Economía

Así han bajado los salarios: como si trabajáramos gratis casi 11 días

En 2022, los salarios registraron un recorte del 3,2% en el mundo y del 5,5% en España, según un estudio de Oxfam Intermón.

Foto: Ministerio de Trabajo y Economía Social

Los salarios han bajado en el mundo un 3,19% en 2022. España, en concreto, es uno de los países con mayor pérdida de poder adquisitivo: un 5,5%, o lo que es lo mismo, trabajar gratis casi 11 días*. En cifras anuales, se calcula una pérdida media de 1.523 euros el pasado año. Son datos obtenidos de un nuevo análisis de Oxfam Intermón, realizado con motivo del Día internacional de las personas trabajadoras. 

«Esta realidad contrasta con los abultados beneficios obtenidos por los principales grupos empresariales durante este año pasado y que ayudan a explicar el fuerte repunte de los precios que tanto castiga a las personas trabajadoras y las familias», denuncia la organización.

Según el informe, y la espera de datos más actualizados, en 2021 una persona trabajadora en España necesitaba trabajar más de 147 años para alcanzar la retribución anual promedio de un consejero ejecutivo del IBEX 35 (es decir, más de cuatro vidas laborales). Oxfam Intermón asegura que esa brecha solo ha podido empeorar como consecuencia del intenso aumento de márgenes empresariales experimentado por las empresas durante la crisis de precios de 2022.

Mil millones de trabajadoras y trabajadores de 50 países han sufrido un recorte salarial medio de 685 dólares en 2022 –una pérdida conjunta de 746.000 millones de dólares en términos reales–, en comparación con lo que habrían ganado si los salarios hubieran crecido al mismo ritmo que la inflación. Las cifras se basan en los datos más recientes publicados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y organismos gubernamentales de estadística.

“Los altos ejecutivos nos dicen que necesitamos mantener los salarios bajos mientras ellos y los accionistas de sus empresas se embolsan cantidades desorbitadas”, afirma Franc Cortada, director general de Oxfam Intermón. “La mayoría de las personas trabajan más tiempo por menos dinero, y no pueden hacer frente al aumento del coste de la vida. Años de austeridad y ataques a los sindicatos han ensanchado la brecha entre los más ricos y el resto de la población. En un día en el que deberíamos celebrar a la clase trabajadora, esta flagrante desigualdad resulta a la vez alarmante y, tristemente, nada sorprendente”, prosigue Cortada. 

Los salarios de los altos ejecutivos

En Brasil, por ejemplo, los sueldos han disminuido un 6,9%, mientras que, en Estados Unidos y Reino Unido, el recorte promedio ha sido del 3,2% y del 2,5%, respectivamente. Sin embargo, los salarios de altos ejecutivos de India, Reino Unido, Estados Unidos y Sudáfrica aumentaron un 9% en términos reales (un 16% sin ajustar por la inflación), según el estudio de Oxfam Intermón. Del análisis se extraen también datos como los siguientes: 150 de los ejecutivos mejor pagados de India percibieron, de media, un millón de dólares el año pasado, un aumento real del 2% desde 2021. Uno solo de estos ejecutivos gana en cuatro horas más que un trabajador medio en todo un año.

Además, cien de los directores ejecutivos mejor remunerados de Estados Unidos amasaron, también de media, 24 millones de dólares en 2022, un aumento real del 15% frente al año anterior. Un trabajador medio de Estados Unidos tendría que trabajar 413 años para igualar el salario anual de uno de estos directores ejecutivos mejor pagados del país. El 50% de las mujeres afroamericanas de Estados Unidos ganan menos de 15 dólares la hora.

Oxfam también muestra en su informe que los cien directores ejecutivos mejor pagados de Reino Unido en 2022 ganaron, de media, cinco millones de dólares, lo que supuso un aumento real del 4,4%. Esta cifra equivale a 140 veces más de lo que percibe un trabajador medio en ese país. Los dirigentes ejecutivos mejor pagados de Sudáfrica, por su parte, ganaron unos 800.000 dólares en 2022, 43 veces más que el trabajador medio, y su salario real aumentó un 13% respecto al año pasado. 

Récord de dividendos

Además, los dividendos de los accionistas alcanzaron un récord de 1,56 billones de dólares en 2022, un aumento real del 10% en comparación con 2021. Las grandes empresas de Estados Unidos repartieron 574.000 millones de dólares entre sus accionistas, más del doble del recorte salarial real de las y los trabajadores del país. Los accionistas brasileños percibieron 34.000 millones de dólares, prácticamente la cantidad que las personas trabajadoras perdieron en términos de salario real.

«Los desorbitados pagos a accionistas benefician a los más ricos de la sociedad, exacerbando la desigualdad«, insiste Oxfam Intermón. En Sudáfrica –sostiene–, el 95% de los bonos y participaciones en grandes empresas están en manos del 1% más rico de la población, y el 62,7% pertenece al 0,01% más enriquecido. En España, 86 de cada 100 euros repartidos como dividendos y otros rendimientos financieros acaban en manos de apenas un 10% de la población. En Estados Unidos, el 1 % más rico posee el 54% de todas las acciones en manos de los hogares, según el informe. 

En otro estudio reciente, Oxfam Intermón muestra que uno de cada cinco países no grava las ganancias de capital, y que la tasa impositiva promedio sobre este tipo de ingresos es solo del 18%, mucho menor que los impuestos sobre los ingresos del trabajo. En España, el tipo marginal máximo aplicado sobre los dividendos se encuentra en el 26%, muy por debajo del aplicado sobre las rentas salariales más altas (47% en el tramo estatal). 

“Las personas trabajadoras están cansadas de ser el chivo expiatorio cada vez que hay una crisis. La inflación también tiene que ver con cómo se distribuye la renta entre empresas, trabajadores y contribuyentes”, explica Franc Cortada. “Los gobiernos deberían dejar de apoyarse solo en subidas de tipos de interés y la austeridad para aplacar la inflación. En su lugar, deberían aumentar la presión tributaria sobre los que más ganan, introduciendo tipos marginales máximos más altos”. 

“Además, los gobiernos deben poner en marcha o ampliar, si ya están en funcionamiento, los impuestos extraordinarios a los beneficios excesivos de las grandes empresas. Asimismo, deben garantizar que los salarios mínimos se actualizan con la inflación, y promover acuerdos plurianuales por sectores o empresas que faciliten la recuperación salarial, especialmente de los salarios más bajos, estableciendo objetivos concretos de aumentos vinculados a la evolución de los márgenes empresariales. Todas las personas deben poder ejercer su derecho a la sindicación, la huelga y la negociación colectiva”, concluye Cortada.

* Por error se publicó en el titular que la pérdida de poder adquisitivo equivalía a casi 11 días de trabajo al mes, cuando los cálculos del estudio son anuales. Actualización 3/5/2023.

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Comentarios
  1. Yuval Harari: en el futuro las personas no serán necesarias.
    «Es peor sentirse inútil que estar explotado. En el siglo XX, un obrero podía ir a la huelga. Ahora, con la automatización, los obreros son prescindibles. Ir a la huelga, ¿para qué? Si nadie te necesita…»
    Lo que estamos viendo con la nueva economía del siglo XXI es que la automatización destruye un montón de empleos y crea otros nuevos, pero esos nuevos empleos demandan altos niveles de destreza y mucha gente no va a poder hacer esa transición. No le puedes pedir a un conductor que se recicle en diseñador de videojuegos. No estará explotado, pero será prescindible. Y esto es mucho más peligroso. No te sirve de nada ir a la huelga, ¿para qué? Si nadie te necesita…
    Bill Gates «aconseja» al trabajador que no proteste ni se queje por nada pues el patrón tiene muy clara la elección entre una persona trabajadora y sus derechos y el robot que no pide salario, ni vacaciones, ni se enferma, ni falta al trabajo, ni se queja por nada.

    ¿Tanto «progreso» para llegar a esto?
    Pardillos, somos unos pardillos, nos dejamos enredar una y otra y otra vez.

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