Política

Anna López, politóloga: “Si los independentistas no dan su apoyo al PSOE para formar gobierno, seguirán su tendencia a la baja”

La especialista considera que no posibilitar la investidura de Pedro Sánchez puede restar votos a los partidos nacionalistas en las elecciones catalanas. También asegura que PP tiene un problema “estructural en la idea que tiene de España” y que su pacto con VOX es "una condena".

La politóloga Anna López es especialista en el auge de la extrema derecha en Europa y España. FOTO CEDIDA

La doctora en Ciencias Políticas Anna López es especialista en el auge de la extrema derecha en Europa y en Estado español. También es periodista y cuenta con más de 15 años de experiencia profesional en asesoría política y parlamentaria en diferentes gabinetes e instituciones públicas. Ha sido asesora en la Generalitat Valenciana durante el último Gobierno del Botànic. Como investigadora, se centra en los delitos de odio y el análisis electoral.

Atiende esta entrevista por Zoom y un fallo en esta tecnología muestra su imagen al revés. Exclama que está “como el retrato Felipe V en Xàtiva, cabeza abajo”. Más allá de las bromas, se muestra muy preocupada por la entrada de VOX en diferentes gobiernos autonómicos. Lamenta que el PP “le está comprando el marco” al partido ultraconservador y las nefastas consecuencias que esto va a tener en los derechos de las minorías o en la atención a las víctimas de una violencia de género que ahora se niega. Esta estrategia, vaticina, es una «condena» para los populares.

En caso de ir a una repetición de las elecciones generales, ¿cree que el PP puede obtener un mejor resultado?

Tenemos que ver cómo gestiona el PP esta crisis, porque ahora mismo tiene una crisis. Un día está criticando a los socios de Pedro Sánchez, a los nacionalismos periféricos, y al día siguiente quiere pactar con el PNV. Lo que sí creo es que si los partidos independentistas no dan su apoyo al PSOE para que pueda formar gobierno, seguirán su tendencia a la baja, principalmente porque el año que viene tienen elecciones en Catalunya [si se adelantan las elecciones previstas para 2025]. Pedro Sánchez tenía un manual de resistencia y puede inaugurar un manual de estrategia política que en Catalunya ha ido bien. Los resultados del PSC han sido muy buenos y han desactivado el procés

Por tanto, en este choque de bloques necesitamos saber las posiciones definitivas de los partidos y del PP para que todo el mundo tenga la información necesaria para triar su voto. Pedro Sanchez, de manera políticamente muy inteligente, ha dejado hacer al Partido Popular para ver hasta qué punto llegaba. Junts ha dicho que pide amnistía y referéndum. Creo que es pronto para vaticinar a quién beneficiaría una supuesta repetición electoral.

Parece que el PP necesitaría sí o sí a VOX.

Solo puede pactar con ellos. Y tenemos el caso de Murcia, que también puede afectar a esta relación entre el PP y VOX. En este caso, VOX no le da la gobernabilidad al PP por sus exigencias para entrar en el gobierno. Ahí creo que una repetición electoral puede perjudicar a VOX porque es evidente que un 40% de los murcianos y murcianas han votado al PP, uno de los porcentajes más altos de España y en un momento en el que los grandes partidos prácticamente no llegan a porcentajes del 30% de los votos.

«El PP no puede pactar con nadie más porque ha pactado con el partido que niega las autonomías»

¿Entiende el PP la diversidad política y cultural que hay dentro de España?

El PP tiene un problema estructural en la idea que tiene de España. No entienden los nacionalismos periféricos y este problema se ha visualizado en estas últimas elecciones. El PP únicamente puede pactar con UPN; Coalición Canaria, por su parte, ya ha dicho que se abstendría y le daría la gobernabilidad a Pedro Sánchez para que no se pacte con VOX. El PNV también se lo ha dejado muy claro al PP.

La crisis del PP puede ser también de líder, eso se tendrá que ver. Hay que recordar que Feijóo dijo que él tenía una sola oportunidad y se marcharía si no salía bien. Pero, además, ha llegado un momento en el que el PP no puede pactar con nadie más porque ha pactado con el partido que niega las autonomías. Esto se les ha dicho desde las tribunas periodísticas, que el pacto con la extrema derecha funciona en el corto plazo para conseguir la gobernabilidad, pero es una condena porque a posteriori te pasa factura. Luego te hacen un cordón sanitario porque pactar con VOX va en contra de pactos de estado, de los derechos de la minorías y de las mujeres. Esto ha pasado en toda Europa; el Partido Popular debería aprender alemán. 

La coalición PP-VOX sí ha sumado y se ha puesto de acuerdo para gobernar en Castilla y León, Extremadura y País Valencià. ¿En qué puede repercutir que VOX esté al frente de la Conselleria de Justicia e Interior en el País Valencià?

Es muy preocupante. Yo antes trabajaba en la Conselleria de Justicia y conozco las consecuencias de esta nueva consejera [Elisa Núñez]. Controla la policía autonómica, que tiene un grupo especializado en violencia de género y que recibe formación específica en delitos de odio. ¿Qué pasará con ellos? La Conselleria de Justicia en el País Valencià gestiona las oficinas de atención de las víctimas de delitos de odio y las dos únicas comisarías de atención a víctimas de violencia de género de todo el estado español, que son una referencia. Es una red pública en la que hay profesionales multidisciplinares, como un psicólogo, una trabajadora social y una médica. Supongo que VOX las dejará sin presupuesto. 

Además, en el modelo valenciano que se había consolidado se había dotado a los juzgados de servicios especializados en víctimas de violencia de género y menores. Espacios, por ejemplo, para valorar y realizar un informe sobre el grado de violencia al que habían estado expuestos los menores. Estos informes son fundamentales para que los jueces puedan hacer órdenes de detención y de enjuiciamiento. Todo este sistema es público y lo que pase con él tendrá consecuencias para las mujeres víctimas de violencia de género, ya que VOX la considera violencia intrafamiliar. Así lo han especificado en el acuerdo con el PP. Y no nos olvidemos que en Castilla y León, 120 días después de conformar gobierno, se empezó a tramitar la Ley de violencia intrafamiliar.

Por tanto, esto va tener consecuencias, porque tienen un control de la policía y tienen la llave para dotar o no de presupuesto a las oficinas de atención a las víctimas de violencia de género, por donde han pasado más de 80.000 mujeres en ocho años, y para dotar o no de personal a los juzgados.

En diferentes territorios, VOX está intentando quedarse con las carteras de Cultura y Agricultura. ¿Por qué? 

Porque la extrema derecha gana, sobre todo, cuando consigue introducir en la agenda mediática y política temas relacionados con la guerra cultural. Crean lo que llamamos una polarización afectiva: las emociones entran en juego y el odio hacia tu adversario es lo que te motiva a ir a votar, y no tu líder político o el programa electoral. VOX juega esta batalla a través de elementos que polarizan a la sociedad, como los derechos LGTBI, la inmigración y, especialmente, el tema de la lengua.

El ámbito de la agricultura no es menor. No podemos olvidar que el ciclo electoral en España y en Europa no acaba aquí, sino que termina con las elecciones europeas de 2024, y el antieuropeísmo es una de las banderas propias de la extrema derecha. VOX utiliza a los agricultores en una batalla por la supuesta defensa de los intereses nacionales y en contra de las medidas de la Unión Europea contra el cambio climático para ganar votantes. Lo hemos visto perfectamente en Castilla y León cuando se oponían a las medidas de control sanitario contra la tuberculosis bovina. Y esto no es solo una anécdota.

La ciencia ha dejado claro a través de los informes del IPCC que ir en contra de las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, estar en contra de reducir el regadío o de crear zonas de protección marina, a largo plazo es ir en contra de la agricultura y de la pesca.

Sí. Pero uno de los lemas de Santiago Abascal es “Vota VOX, vota campo”. Han disfrazado este proteccionismo al campo con un falso discurso en contra de la Unión Europea, cuando es precisamente la Unión Europea la que dotó a España de los fondos suficientes para que fuese un estado moderno. Pero basan su estrategia en crear un enemigo, y el enemigo del campo es Europa. Esto es común en la extrema derecha francesa o italiana y les está saliendo bien. La agricultura sufre mucho actualmente a causa del cambio climático y también por la competencia de otros países y el mensaje de VOX cala porque simplifica un problema complejo.

El nuevo consejero valenciano de Educación, del PP, ha asegurado que quiere modificar la Ley de Plurilingüismo y eximir a los alumnos de ocho comarcas de la asignatura de valenciano. ¿Por qué cree que fue esta fue su primera medida anunciada?

En diferentes municipios valencianos y en la Generalitat, VOX ha querido demostrar su utilidad a su electorado e intentar cumplir con su programa. Ellos no han escondido en ningún momento que están en contra de las autonomías, que para ellos el valenciano es un idioma distinto del catalán y que quieren imponer el castellano. País Valencià y Catalunya son las regiones donde el voto a VOX ha aumentado en las elecciones generales respecto a las autonómicas. En el País Valencià, por ejemplo han obtenido 108.000 votos más, lo que demuestra que la estrategia de la guerra cultural de VOX funciona. Ahora, el PP le ha dado una vicepresidencia de Cultura y tendrán ese altavoz.

¿Qué es lo más preocupante y es lo que ha pasado en toda Europa? Que esa estrategia se contagie a la derecha conservadora. Las primeras palabras del consejero de Educación del PP están dirigidas a esta batalla cultural. El PP está comprando el marco de VOX porque quiere el voto de la derecha reaccionaria que busca una España más centralizada, que está en contra del procés y que está en contra de los derechos que han adquirido las mujeres y las personas LGTBI. Tampoco quieren una España ni un País Valencià multicultural, van en contra de esta tendencia actual a pesar de no poder frenar la inmigración.

¿El PP ha comprado el marco a VOX o siempre ha tenido en sus filas a un sector ultraconservador? 

Es cierto que dentro de la ciencia política denominamos al PP como un partido atrapalotodo o catch-all. Y en el País Valencià tenemos la particularidad del tema de la lengua y del anticatalanismo, que se ha agrupado mayoritariamente en torno a una parte del PP, y también en partidos minoritarios como Unió Valenciana, pero forma parte de los democristianos y de los liberales. Zaplana se declaraba liberal, Mazón se declara liberal y Juan Cotino se declaraba democristiano; y este ala más dura del PP estaba ahí. Lo que ocurre con VOX es que lo son sin complejos: su discurso explícito es el que hace que tenga esa base electoral en el País Valencià con alrededor de 400.000 votantes. Es un caso paradigmático de una extrema derecha trumpista y que le ha ganado la partida al PP. La mayoría de votantes de VOX vienen del PP.

Con la actual Ley de la radiotelevisión valenciana los medios públicos funcionan de manera independiente al gobierno de turno. ¿Cree que intentarán mermarlos o controlarlos?

Sí, yo creo que apostaran por quitarle recursos y dejarles prácticamente en el esqueleto, en lo mínimo que marca la Ley. También por externalizar contenidos en productoras y personas afines a ellos de la derecha mediática para instalarse así en los programas. Y tienen otra carta: cambiar la Ley.

«En el discurso del odio de la palabra se pasa a la acción».

¿En qué se parece y se diferencia VOX a otras extrema derechas europeas?

El programa de VOX es Dios, patria y familia. La extrema derecha española se parece a la de Italia y Polonia en la religión, en su concepto de familia y en que están en contra de los derechos de las personas homosexuales y de las mujeres; y en su pasado de dictaduras muy similares, especialmente el caso de Italia. Esto les diferencia de la extrema derecha francesa o holandesa, que apuestan por un chovinismo en el que sí otorgan derechos a los homosexuales. Allí, el enemigo son los ciudadanos de segunda y tercera generación de origen musulman, a la que consideran una religión peligrosa y atrasada.

Desde el punto de vista económico, la extrema derecha francesa, holandesa o de los países nórdicos es chovinista del bienestar. Mientras, nuestra extrema derecha es neoliberal, y esto se aprecia bien en sus propuetas sobre IRPF, donde proponen dos tramos: ricos y pobres. Esta diferencia es muy visible en el Parlamento Europeo porque la extrema derecha está dividida en dos grandes grupos, el de reformistas y conservadores, donde está España, Hungría y Polonia; y el de identidad y tradición, donde está la ultraderecha francesa. No obstante, no debemos olvidar que el año pasado se reunió toda la extrema derecha en Madrid para elaborar la estrategia de cara a las elecciones europeas. Son una familia aunque tengan diferencias.

Realizó su tesis doctoral sobre España 2000. ¿VOX le parece muy diferente a este partido que se ha manifestado contra la libertad religiosa?

En el programa no son muy diferentes porque son antiglobalistas. La diferencia es la capacidad y la estructura. El financiamiento europeo detrás de VOX y el apoyo mediático que ha tenido no tiene nada que ver. La clave de VOX ha sido la imagen: se han puesto el traje y han abandonado la imagen ultra que desprende España 2000. 

¿El mensaje de la extrema derecha cala sobre todo en sectores muy jóvenes de la población?

Sí, tenemos datos. Los jóvenes que se sitúan en el espectro ideológico más a la derecha del arco parlamentario se ha multiplicado por cuatro respecto a 2019. Hace cuatro años, solo el 3% de los jóvenes de 18 años se declaraba de extrema derecha, ahora esta cifra ha crecido hasta el 12%. VOX tiene muy claro que las redes sociales son el futuro. Es el primer partido en Tik Tok e invierte mucho en crear mensajes que calan. Esto también lo compra Ayuso: recordemos el polémico tuit del 12 de octubre del “yo soy facha”. Facha ha pasado de ser una descalificación a ser un adjetivo guay, de alguien políticamente incorrecto y rebelde. Por tanto, la extrema derecha española no se entiende sin el blanqueamiento del PP. 

 ¿Existe el riesgo de que esta radicalización derive en violencia contra ciertos colectivos?

En el discurso del odio de la palabra se pasa a la acción. Ya tenemos sentencias de las fiscalías de delitos de odio sobre bulos en redes sociales de simpatizantes de VOX que acusan de violaciones a marroquíes. Esto es una realidad.

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Comentarios
  1. Las desgracias nunca vienen solas:
    Desde Valencia Laica- Europa laica lamentamos la salida de CARLES MULET del Senado ya que con su trabajo, propuestas y preguntas había demostrado que en esa Cámara se podía hacer un trabajo digno. Y no podemos hacer otra cosa que agredecerle a Carles Mulet su trabajo constante y su reivindicación de la memoria democrática, y su defensa sin paliativos de la laicidad de las instituciones. Esta salida del Senado nos deja a muchos colectivos sociales con una sensación de «orfandad».
    Ningún otro diputado, ni ningún otro senador (ni siquiera en el seno de su propio partido) denunció los privilegios de la Iglesia, el escándalo de las inmatriculaciones exigiendo que volvieran al patrimonio público, el no cumplimiento de la memoria democrática. El ahora ex-senador se había convertido en la cámara alta en una voz crítica (y única) contra las decisiones políticas que otorgaban o apuntalaban privilegios contrarios a la aconfesionalidad del Estado español (recogida en la Constitución); ha propuesto, ha preguntado, ha criticado y ha estado presente allí donde se le requería para defender la memoria democrática y la laicidad del Estado. Ha defendido con determinación la sanidad pública, la escuela pública y la dignidad de las lenguas del Estado. Político de izquierdas con un compromiso incuestionable.
    Pero la vida interna de los partidos le ha dejado fuera. Nos gustaría que el senador que le sustituye, Enric Morera mantuviera esa actitud y capacidad de trabajo, que Carles Mulet ha dejado en un listón muy alto. La trayectoria del ex senador Mulet ha sido la que debería tener cualquier servidor público: intentar mejorar la vida de la gente y luchar por los derechos democráticos todavía no conseguidos como un estado laico o los derechos de las victimas del franquismo, y contra la simbología y el poder que todavía conserva el fascismo.
    Cuaquier colectivo que le planteara una reivindicación a Carles Mulet, sabía que iba a ser escuchado y atendido por el senador: siempre ha respondido a quienes le pedíamos el apoyo. Algo que en nuestra asociación echamos tanto en falta.

  2. Los independentistas están entre la espada y la pared.
    Yo entiendo perfectamente que no se sientan españoles. Hay pueblos más evolucionados que otros y no se resignan a que les sometan aquellos que saben menos.
    En el estado español transitamos a dos velocidades, o dicho de otra forma, frecuentamos distintas ondas.
    Si una pareja no se aviene, lo civilizado es que se separen civilizadamente; pero aquí entra en juego el machismo carpetovetónico: o eres mía o te mato.
    El pueblo catalán, un pueblo sensato y con sentido de la justicia, quería celebrar pacíficamente un referendum y la respuesta del macho sometedor fue enviarles las fuerzas represivas del reino de España para que los molieran a palos. El ejército de la «democracia» española, cuyos últimos demócratas aún siguen en las cunetas, ya estaba preparado para intervenir.
    Si la bruticie carpetovetónica no se hubiera cargado a la República española seguro que no existiría ahora la necesidad que tienen los catalanes de independizarse de esa bruticie que va en aumento día a día y año en año.

  3. Pareces de ultraderecha. Que es lo que no has entendido del texto? Efectivamente en los lugares donde gobiernan ya se están empezando a cargar la estructura social que apoya a las mujeres vulnerables. Respecto a la UE tu jefesito lo ha proclamado a los 4 vientos: salir. Del estado autonómico se lo carga, para mayor gloria de la una, grande y libre. El País Valencià existe tanto como Catalunya, Galizia o Euskadi. Te han puesto la cabeza como un bombo, mejor tiene la cabeza como un bombo

  4. No tienes ni idea de lo q hablas, derechos de las mujeres!?? Derechos LGTBI!!?? Jajaja??? , desde cuando no tienen derechos?? Mientes y falseas lo q queréis son chiringuito y subvenciones para los lobbies LGTBI, con el artículo 14 de la Constitución vale, vox respeta a las mujeres y gay, no quiere chiringuito y no es anti europa, pide soberanía para los países ya está. El país Valencia no existe. Solo sabéis manipular y mentir

  5. Creo que el nacionalismo catalán gana más apoyando la investidura de Sánchez que forzando la repetición electoral. Porque el mismo día de la investidura habrá llamadas filofascistas al asalto del Congreso, como mínimo.
    La confrontación le viene bien a sus respectivos intereses políticos, tanto al nacionalismo españolista como al independentismo catalán.

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