Internacional

[MAPA] La sombra de la extrema derecha que oscurece a Europa

Con cada vez más votantes, estas opciones políticas se presentan como disruptivas a pesar de que sus programas pivotan en torno al neoliberalismo.

Recepción de Santiago Abascal a Marine Le Pen en Madrid. VOX ESPAÑA / Licencia CC0

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MAPA BUENO

Adaptadas todas y cada una a sus escenarios nacionales, el crecimiento de la extrema derecha en Europa es uno de los fenómenos más nocivos para la consecución o asentamiento de los derechos para las mujeres, las personas del colectivo LGTBI o migrantes, siempre en la diana. En ocasiones, de una forma literal. Donald Trump y Jair Bolsonaro se hicieron con el poder en Estados Unidos o Brasil, pero la ultraderecha también toca poder en Filipinas e India; y Europa no es una excepción.

Sus consignas han calado de manera reciente entre la población sueca, siempre considerada como el paraíso del estado del bienestar y la socialdemocracia; la ganadora en las elecciones de Italia no reniega del dictador Benito Mussolini; y los mandatarios de Hungría y Polonia continúan con su agenda autoritaria y restrictiva en cuanto a derechos sociales.

Amelia Martínez Lobo es la responsable de proyectos de la Fundación Rosa Luxemburgo en Madrid, entidad desde la que estudian el crecimiento de la ultraderecha parlamentaria, entre otras investigaciones. “Las extremas derechas tienen distintas versiones. Algunas intentan extender un ideario cercano a postulados fascistas y otras son tremendamente conservadoras”, explica la investigadora.

‘Salvadora’ de mujeres

La cuestión que interpela directamente a los derechos de las mujeres también se divide. Por un lado, algunas extremas derechas defienden que las mujeres deben volver a su rol tradicional de madre dentro de la casa, pero otras retuercen algo más la lectura de la coyuntura y explotan, así, una discriminación para aumentar otra. Aquí encontraríamos, según Martínez, a Marine Le Pen en Francia, quien proclama que solo ella defenderá a las mujeres de las violaciones que cometerán las personas migrantes en el caso de que consigan asentarse. “Ella habla de las mujeres blancas, claro”, apuntilla la investigadora.

Las extremas derechas ligan migración con inseguridad, un discurso que compran cada vez más sectores de la izquierda que, una vez dentro de su marco, normalizan relatos que siempre conducen a empeorar la situación de las personas migrantes.

Las elecciones del pasado septiembre en Italia han sido la puerta por la que entrará el primer Gobierno posfascista en un país fundador de la Unión Europea (UE). Giorgia Meloni lidera una coalición junto a Forza Italia, del derechista Silvio Berlusconi, y Liga Norte, del ultraderechista Matteo Salvini. “Venimos de una fase histórica en la que estas fuerzas políticas se han normalizado y crecido a nivel electoral. Lo que pasa ahora en Italia es que, mientras hace años la extrema derecha era la hermana pequeña, ahora el partido de Berlusconi, encuadrado en el PP europeo, pasa a ser la muletilla de Meloni”, explica el profesor de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona Steven Forti, autor de Extrema derecha 2.0 (Siglo XXI, 2021).

De Polonia a Suecia

Los ataques a las mujeres y al colectivo LGTBI son constantes en estos mandatarios. Nuria Alabao, periodista y experta en extremas derechas y género, lo documenta tras estudiar los últimos movimientos por parte de Polonia y Hungría. “En Europa central y oriental hay un mayor conservadurismo social en valores, que ha encontrado cierta correlación con el nacionalismo; así que los líderes políticos entienden que es algo que hay que exprimir para reforzar su proyecto político”, determina.

En ambos países se vive con cierto desafecto hacia los valores liberales: “Dicen que la supuesta ideología de género y de los derechos humanos es una imposición occidental o de la UE, y así refuerzan su vena soberanista”, agrega Alabao. Lo sucedido con el derecho al aborto en Polonia es buen reflejo de ello: todo partió de una iniciativa legislativa popular de la organización Ordo Iuris, que consiguió las firmas necesarias para que fuera tratada en el parlamento y así restringir aún más el derecho al aborto, medida que el partido en el poder, Ley y Justicia, apoyaba. “Al final, una sentencia del Tribunal Superior anuló el supuesto que permitía el aborto si corría peligro la vida de la madre o el feto”, concluye la experta.

Ordo Iuris también presentó otra iniciativa llamada STOP Pedofilia para prohibir la educación igualitaria en las escuelas, y el Gobierno terminó sustituyéndola por “una preparación a la vida familiar, con una visión muy conservadora de las relaciones sexuales y de género”, añade Alabao. Ella misma indica que en Hungría y Polonia han aprobado una enmienda constitucional que impide a los homosexuales adoptar hijos. En Hungría, además, el sexo de una persona se define únicamente como el sexo consignado en el nacimiento para impedir el reconocimiento de las realidades trans. Y han prohibido los estudios de género en las universidades.

Suecia ha sido uno de los últimos países en saltar a este escenario oscuro en el que la extrema derecha representa su mejor papel: el de partido antisistema que, paradójicamente, no infunde miedo a aquellas instituciones que detentan el poder. Demócratas de Suecia dio el campanazo a partir de los años 2000. “¿Por qué? Porque tenemos la idea de una Suecia rica, igualitaria y a la vanguardia de la socialdemocracia, pero esa imagen edulcorada esconde la desigualdad tan pronunciada que sufren”, se pregunta y responde Juan Fran Albert, director de Al Descubierto, un centro de investigación sobre extrema derecha.

La inmigración fue otro de los puntales que supieron explotar desde Demócratas de Suecia. Según Albert, el país abrió las fronteras en 2015, pero el problema vino con la avalancha de solicitudes que llevó al Gobierno a echar para atrás la medida al ser inviable. En sus términos, “el proceso de integración tampoco ha sido el correcto, un poco similar a Francia”.

Este partido nórdico ha creado sus propios medios de comunicación, en los que magnifican cualquier caso de violencia en el que participe alguna persona que sea leída como enemiga. “Y los socialdemócratas tienen bastante culpa del aumento de la extrema derecha en el país porque, en lugar de contrarrestar la narrativa que vincula migración a delincuencia, la han legitimado”, añade Albert. Aunque los socialdemócratas no han salido mal parados en las últimas elecciones, “eso nunca es positivo porque estás regalando el terreno a la extrema derecha”.

Actualización 9/11/2022 a las 12.52 h.

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Comentarios
  1. Que manía con intentar mentir acerca de los gobiernos de derechas. Los gobiernos de izquierdas y extrema izquierda si que son un verdadero peligro.

    Por donde pasa la izquierda no crece la hierba y sólo queda un rastro de ruina, hambre y miseria.

  2. Palabras del periodista secuestrado en Polonia, Pablo González, tras recibir el Premio a la libertad de expresión:
    Pablo González agradece desde la cárcel en Polonia (UE) el premio José María Portell a la Libertad de Expresión de la Asociación Vasca de Periodistas-Euskal Kazetarien Elkartea y el Colegio Vasco de Periodistas-Kazetarien Euskal Elkargoa, que se ha celebrado este martes su X edición en Bilbao.
    «Agradezco enormemente este galardón, que de verdad me hubiera gustado no recibir, más que nada porque no creo que esté a la altura de los premiados anteriores. En este mundo nuestro y en medio de la enorme crisis que está viviendo, sigo pensando y defendiendo el derecho a la libertad de expresión y de prensa. Eskerrik asko danori».

  3. Defensa de la pederastia, defensa de la democracia, defensa del derecho a manifestación, derecho de los políticos a robar a los ciudadanos… Es curioso lo mucho que se parecen la izquierda y esa supuesta extrema derecha.

  4. Manifestarse no es delito. Enfrentarse a quienes siembran odio y miedo no es delito. Ser antifascista no es delito. Estos mensajes son los pilares de la campaña por la absolución de los seis de Zaragoza. Una campaña que tras dos años en marcha sigue multiplicándose con un claro objetivo: la libertad de los seis jóvenes condenados.
    Condenados injustamente, sin pruebas incriminatorias, a unas penas absolutamente desproporcionadas: siete años de prisión y 3.000 euros de multa para los cuatro mayores de edad, y otros 11.000 euros para los dos menores, por participar en una protesta ciudadana en rechazo al discurso reaccionario del partido de ultraderecha Vox.
    En estos dos años denunciando el caso han sido numerosas las voces de personas del mundo de la política y de la cultura junto a miles de ciudadanas y ciudadanos que se han alzado ante esta escandalosa situación. Tras visitar las Cortes de Aragón, el Congreso de Madrid y el Parlamento Europeo, la campaña por la absolución de los seis de Zaragoza da ahora un paso más. Se constituye como plataforma estatal e inicia una serie de actos para seguir visibilizando sus demandas por diferentes ciudades, realizar encuentros con agentes públicos y poner en marchas varias iniciativas institucionales.
    Los motivos de esta campaña según sus organizadores son «en primer lugar, defender los derechos y libertades de la mayoría en un momento donde vemos como las voces e ideas autoritarias avanzan en todo el mundo; y en segundo lugar, denunciar como se condena a unos jóvenes de manera totalmente injusta, fruto de un montaje policial». «Entendemos que se juzga el derecho mismo de manifestación en el que se fundamenta cualquier democracia. Por lo tanto, la sentencia atenta contra los principios básicos de los derechos humanos y, por desgracia, no es la primera en este sentido. Pero, ¿Será la última?», se preguntan desde la plataforma.
    Y es que todo el mundo debería pedir la absolución de los seis de Zaragoza.
    Los seis de Zaragoza no pueden ir a la cárcel. Los seis de Zaragoza «son inocentes porque no hay pruebas objetivas. Y no las hay, porque son inocentes». «Tenemos que seguir, no queda otra. El fascismo nos quiere con miedo, el miedo se identifica con el silencio», ha repetido en diversas ocasiones Francho Aijón, padre de Javitxu.
    Mientras tanto, como dicen Los Chikos del Maíz en «Nómadas», seguiremos cantando «porque el grito no es bastante. Cantamos para sentir el alivio. Cantamos para derrotar al miedo»
    Para informar de todas las actividades de la campaña, desde la plataforma han puesto en marcha una web propia absolucion6dezaragoza.info, además de abrir cuentas en Twitter e Instagram. A través de esta web también se puede colaborar de diversas formas, incluso haciendo donaciones para hacer frente a todos los gastos.
    https://arainfo.org/manifestarse-no-es-delito-la-campana-por-la-absolucion-de-los-seis-de-zaragoza-se-amplifica/

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