Política
El PP concede la presidencia de las asambleas de la Comunidad Valenciana, Aragón y Baleares a la ultraderecha
Los políticos de Vox que la formación de Feijóo ha aupado a las instituciones hacen gala de su negacionismo climático, su machismo y su homofobia.
La irrupción de la ultraderecha en las instituciones continúa con el beneplácito del Partido Popular. La formación que preside Alberto Núñez-Feijóo ha cerrado acuerdos con Vox para gobernar, entre otras comunidades autónomas, la Comunidad Valenciana, Aragón y Baleares. Y la presidencia de los parlamentos de estas tres regiones recae ya en representantes de la fuerza neofascista.
Este lunes, 26 de junio, se ha confirmado que al frente de las Corts Valencianes se sentará Llanos Massó, diputada de Vox durante la última legislatura. Su elección se mantuvo en secreto hasta el último momento, pero finalmente ha obtenido el respaldo de 53 diputados de los 99 que conforman el parlamento autonómico, los 40 del PP y los 13 de Vox.
Massó, antigua delegada de Harte Oír-Derecho a Vivir en Castellón, ha destacado como parlamentaria por su virulencia contra las políticas educativas y lingüísticas del gobierno de Ximo Puig. Esta política ultracatólica también se ha caracterizado por su oposición a las políticas de igualdad y a la financiación de las organizaciones que, en su opinión, «viven de la violencia de género». Igual de contundente se ha mostrado contra las políticas que intentan hacer frente a la emergencia climática.
Por su parte, Marta Fernández, una recién llegada a la política, presidirá las Cortes de Aragón. En su primera inclusión en una lista electoral ha conseguido auparse hasta un cargo de gran importancia institucional. Antes trabajó en el departamento de recursos humanos de una empresa de instalaciones de gas. En sus redes sociales (se desconoce si por corporativismo) se ha mostrado escéptica respecto al cambio climático. Con todo, eso no ha sido lo más grave, ya que también ha negado la violencia de género y ha arremetido contra las personas migrantes.
En cuanto accedió a la presidencia de las Cortes aragonesas borró sus cuentas de Twitter e Instagram, donde también exhibía un activo negacionismo sobre las vacunas contra la COVID-19. Antes de que Fernández se vinculara a Vox, su madre también probó suerte en política: en 2011 fue candidata al Ayuntamiento de Borja (Zaragoza) por el Partido Popular, aunque no consiguió ser elegida.
Pero el nombramiento más sonado ha sido el de Gabriel La Senne para presidir la asamblea balear. El PP no ha tenido reparos a la hora de conceder ese puesto a un político que se ha distinguido por hacer bandera del machismo, el negacionismo climático y la homofobia en sus redes sociales. Su frase «las mujeres son más beligerantes que los hombres, porque no tienen pene» se ha hecho tristemente famosa tras su llegada al cargo.
Conociendo sus antecedentes, el PP consintió en promocionar a La Senne, un abogado que se define como «católico y liberal» [sic] y que ocupaba el séptimo puesto en las listas de Vox. Su elección fue instantánea: consiguió una mayoría absoluta en la primera votación gracias a los 34 apoyos de PP, Vox y Sa Uniò, partido de la derecha regionalista de Formentera.
Acuerdos ideológicos
Borja Sémper, portavoz de campaña y rostro amable y moderado del PP, justificó la cesión de las presidencias de estas cámaras autonómicas diciendo que son cargos que no tienen «contenido político programático». El programa de Vox, en cualquier caso, ha permeado las políticas populares, ya que (con la excepción de Extremadura) los de Feijóo han abrazado las tesis de la llamada «batalla cultural» ultraderechista allí donde ha sido necesario para acceder al poder.
En el ámbito municipal hay muchos ejemplos de ello. Así, destaca la buena sintonía de ambas formaciones respecto a la emergencia climática. En consecuencia, han pactado la reducción de las zonas de bajas emisiones hasta el mínimo exigible por las leyes europeas. Y en una decisión más sorprendente si cabe, se han comprometido a borrar los carriles bici de las calzadas de varias ciudades: en Elche, Valladolid, Gijón o Palma ya lo han anunciado públicamente y sin complejos.
PP y Vox también van de la mano en su desprecio/exclusión al colectivo LGTBi: si el partido de Santiago Abascal colgaba una lona en Madrid con una ilustración en la que se lanzaba la bandera arcoíris a la papelera (junto a otros logos vinculados al feminismo, el comunismo o el independentismo catalán), el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, tampoco permitirá (otro año más) que ondee en la fachada del ayuntamiento durante las próximas fiestas del Orgullo.
Actualización: 26 de junio, 14.30h
Con un cinismo superlativo, la ultraderechista de Vox Marta Fernández, ha exigido en sus primeras palabras en el Parlamento aragonés “respeto a las opiniones contrarias” y “buenas formas”, sorprendente petición de quien ha destacado, es el único mérito político que se le conoce, por insultar, difamar, y extender su mensaje de odio contra sus rivales políticos y minorías sociales acosadas por la ultraderecha.
La presencia, en un cargo relevante de la arquitectura «democrática» aragonesa, de quienes niegan la violencia machista, el cambio climático o la utilidad de las vacunas contra el Covid-19, y que quieren disolver las instituciones de auto-gobierno aragonesas no ha dejado indiferente a nadie pasando por la hipócrita alegría contenida de sus socios del PP, a la tibieza del PAR, o la tristeza y preocupación del resto de formaciones con representación parlamentaria.
(Noticias Arainfo.org)