Sociedad

La libertad de prensa tampoco está garantizada en el norte global

El cálculo político, la persecución de las fuentes, la concentración de los medios en pocas manos y el acoso continuo (especialmente a las mujeres) compromete el libre ejercicio del periodismo.

Imagen de una protesta en favor de la liberación de Assange, el año pasado en Londres. ALISDARE HICKSON (CC BY-SA 2.0)

Hoy es el Día Mundial de la Libertad de Prensa y se suceden las declaraciones oficiales señalando la importancia de proteger este derecho fundamental. Sin una prensa libre no hay democracia, podría ser la frase que resumiera todas ellas. Pero alzar la voz en los foros internacionales es fácil; otra cosa es actuar, tomar medidas para conseguir una defensa efectiva del libre ejercicio del periodismo.

También es fácil señalar, desde Occidente, a los países que peor tratan a los y las periodistas. Están en la mente de todos: Arabia Saudí, China, Rusia, Irán, Afganistán… Es necesario que se conozcan esos abusos, pero la persecución, o el acoso, o simplemente la falta de financiación (que condiciona, cuando no ahoga, a la prensa independiente) también son habituales en el llamado norte global. Ayer, sin ir más lejos, la secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejcinovic Buric, alertaba sobre las crecientes «presiones indebidas, intimidación, violencia y otras formas de injerencia en el trabajo [de los informadores] en muchos países europeos».

España tiene a un periodista preso (Pablo González) en otro país de la Unión Europea (Polonia). Se le acusa de espiar para Rusia y lleva un año de prisión preventiva, sin una fecha para su juicio, sin poder ver a sus hijos, con una comunicación enormemente restringida con la madre de los mismos, con trabas continuas a la hora de hablar con su abogado, que también tiene dificultades de acceso a la instrucción del caso. El Gobierno español ha pasado de puntillas por el tema.

Otro caso paradigmático de cómo funciona la prensa en los países que, supuestamente, más respetan la libertad de su ejercicio es el de Julian Assange. Sus revelaciones sobre los crímenes de guerra perpetrados por Estados Unidos en Irak le llevaron a refugiarse durante 10 años en la Embajada de Ecuador en Londres. Cuando perdió la protección ecuatoriana fue trasladado a una cárcel británica a la espera de su extradición. Allí ha permanecido los últimos cuatro años. En total, 14 años privado de libertad por airear unos delitos que se publicaron en cabeceras de prestigio como The New York Times, Le Monde, The Guardian o Der Spiegel. Assange no es periodista como los que elaboraron aquellas piezas, pero sí es una fuente, una pieza imprescindible a la hora de hacer periodismo, y como tal debería ser protegido en una democracia.

Los socialistas españoles protagonizaron hace pocas semanas un hecho muy elocuente en el Parlamento europeo: votaron en contra de una declaración en apoyo a los periodistas encarcelados en Marruecos y a favor de la libertad de prensa en el país vecino. Un ejemplo de cómo el cálculo político se impone a los Derechos Humanos. El Gobierno tampoco ha suspendido/reformado/derogado la llamada Ley Mordaza, y parece que no lo hará en esta legislatura. De esta forma, grabar y difundir la violencia ejercida por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante una manifestación podría ser considerado un acto constitutivo de delito y ser penado con multas que van de los 600 a los 30.000 euros.

Otros peligros (no tan obvios) para la libertad de prensa

El secretario general de la ONU, António Guterres, pronunció un mensaje para celebrar el Día Mundial de la Libertad de Prensa. En él señalaba varios de los peligros que padece: «El hecho de que los medios de comunicación estén concentrados cada vez más en manos de unos pocos, el hundimiento financiero de decenas de organizaciones independientes y la multiplicación de leyes y reglamentos nacionales que amordazan a los periodistas están expandiendo la censura y amenazando la libertad de expresión».

Edwy Plenel, exdirector de Le Monde y ahora a la cabeza de la web independiente Mediapart, hablaba de «tentación oligárquica» para explicar la fijación de los grandes poderes económicos por el control de la información. Estos magnates pueden decir: «Tengo el origen por nacimiento, tengo las redes, tengo el conocimiento y tengo, sobre todo, el dinero. Por tanto, sé mejor que el mismo pueblo lo que es bueno para él». Lluís Bassets, en su libro El último que apague la luz (2013), daba nombres, a modo de ejemplo, para entender mejor el caso: «Donde más se nota que el periódico ya no es el periódico es en su declinante capacidad de presión sobre los poderosos, sean los Gobiernos o sean las grandes empresas. La única manera que tienen de mantener algo del poder de antaño es convirtiéndose en una de ellas, integrándose en grandes conglomerados de medios, como es el caso de Murdoch, o mixtos, como es el imperio de Berlusconi». De Il Cavaliere dice Bassets que fue mucho más lejos, no se conformó con poseer el relato, y «en vez de condicionar desde sus medios al poder político, al estilo de Murdoch, prefirió tomar el poder directamente y ponerlo al servicio de sus intereses y empresas». Hasta tal punto están relacionados periodismo y democracia.

Hoy sabemos que John Milton pecaba de ingenuo cuando recomendaba que combatieran la Verdad y la Falsedad. «¿Quién pensaría que la Verdad podría verse disminuida en un encuentro libre y franco?», escribió en su Areopagítica. El caso de Cambrigde Analytica desmiente al viejo poeta. Esta empresa trabajó para la campaña presidencial de Donald Trump e influyó decisivamente en el triunfo del Brexit difundiendo toda clase de discursos de odio e información tóxica a través de Facebook. Importantes medios de comunicación como Fox News (no sólo webs radicales como Breitbart News), con el apoyo económico de Rupert Murdoch y con presentadores sumamente populares como Tucker Carlson, adoptaron los mismos métodos espurios y dejaron al periodismo gravemente herido.

A diferencia de los medios independientes, a estos heraldos de la mentira nunca les faltó una financiación generosa para acometer sus actividades impunemente. O dicho de otra forma: a Murdoch mentir, hipotéticamente hablando, aun recibiendo por ello fuertes sanciones económicas, le saldría muy barato; un medio independiente, en cambio, podría poner en juego su misma supervivencia si dijera la verdad. Tener que afrontar los gastos de un juicio por difamación, aun siendo inocente, lo llevaría a la quiebra. Este es uno de los muchos peligros que afronta el periodismo del llamado «mundo libre», una libertad de prensa que pueden ejercer, arteramente, sólo unos pocos.

Pero esos son problemas del Primer Mundo. En otras latitudes al periodista incómodo se lo elimina sin miramientos. En 2022, según datos de Reporteros Sin Fronteras, fueron asesinados 55 periodistas y cuatro trabajadores de medios de comunicación. El siniestro marcador indica que ya son siete los asesinados en 2023 y que hay 570 detenidos. Y para las mujeres periodistas el panorama, en el ejercicio diario de su profesión, es aún peor.

La perspectiva de género

Según un informe de 2021 elaborado por la Unesco, el 73% de las periodistas encuestadas afirmaron haber recibido amenazas online. «Las amenazas de violencia sexual y asesinato son frecuentes y en ocasiones se extienden a sus familias», dice el documento. Estas intimidaciones se producen también en la vida real, no sólo en Internet, «y a veces tienen consecuencias devastadoras». Cuando los datos se observan en detalle, de forma interseccional, los porcentajes son aún más desproporcionados: el 81% de las periodistas negras ha recibido amenazas, una cifra que se eleva al 86% de las indígenas, el 88% de las judías y el 88% de las lesbianas.

Si la periodista, además, tiene un prominente perfil público, como es el caso de Maria Ressa, el acoso puede llegar a ser insoportable. La premio Nobel filipina, cuyo caso es analizado pormenorizadamente en el informe de la Unesco, llegó a ser increpada, en persona, por seguidores del presidente Duterte en la misma redacción de Rappler, el medio que dirige. En redes sociales, los insultos de toda índole se han sucedido sin interrupción a lo largo de los años. Y lo mismo ha ocurrido con la persecución judicial. De hecho, aun sin Duterte en el poder, todavía corre el riesgo de pasar el resto de su vida en la cárcel.

El pasado 8 de marzo, según publicaba Reporteros Sin Fronteras, 73 mujeres periodistas pasaron el Día Internacional de la Mujer entre rejas. Varias de ellas han sido sometidas a malos tratos y torturas.

«En este Día Mundial de la Libertad de Prensa –decía Guterres para finalizar su discurso–, el mundo debe hablar con una sola voz. Paren las amenazas y los ataques. Dejen de detener y encarcelar a los periodistas por hacer su trabajo. Paren las mentiras y la desinformación. Dejen de acosar a la verdad y a quienes la cuentan».

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Comentarios
  1. TOD@S CON INSURGENTE.ORG
    Lleva más de dos meses sufriendo un ciberataque lo cual se traduce en que sus contenidos hacen pupa a los poderosos.
    Esta es la prensa radical de izquierdas y que la gente verdaderamente de izquierdas no podemos permitir que nos priven de ella.

  2. La que sí está garantizada es la manipulación, tanto la de la prensa como la educacional. Así se explica como la juventud española desconoce la historia real de los últimos cien años de este país.

    Prohibir a la iglesia el negocio de la educación, Antonio Maestre.
    «La Iglesia y el Opus, como purulencia doctrinal, tienen que ser apartados de manera radical de los espacios educativos, tanto públicos como privados, para dejarla como un reducto privado que no tenga poder para influir en la vida pública»…
    Opus Dei un lobby ultra al que permitimos operar sin ningún control, en los colegios, sigue en los institutos, manipulando las notas, y acaba en los consejos de administración, la judicatura y el poder político….
    https://www.lasexta.com/el-muro/antonio-maestre/prohibir-iglesia-negocio

  3. Yuval Noah Harari: “No sé si los humanos podrán sobrevivir a la Inteligencia Artificial”
    El historiador israelí advierte que el poder se está desplazando por primera vez en la historia. “Hemos inventado algo que nos quita poder. Y está sucediendo tan rápido que la mayoría de la gente ni siquiera entiende lo que está pasando”.
    “La democracia es básicamente conversación. Personas que hablan entre sí. Si la IA (Inteligencia artificial) se apodera de la conversación, se acabó la democracia”, afirmó.
    La nueva generación de IA no se limita a difundir los contenidos que producen los humanos. Puede producir el contenido por sí misma.
    Se trataría, dice Harari, de un poder para manipular el discurso público nunca antes visto, puede tomar decisiones sobre ti y sobre mí. Esto no es una predicción futura. Esto ya está ocurriendo”.
    “Una compañía farmacéutica no puede lanzar un nuevo medicamento al mercado sin pasar antes por un largo proceso de regulación. Es realmente extraño y aterrador que las corporaciones puedan lanzar herramientas de IA extremadamente potentes a la esfera pública sin ninguna medida de seguridad similar”, dice indignado.
    Finalmente, advierte que es tarea de los gobiernos procurar esas medidas: “Con todo el debido respeto a Elon Musk y Zuckerberg o a los otros jefes de las grandes empresas tecnológicas, no son elegidos por nadie, no representan a nadie excepto a sus accionistas y no hay razón para confiar en ellos.”
    https://www.infobae.com/america/mundo/2023/04/23/yuval-noah-harari-no-se-si-los-humanos-podran-sobrevivir-a-la-inteligencia-artificial/

  4. Así interrumpieron una conversación del Antony Binken para pedir la libertad de Assange (vídeo).
    La conversación la llevaban a cabo un periodista del Washington Post y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. Los mencionados hablaban (¡tremenda paradoja!) sobre la libertad de prensa.
    Fueron interrumpidos por activistas que pidieron la libertad de Julián Assange, el fundador de Wikileaks que, precisamente, se encuentra encarcelado por su labor periodística que todos conocemos.
    https://insurgente.org/asi-interrumpieron-una-conversacion-del-antony-binken-para-pedir-la-libertad-de-assange-video/

  5. Por eso…y por muchas cosas más… GRACIAS!!!!!!!
    MIL GRACIAS POR VUESTRO TRABAJO!!!
    PARA LLEGAR A «DIOS» HAY QUE APRENDER A SER HUMANO.
    VUESTRA DIGNIDAD ES ESENCIAL EN ESTE PRECIOSO Y ASQUEROSO MUNDO.
    UNHA APERTA

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