Sociedad
Elysium City hoy: incredulidad y esperanza en Castilblanco (y 3)
En Castilblanco, los vecinos y vecinas tienen dudas sobre la viabilidad de Elysium City, pero consideran que es la única oportunidad para la zona
Resulta complicado encontrarse con alguien por las calles de Castilblanco (Badajoz) un lunes de febrero por la mañana. Las temperaturas han subido en los últimos días pero el ambiente sigue siendo frío en este pueblo de la Siberia extremeña de 864 habitantes. Bien abrigado, un hombre zarandea unos zapatos en la puerta de su casa para quitarles el barro. En la plaza del pueblo, donde también está situado el Ayuntamiento, cuatro personas se congregan en la puerta de la farmacia esperando su turno para entrar. Una imagen de tranquilidad que, sin embargo, podría ser cosa del pasado en unos años.
A pocos metros del consistorio, se levanta una pequeña casita de ladrillo visto de dos alturas, de apariencia descuidada y con el número pintado a mano. Viéndola, cuesta imaginar que es la sede de todas las empresas que tienen o han tenido relación con Elysium City, el proyecto situado en el término municipal de Castilblanco que pretende construir una macrociudad inteligente de 1.200 hectáreas cuyas obras deberían comenzar antes del próximo 1 de julio.
El proyecto, que obtuvo la declaración de impacto ambiental favorable a finales de 2022, planea hasta 18.000 plazas hoteleras, parques temáticos, un parque digital y un centro deportivo, así como un hospital y un centro educativo privados. También dispondrá de zonas residenciales, comerciales, oficinas y un parque de energía solar.
La sensación de los vecinos y las vecinas de la localidad mezcla la incredulidad con la esperanza. Todos los castilblanqueños preguntados por este medio manifiestan dudas sobre la viabilidad del proyecto: “Yo no creo que vaya a salir adelante”, asegura una mujer en la puerta de la farmacia. Sin embargo, la mayoría añade una coletilla al final: “aunque ojalá”.
Es la esperanza de una población que se desangra y que ve en Elysium City la penúltima oportunidad de sobrevivir. “El año pasado murieron 45 personas y solo nació un niño”, explican en el Ayuntamiento de Castilblanco. A ello hay que sumar a quienes abandonan su pueblo en busca de futuro. “Mi hijo me dijo que había encontrado trabajo en Navalmoral de la Mata (Cáceres). Yo le dije: ‘vuela’”, cuenta otro vecino en uno de los bares del municipio. Y añade, haciendo un juego de palabras con el nombre de la comarca, “esto no es Siberia, esto es ‘miseria’”.
Promesas incumplidas
Las dudas de los habitantes de Castilblanco están justificadas. En los últimos años les han prometido un campo de golf, luego un ‘nuevo Eurovegas’ y, ahora, la ciudad inteligente de Elysium City. Detrás de todos estos proyectos siempre ha estado el empresario sevillano Francisco Nuchera, propietario de la mayor parte de los terrenos y actual promotor desde la empresa, Castilblanco Elysium Corporation. En la actualidad, la compañía dice estar pendiente de la petición de la licencia de obras para comenzar las obras, pero no aclara en qué estado se encuentra la búsqueda de inversores ni tampoco si hay algún acuerdo ya cerrado.
Es la primera vez que uno de los proyectos propuestos para esta zona de la Siberia extremeña alcanza este punto. El anterior, una ciudad megalómana que mezclaba Eurovegas con Disneylandia, está plagado de sombras, tal y como ha desvelado lamarea.com. “No superó los filtros administrativos necesarios”, reconoce la Junta de Extremadura. Por su parte, Francisco Nuchera sostiene que los nombres más conocidos durante la fase inicial del proyecto, Francisco de Borbón y John Cora, no poseen ninguna vinculación con el proyecto actual.
Desde el Ayuntamiento de Castilblanco aseguran no haber tenido acceso a ningún documento relacionado con el primer proyecto, a pesar de que acudieron a la presentación que se llevó a cabo en Mérida en diciembre de 2018. “Nosotros acudimos porque nos invitaron desde la empresa”, explica María de los Ángeles Merino (PP), alcaldesa de Castilblanco. Asimismo, reconocen que esa primera idea de Elysium City era irreal y desmesurada.
Sobre el planteamiento actual, tanto la alcaldesa como el secretario evitan dar su opinión, aunque remarcan la necesidad de invertir en la España vaciada. Asimismo, destacan que los aspectos más técnicos cumplen con la ley: “No hay afección de zonas ZEPA [Zona de Especial Protección de Aves] y se han hecho todas las mediciones lumínicas, sonoras, visuales y medioambientales para que se integre en el terreno y para que sea eficiente en el ciclo del agua y energéticamente”.
Otro de los puntos en el que hacen hincapié es que todo el perímetro de Elysium City estará abierto al público. “Esto no es como Valdecañas, que es una urbanización privada. Aquí, quien quiera podrá entrar”. Los vecinos, sin embargo, no creen que vayan a disfrutar de “la ciudad del pecado”, como la llaman en uno de los bares del pueblo, ya que el coste de los servicios será inaccesible a sus bolsillos.
Un lío empresarial en una casita de pueblo
Entre el Ayuntamiento y el número 5 de la calle Reyes de España, propiedad de la alcaldesa de la localidad antes de la democracia, apenas median 50 metros. Allí se ubica el domicilio social de Castilblanco Elysium Corporation SA, la actual empresa promotora, además de otras dos compañías propiedad de Francisco Nuchera: Castilblanco Elysium Health SL y Castilblanco Elysium Digito R Comunicacion SL. Según Nuchera, se trata de dos empresas inactivas que serán usadas en el futuro en diferentes ámbitos de la ciudad.
En enero de 2019, esa misma casa fue utilizada como domicilio social de la empresa que presentó el primer proyecto, Alpha Themisyu Holding, el cual finalmente no salió adelante. Dicha compañía logró mantenerse fuera del foco mediático hasta el punto de que tanto desde la Junta de Extremadura y los medios de comunicación siempre se habló de Cora Alpha, una presunta empresa californiana, como la promotora de Elysium City. Dicha compañía nunca existió en California ni tampoco en España, tal como ha confirmado lamarea.com.
Sin embargo, la información empresarial que más atención mediática ha suscitado es la deuda de casi dos millones de euros que la sociedad Nuchera & Nuchera, propiedad de Francisco Nuchera, mantiene con la Agencia Tributaria. La noticia fue recuperada en enero de 2023, poco después de la aprobación del proyecto por parte de la Junta de Extremadura.
Según ha explicado el empresario a este medio, “no es un tema ni de IVA ni de IRPF”. Nuchera lo define como “una diferencia de criterio” con Hacienda, y destaca que la deuda está avalada con el patrimonio de la empresa. Asimismo, el promotor de Elysium City hace hincapié en que esta deuda no tiene relación con el proyecto de Castilblanco y ha facilitado a este medio certificados de la Agencia Tributaria y la Seguridad Social de su persona y de la empresa Castilblanco Elysium Corporation SA que atestiguan estar al corriente de las obligaciones tributarias.
Llevan 27 años jugando con la necesidad de perspectiva del pueblo perdiendo cada proyecto en limbos administrativos que no son otra cosa que especulación urbanística nuchera deja ya de jugar con la ilusión de un pueblo con historia de siglos…en este tiempo el pueblo ha perdido 500 habitantes !!YA BASTA!!
¡Castillos en España! y una expresión que los franceses dicen para proyectos megalómanos
Otro » trapi» más………….
Salud.