Economía
El IBEX mantiene 681 filiales en paraísos fiscales
Al ritmo actual –con un descenso del 1% en un año–, las sociedades del IBEX tardarían casi un siglo en eliminar toda su presencia en paraísos fiscales.
Las empresas del IBEX van eliminando año a año su presencia en paraísos fiscales, pero a un ritmo insuficiente. Según denuncia Oxfam Intermón, el descenso se sitúa en el 1% entre 2020 y 2021, lo que deja una cifra de 681 filiales en este tipo de territorios ese año. A este ritmo, remarca la organización, las 35 compañías que componen el selectivo tardarían casi un siglo en abandonar por completo estos lugares de laxa tributación.
A pesar del descenso, el dato supone el triple de su presencia en 2009. Tras la crisis financiera, las grandes sociedades cotizadas españolas comenzaron a crear este tipo filiales en paraísos fiscales, con el objetivo de obtener mayores beneficios gracias a la elusión fiscal. Entre 2011 y 2013, la empresas del IBEX duplicaron su presencia en estos lugares. Diferentes filtraciones como los Papeles de Panamá han permitido conocer una parte importante de estos movimientos. Ello, unido al rechazo de la opinión pública, ha provocado que las empresas hayan dado de baja algunas de estas filiales, aunque de una manera lenta.
Estos pequeños pasos, sin embargo, «no demuestran un compromiso sólido con la responsabilidad fiscal» que garantice que las empresas «pagan los impuestos que les corresponde donde les corresponde», denuncia el informe Asignatura pendiente. Los escasos avances en responsabilidad fiscal de las grandes empresas, de Oxfam Intermón. Asimismo, la ONG subraya que “el número de empresas que está llevando a cabo algún grado de avance son una clara minoría, y en una gran mayoría de casos estos son parciales y no llegan a integrar un marco efectivo de responsabilidad fiscal”.
Dentro del IBEX 35, tres empresas acaparan la mitad de las filiales en paraísos fiscales de todo el selectivo: Banco Santander (187 filiales), ACS (82) y Ferrovial (65). El estudio señala a siete empresas como responsables del 75% del total de las filales en estos territorios desde 2009: ArcelorMittal, Acciona, Repsol, Banco Santander, ACS, Ferrovial e Iberdrola.
Delaware (EEUU), Suiza, Países Bajos, Luxemburgo, Irlanda o Singapur son algunos de los lugares preferidos por estas sociedades, los cuales han «adoptado intencionadamente marcos fiscales y legales que permiten a los no residentes (personas físicas o jurídicas) reducir al mínimo el importe de impuestos que deben pagar donde realizan una actividad económica sustancial», explica Oxfam. Así, el Estado de Delaware cuenta con 358 filiales de 16 empresas; Países Bajos, 73 filiales de 13 compañías; en Luxemburgo, 72 empresas dependientes de 14 grandes grupos; e Irlanda, 60 de 12.
Delinquir, destruir, perjudicar a la sociedad, estos son los frutos de la codicia humana.
Menos mal que sólo estamos dos días en esta tan generosa como maltratada Madre Tierra.
ONGs de 21 países instan a la UE a no ratificar el acuerdo comercial con el bloque MERCOSUR usando como coartada la nueva ley de deforestación
Con motivo del Día Internacional de la Biodiversidad y mientras los ministros de Comercio de la Unión Europea se reúnen esta semana en Bruselas, 50 grupos ecologistas y de derechos humanos expresan su gran preocupación porque la UE utilice su nueva regulación para frenar la deforestación vinculada a la importación de determinadas materias primas para ratificar el acuerdo comercial con MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
«El comercio actual entre ambos bloques debe cambiar radicalmente, ya que es el principal causante de la deforestación, las violaciones de los derechos humanos y la emergencia climática, y el acuerdo comercial solo empeoraría esta situación crítica, contraviniendo la política ambiental de la UE. La actual política comercial de la UE está diseñada para destruir los bosques y sus gentes.
Un examen de las relaciones comerciales UE-MERCOSUR revela que la UE importa anualmente productos básicos de países del Mercosur con una huella de deforestación de 120.000 hectáreas, además de evidenciar que los flujos comerciales de la UE están vinculados a la violencia contra las comunidades locales. El acuerdo comercial otorgará cuotas arancelarias preferenciales a productos como la carne, el azúcar, el arroz y el bioetanol, y reducirá los aranceles a la exportación de soja y biodiesel a base de soja. De esta forma, el acuerdo perpetuaría el papel de los países del MERCOSUR como proveedores de materias primas y productos básicos a la UE, al tiempo que aumenta la deforestación, las emisiones de gases de efecto invernadero, así como los conflictos por la tierra y la violación de derechos humanos en América del Sur….
(Noticias E. en A.)