Sánchez y Díaz convierten a Abascal en el blanco de las críticas a la derecha

«El señor Feijóo, representado hoy por el señor Abascal» ha sido una de las muletillas más repetidas por la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, durante el debate a tres en RTVE. Ante la ausencia del líder del Partido Popular, la candidata de Sumar, y el del PSOE, Pedro Sánchez, han centrado sus críticas en la ultraderecha. Santiago Abascal, con un tono más calmado del habitual, ha comenzado el debate resucitando el bulo de la demolición de presas por parte del Gobierno.

El rechazo de Alberto Núñez Feijóo a debatir con el resto de fuerzas políticas con posibilidad de gobernar tras las elecciones del 23J ha sido nombrado hasta en 22 ocasiones, según cálculos de la propia Televisión Española. Lo han hecho tanto los candidatos de la izquierda como el propio moderador del debate, el periodista Xabier Fortes, quien ha lamentado no contar con los cuatro líderes de las cuatro principales formaciones políticas en España.

Díaz ha logrado hacer malabarismos entre la defensa del Gobierno de coalición con el PSOE y la presentación de un programa propio más ambicioso que el de su socio. Lo ha hecho, de manera muy clara, en el ámbito de la Vivienda: «Ha llegado tarde», le ha espetado a Pedro Sánchez después de que este sacara pecho por la Ley de Vivienda, aprobada al final de la legislatura. La líder de Sumar, además, ha criticado «las políticas fallidas del PSOE» en esta materia y ha logrado huir de los intentos de Sánchez por lograr su aprobación en varios temas.

Más allá de estos desencuentros puntuales, «Yolanda» y «Pedro» (como se han referido entre ellos el presidente y la vicepresidenta del Gobierno durante todo el debate) han hecho tándem contra Santiago Abascal, que ha sacado a relucir el pack completo de la ultraderecha: negación de la violencia de género, estigmatización del colectivo LGTBI (sobre todo de las personas trans, refiriéndose a las mujeres transexuales como «hombres que se autoperciben como mujeres») o criminalización de la inmigración («los inmigrantes ilegales denigran a los barrios»).

Díaz ha logrado llevar la iniciativa contra las propuestas de la extrema derecha, principalmente en el segundo bloque sobre política social, donde ha mostrado una foto de dos diputados de Vox en Valencia riendo entre ellos durante el minuto de silencio en protesta por el asesinato de una mujer por violencia de género. Una concentración en la que la ultraderecha se desmarcó de la pancarta que denunciaba el crimen.

La vicepresidenta también le ha recordado al candidato de Vox que mintió hace apenas dos semanas al vincular un crimen sucedido en Madrid al «disparate migratorio» a pesar de que el presunto asesino era español. El tuit con la falsa información aún sigue publicado en la cuenta de Twitter de Abascal.

Sánchez, por su parte, ha logrado salir airoso del debate, algo que no sucedió durante el cara a cara con Núñez Feijóo en Atresmedia. Su papel ha sido el de defender las políticas de su gobierno y asentarlas en una hipotética nueva coalición para así «caminar hacia el progreso» frente al retroceso propuesto por la derecha y la extrema derecha.

El narco Marcial Dorado reaparece en el debate

La relación de Alberto Núñez Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado se ha convertido en un eje de la campaña electoral en esta última semana después de que la líder de Sumar pidiese al candidato popular que explicase sus fotografías junto a él en un yate en 1995. En el debate, ha vuelto a ser la vicepresidenta la que ha sacado el tema, aunque en este caso interpelando a Santiago Abascal ante la ausencia de Feijóo: «A mí lo que no me parece normal es atacar así a una persona que no está», ha respondido Abascal, ante lo que Díaz le ha recordado que «podría estar y no está».

Horas antes del debate, Feijóo ha vuelto a mentir sobre su supuesta amistad con el narco durante una entrevista en el programa Al Rojo Vivo, de La Sexta, donde ha asegurado que Dorado «no tenía ninguna acusación» por narcotráfico cuando se tomaron esas fotos a bordo de su yate. La hemeroteca, sin embargo, ha vuelto a poner en un aprieto al candidato del Partido Popular, al demostrar que en los años 90, el ABC situaba a Marcial Dorado en «el circuito de la coca» en Galicia tras ser detenido en el marco de la Operación Nécora.

En ese mismo artículo se define así la casa del narco: «Hubo más de uno que quedaría estupefacto al comprobar con sus ojos algo tan propio de un montaje cinematográfico para filmes de James Bond de la última etapa. Al entrar en la casa de uno de los arrestados, la de Marcial Dorado, en la isla de Arosa, observaron atónitos como en la misma existe una piscina con fondo de cristal, bajo el cual se encuentra una bodega-discoteca para ver, mientras se fuma, charla o bebe, las evoluciones de los bañistas».