente tanto odio contra el lenguaje inclusivo. La ultraderecha hoy sabía bien dónde estaba su palco.
Así es como la Federación ha convertido su asamblea extraordinaria en un acto de agresión contra la lucha y los derechos de las mujeres. Por eso, cada argumento del señor Rubiales y cada aplauso de sus palmeros han sido una forma de ensañamiento con la discriminación y abusos que la mayoría de las mujeres sufrimos desde la infancia por eso, por haber nacido mujeres; por eso, cada vez que Rubiales repetía que estaba sufriendo una “ejecución social”, que estaban intentando “asesinarle socialmente”, que estaba siendo perseguido por una “cacería”, resultaba inevitable buscar alguna muestra de rechazo entre los asistentes. Pero eran hienas recibiendo atentas las órdenes de su amo, esperando poder volver a sus territorios, repartidos por todo el país, para reproducir este aviso a navegantes en sus equipos, entre sus trabajadoras, en sus medios afines.
Pocas veces un acto tan devastador resulta, a su vez, tan elocuente y transparente: la asamblea de la Federación ha sido la puesta de largo de la reacción machista que lleva más de una década organizándose a fuego lento. Igual que la victoria del Mundial tenía tanto que ver con la igualdad como con el fútbol, igual que el “pico” que le propinó Rubiales a Hermoso no tenía nada que ver con un beso y todo con el abuso de poder y la violencia de género, esta asamblea que tenía como fin blindar el negocio del fútbol a los machos alfa se ha convertido en una demostración de fuerza de quienes nos quieren sumisas y calladas. Ellos son el sistema. Rubiales es solo su pelele. Ahora toca indagar en los nombres de quiénes le auparon y de quiénes le han mantenido en la cúspide: siguiendo esa senda del dinero encontraremos también a quiénes financian a las organizaciones y partidos involucionistas y antifeministas. El verdadero sistema que se resiste a perder el poder. La verdadera manada. Saben que su tiempo pasó. Pero morirán matando.
Solo lo que vino después nos podía sacar de nuestra estupefacción. El comunicado de las campeonas del Mundial junto con otras jugadoras arropando a Hermoso y anunciando que no volverán a jugar en la selección hasta que cambie la directiva. Y el posterior, de la misma Hermoso, desmintiendo las declaraciones de Rubiales, rechazando cualquier tipo de consentimiento, denunciando las fuertes presiones que ha sufrido para negar lo ocurrido y una frase tan sencilla como profunda: “Sencillamente, no fui respetada”.
Estos días de debate público nos han permitido atisbar la ingente cantidad de defensores de la estulticia que hay en todos los espacios de poder, pero también asistir a una clase magistral de lucha feminista obrera gracias a las futbolistas de la selección.
Las ganadoras del Mundial nos han dado muchas lecciones. Una fundamental es que al patriarcado se le combate unidas y en todos los terrenos de juego, incluida la huelga, los sindicatos, los medios y los juzgados. Pero, sobre todo, tenemos que agradecerle habernos envalentonado a todas para comenzar un MeToo que tiene que atravesar todas las profesiones y ámbitos de la sociedad. Ha llegado el momento. Y ha sido posible gracias a ellas, a las mujeres que nos hicieron vencer el miedo, a las que dijeron Se acabó, a las Sin Miedo.
Te vas a arrepentir, te vas a arrepentir, te vas a arrepentir, te vas a arrepentir, te vas a arrepentir.
Decía el lobito a quien creía una gallinita: un piquito?
Mejor dimite, lobito.
El tal » Jorge Vilda » al igual que el tal Luis de la Fuente se ha dado cuenta que sus nalgas también ha quedado bien retratadas ( llamémoslo vérsele bien el culo ) en una fotografía que ha dado 32 veces la vuelta entera al planeta . Otro » pájaro » que ve que su confortable y cómodo » pesebre » peligra……….» .
PD :
Incluidos también en el llamémoslos » de inmediatos » que no fulminantes ceses
Salud.
Gracias Patricia por tu gran artículo. Las recientes campeonas del mundo lo son de fútbol y también de coherencia, lucha y ejemplo a seguir. No como su entrenador (ni el del fútbol masculino) chaquetero sin ética ni moral, que lo mismo aplaude o condena a su jefe según sienta el viento en contra o a favor de sus intereses. No a los de sus jugadoras que deberían de ser, además de entrenadas, sus protegidas.
Muy buenos estos artículos.
Ahora el también penoso seleccionador nacional Luis de la Fuente emite un comunicado ( para intentar salvar su » pesebre » ) en el que censura sin paliativos y bla , bla ,bla .
¿ Cinismo amasao ? , desde luego que no se le nada censor a este personaje en la » junta/baño de leales » de panzas agradecidas de la Federación española de fútbol . Esta penosa y absolutamente corrompida Federación española no huele ni mejor ni peor que el resto del país ; pues huele y apesta con el mismo tipo de hedor irrespirable .
Salud.
Que de camino nos queda para recorrer, como hombre es hora de deconstruir nuestra educación machista, reflexionar seriamente sobre que hemos hecho para no ser capaces de erradicar esta mentalidad rancia. Tanto hombres como mujeres hoy ya mayores ,hemos transmitido una cierta» normalidad » frente a hechos machistas ,véase violentos, y hemos callado ,hemos mirado por otro lado, eso en aquel entonces era » normal» . Y poco ha cambiado el panorama, las compañeras feministas han dado un paso grande, ahora hay que ahondar en las raíces del machismo, las que están enterradas profundas, atadas y bien atadas.salud.
Con mi compañera durante 51 años creamos y levantamos una maravillosa hija, sus postulados basicos…el respeto mutuo …..Ahora, ante esa Asamblea VOMITIVA Y ASQUEROZA no se debe ceder…Magnifico no le hagan el juego y menos participen en los partidos, como bien indica usted…ES CONTRA TODAS, HOY UNA MAÑANA CUALQUIERA DE ELLAS… LO PODRIDO DE ESOS ES PELIGROS, LOS ENTRENADORES SON DE ALTO RIESGO ( para hombres y mujeres) ANTE SU ACTITUD(La actitud hace referencia a la personalidad) Y OBSERVANDO LA IMPUNIDAD, SE MOTIVEN A COPIARLO…. sino lo han realizado y por eso apoyan para cubrirse.
Campeonas, campeonas, campeonas.
La asamblea de los machos se retrató .
Vaya. Y también ardió un coche cerca de una gasolinera en Formentera
Los tipos ahora, después de haber echo en sus pantalones por de la valiente reacción de las chicas, se presentan como victimas. Si son victimas no lo son de mujeres. ¿ Se someterián a un examen medico anal para demostrar qué fueron victimas de violaciones repetidas por parte de sus compañeros macho man de juego? ¿ Y si en realidad las aceptaron gustosos? Eso no lo podran negar.
Hoy penoso y ya agonizante reino de Borbonia , pero también de » taifas » , de cortijos y de caciques : es más canalla y descarado que el día de ayer ; pero mucho menos que el día de mañana.
Mientras tanto ; gentucilla (a la que no banean) continúa con su personal cruzada en su profundo trastorno mental , utilizando este medio para defecar sus patrañas mentales.
Salud.