Memoria histórica
Schuler-Springorum, experta en memoria democrática: “Para que algo haga efecto en la juventud debe ser un poco antisistema”
La historiadora e investigadora especialista en historia contemporánea de España, Stefanie Schuler-Springorum, acude al I Congreso Internacional La Desbandá, donde reflexiona sobre la memoria histórica de Alemania y España.
Cuando Stefanie Schuler-Springorum vino por primera vez a España en 1982, se quedó alucinada cuando en algunos bares de Galicia la saludaban levantando el brazo al estilo fascista. Para ella, procedente de Alemania, era algo impresionante. Esta profesora de la Universidad Técnica de Berlín, historiadora e investigadora especialista en Historia Contemporánea de España acude al I Congreso Internacional La Desbandá, celebrado en Mollina (Málaga). Minutos antes de su ponencia, reflexiona sobre si Alemania se puede considerar un ejemplo para otros países en lo que a memoria histórica se refiere.
Empecemos por el principio, si le parece bien. Antes de la fundación de la República Federal Alemana (RFA) se juzgó a decenas de personas por crímenes de guerra y contra la humanidad. ¿Las sentencias fueron entendidas y aceptadas por los alemanes?
No, yo creo que no. El pueblo alemán, tras los primeros años después de la Guerra, estaba en una situación ambivalente. Por un lado, agradecidos porque se estaba juzgando a los culpables, y el pueblo llano, la gente normal, por decirlo de alguna forma, se sentía absuelta. Solo los muy malos eran los culpables. Pero, al mismo tiempo, se veía que esa justicia era de los ganadores, y la sociedad pensaba que los estadounidenses y los rusos también habían cometido atrocidades en otros momentos pero a ellos nadie los juzgaba.
Tras la puesta en marcha de la RFA (República Federal de Alemania) esos juicios cesaron inmediatamente. Muchos de los procesados fueron puestos en libertad y otros tantos consiguieron mantenerse en los puestos que ocupaban antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.
¿Se podría afirmar que existió cierta continuación desde el nacionalsocialismo hasta la RFA?
Las cúpulas de las organizaciones nazis sí que fueron ajusticiadas o huyeron, pero yo diría que la segunda línea de la jerarquía se mantuvo, sobre todo en los cuerpos policiales, la academia, la justicia, los ministerios y todo lo relacionado con el aparato del Estado, también en el periodismo.
Cuando se fundó la RFA, liberaron a muchos encarcelados con alguna excusa o montajes judiciales, y hasta 1959 no se hubo un tribunal meramente alemán por crímenes de guerra. La nueva justicia en la parte oriental ni mucho menos era el proyecto de la RFA, tuvieron que ser los jóvenes abogados o fiscales quienes impulsaron los juicios que hubo.
O sea, que en eso no se diferenció demasiado Alemania de lo que sucedió en España.
Aquí la diferencia clave es que en 1945 mi país perdió la Guerra y los aliados nos decían que los crímenes que habíamos cometido tendrían que ser llevados a los tribunales -incluso hubo gente que terminó condenada a muerte en Nuremberg-. En España, Franco murió en la cama, ganó la Guerra Civil y hasta hace bien poquito la contienda era tratada como una guerra fratricida en la que se equiparaba a los dos bandos, en la que era mejor no remover las cosas; pero nadie institucionalmente dijo que la sublevación fue un ataque a la república democrática de las fuerzas fascistas europeas, y tampoco nadie ha sido juzgado. Puede sonar un poco patético, pero yo agradezco que los aliados nos ganaran la guerra.
Después hubo una nueva generación alemana más joven que sí quiso hablar de lo sucedido, sobre los años 60, pero sin atender directamente a la historia judío-alemana. ¿Cuánto tiempo tuvo que pasar para que las víctimas tuvieran el espacio que merecían?
Un espacio de verdad a nivel social, en la memoria, no empezaría hasta la década de 1980, unos 40 años después de los sucesos. Y aquí sí que hay un paralelismo con España, porque a nivel generacional está ocurriendo lo mismo.
La primera vez que los alemanes confrontaron el silencio impuesto a las víctimas fue tras el visionado de Holocausto, una serie de televisión estadounidense. ¿Por qué, muchas veces, un país no es capaz de relatar su propia historia?
No podemos olvidar que la historia de un país es la historia de su gente, personas de una misma familia. Si tu abuelo ha sido un asesino fascista y tú querías mucho a tu abuelo cuando eras pequeño, es difícil que quieras ver representados los crímenes que cometió. Sí que pienso que los pueblos son capaces de hacerlo, pero tardan mucho. Mi hija, por ejemplo, se centra en el cambio climático o el antirracismo. Ve esto de la memoria histórica como algo antiguo y obsoleto, y es normal, dentro de lo que cabe.
En España, la nueva Ley de Memoria Democrática blinda a los torturadores franquistas. Por el momento, muchas de las víctimas han acudido a la justicia argentina para encontrar algo de verdad.
Ese es el verdadero sentido de la justicia universal, el introducir valores y referencias, valores que compartimos universalmente y que nadie debe quedar impune en el caso de no respetarlos. Yo creo que la justicia universal es una meta, muy bonita, pero que nunca la lograremos. Aun así, es importante que esos criterios claros nos guíen.
Sobre todo, en un momento en el que la subjetividad individual se premia por encima del conocimiento colectivo y se piensa que todas las opiniones sobre cualquier tema son válidas.
Sí, justo eso. Nos tenemos que guiar por unos parámetros compartidos, y desde luego que en esos parámetros está no cometer crímenes de lesa humanidad.
Usted afirma que, aunque terminó “colonizada” por la parte occidental, en la Alemania del Este la política de memoria era completamente distinta.
Es un tema muy controvertido. La República Democrática Alemana (RDA) se fundó como un proyecto antifascista mediante la creación de un nuevo Estado comunista. Hay que recordar que el nazismo es lo que yo llamo una dictadura de consenso, en la que el 80% de la población estaba a favor del régimen, así que muchas de esas personas quedaron en la parte oeste del país. De todas formas, aquí sí que el antifascismo era una política de Estado en la que se hablaba de los crímenes cometidos y de Auschwitz, por ejemplo, aunque desde un enfoque de la resistencia y sufrimiento comunista.
El trabajo académico de las dos últimas décadas ha corroborado que, en cuanto al genocidio, no se puede hablar de “el régimen” y “el pueblo” como dos entidades distintas, sino que fue toda la sociedad alemana (excepto la resistencia) la que estuvo involucrada de alguna manera en la dictadura y los crímenes de guerra. ¿Cómo digiere esto la sociedad alemana?
Pues es difícil. Yo diría que, más o menos, sí está aceptado. Por contra, se hizo famoso un libro, Mi abuelo no fue nazi, que ha hecho que muchos de los jóvenes actuales piensen que sus abuelos estaban en la resistencia, y claro, eso no es para nada cierto. A pesar de ello, yo sí veo cada vez más una concienciación de lo que pasaba aquí al lado. Mi madre me contaba que a los cinco años veía cómo deportaban a sus vecinos, y esa conciencia de que esto pasaba en nuestras ciudades y la gente lo sabía, y nadie hacía apenas nada para evitarlo, es algo que se va aceptando.
Hoy en día, Alemania sirve como ejemplo para muchos países en los que se reivindica la memoria histórica. Sin ir más lejos, los saludos fascistas que se repiten continuamente en España están prohibidos en su país. No obstante, por otro lado, muchos dirigentes nazis mantuvieron sus puestos durante la democracia. ¿Qué pudo haber hecho mejor Alemania?
Pues desarrollar esa memoria histórica antes, pero creo que es cuestión de generaciones. Por supuesto, se podría haber hecho mejor llevando a los tribunales a todos los asesinos. El antisemitismo y el racismo siguieron bien metidos en la sociedad, y aún hoy perduran. Es difícil, porque son proyectos educativos que tardan mucho tiempo en hacer efecto.
Una cosa que me preocupa mucho es que para que algo haga efecto en la juventud debe ser un poco antisistema. Cuando era joven luchábamos por el reconocimiento de la memoria histórica, contra el Gobierno, pero ahora es el propio Gobierno el que promueve esa memoria histórica, de arriba abajo, y así se pierde el apoyo de la base. Los jóvenes alemanes han perdido el interés de todo lo que se les enseña en los colegios y en los lugares de recuerdo. En definitiva, la memoria histórica debe ser algo antisistema. Si la hace suya el Gobierno, el interés decae. Ahí hay una tensión que no sé cómo solucionar.
Usted remarca que en la “consciencia pública” de la ciudadanía alemana están desapareciendo cuestiones tan importantes como quién destruyó la república alemana, con qué fines, de qué forma se llegó a la Guerra y la historia económica detrás de todo ello. ¿Por qué sucede esto? ¿Se le ocurre alguna forma de frenarlo?
Quizá me estoy haciendo vieja, pero ahora hay otras cuestiones también muy importantes como la migración y el cambio climático. Muchas veces se dice que, en Alemania, para que la juventud comprenda qué son los Derechos Humanos, debe aprender de su propia historia. Yo creo que debe ser al revés, que no hace falta saber mucho de historia para tener claro que matar a la gente está mal, siempre que nos movamos en esos valores que deben regir al mundo entero, como decíamos antes. Y es que no hace falta hablar del Holocausto continuamente para que la gente sepa que no está bien matar al vecino. Quizá podrían sacarlo un poco de las escuelas para que la gente lo pueda ir descubriendo por sí misma.
Muchos de los procesos que tuvieron lugar con los nazis alemanes se dieron por un simple hecho: perdieron la Guerra. En España, donde ganó el fascismo, la Ley de Secretos Oficiales actual no permite saber ni siquiera lo ocurrido durante los primeros años de democracia, en los que el ejército jugó un papel determinante, y así quedó comprobado en el golpe de Estado de 1981. ¿Usted diría que en España el fascismo sigue en las raíces de las instituciones?
El PP jamás ha renegado del franquismo y, cuando era Alianza Popular, nunca se distanció claramente. Eso lo vemos ahora con los conflictos con la Fundación Franco, algo con lo que hay que acabar cuanto antes. Ahora podemos habar de una generación democrática, pero solo a nivel simbólico. En España nunca hubo una decisión clara de cortar con el pasado, y eso sí que se nota en la judicatura, por ejemplo.
Además, existe cierto debate sobre qué hacer con el valle de Cuelgamuros. ¿En qué cree que debería convertirse el mausoleo para evitar la peregrinación de quienes acuden a él para rendir homenajes a Franco y la dictadura?
Yo abogo por la creación de un centro memorial que no solo hable de la Guerra Civil desde la perspectiva democrática, sino de cómo durante 40 años el franquismo pervivió en España. Y es que me parece el lugar idóneo para hacerlo, porque no hay mayor símbolo de la unión entre franquismo, propaganda e Iglesia.
Historiadores e historiadoras alertan de la invisibilización y la tergiversación de la memoria histórica en los libros de texto. Reclaman para el alumnado, que sabe más del nazismo que del franquismo, un currículum estatal que incluya la represión del régimen o la lucha antifranquista.
Enrique Díez Gutiérrez, profesor titular de la Facultad de Educación en la Universidad de León, asegura que se quedó atónito cuando llevó a sus alumnos de primero de carrera a ver el documental «El silencio de otros». Y no tanto por lo que en él se cuenta, una pieza que navega por las historias de represaliados y represaliadas del franquismo y la lucha de las familias en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación, sino por los comentarios tras el visionado. “Nadie nos había explicado nada de esto”, le comentaron a este profesor, que, movido por esta frase y el déficit palpable sobre memoria histórica con el que el alumnado llega a la universidad, se ha dedicado a hacer un repaso de los libros de texto de Historia….
https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/exhumando-historia-clase-memoria-historica-aula?utm_source=Semana%2020/05/2022&utm_medium=email&u
Ah, ¿pero hay democracia en España, Guillermo?, ¿estaré ciego que no la se ver?
EDUCANDO EN LA CULTURA DE LA PAZ, Y POR UN MUNDO MAS JUSTO.
La derecha de este país, heredera de Franco, dice que la Memoria Histórica es algo del pasado y que sólo interesa a los descendientes de los desaparecidos (es decir a los descendientes de los «rojos»; los «nacionales», los suyos, siguen recibiendo honores y ensalzamientos) «cuando hay subvenciones para encontrarlos».
La Memoria Histórica en las aulas se sigue ignorando con premeditación y alevosía; en su lugar se enseñan asignaturas más provechosas y adecuadas en beneficio de un mundo más justo, como la caza.
Le Memoria Histórica, lejos de ser obsoleta, es TOTALMENTE NECESARIA, pués si este país sigue siendo franquista, incluso la juventud es sociológicamente franquista, precisamente es debido a que no se ha hecho aún VERDAD, JUSTICIA Y REPARACION, lo que equivale a construir el futuro sobre movedizos cimientos, a un futuro incierto y intranquilizador. Es necesario CONOCER EL PASADO PARA COMPRENDER EL PRESENTE Y CONSTRUIR EL FUTURO.
Aclarar que no fue una guerra civil, fue una guerra de clases. La clase alta y la oligarquía caciquil de este país no pudieron digerir la reforma agraria, que las escuelas se multiplicaran y otras muchas reformas que beneficiaban a la clase trabajadora expoliada. Esa fue la «madre» del golpe del 36.
LA CAZA SERÁ NUEVA ASIGNATURA ESCOLAR EN ANDALUCÍA (AnimaNaturalis)
Estudiantes de primaria serán instruidos sobre la actividad cinegética con contenidos elaborados por la Federación Andaluza de Caza, con la excusa de que los niños y niñas “estén en contacto con la naturaleza”.
Desde hace seis años, estudiantes de Extremadura reciben contenido lectivo relacionado con la caza durante jornadas en las que llegan a disparar escopetas para “familiarizarse con ellas”. Ahora, la Junta de Andalucía ha decidido seguir su ejemplo para que los más pequeños “conozcan los aprovechamientos naturales y sostenibles del monte», según la Federación Andaluza de Caza.
XVI SEMANA DE LA MEMORIA Y DE LOS DERECHOS HUMANOS GIULIA TAMAYO.
EN SORIA. 3 AL 10 NOVIEMBRE.
Volvemos a Soria de la mano de Recuerdo y Dignidad, entidad memorialista y tremendamente luchadora de dicha ciudad.
Y LUEGO DICEN QUE EUROPA ES UNA DEMOCRACIA, LA CUNA DE LA DEMOCRACIA.
UN CASO EMBLEMATICO PARA LA PROFESION PERIODISTICA: PABLO GONZALEZ.
CAMPAÑA POR SU LIBERACIÓN (VÍDEO)
El periodista español Pablo González Yagüe fue detenido y encarcelado en Polonia el 28 de febrero de 2022, y desde entonces permanece durante ya más de 8 meses en prisión preventiva incomunicada, sin ningún tipo de acusación formal, incumpliendo al menos 14 artículos de Declaraciones y Convenios Internacionales de Derechos Humanos y Civiles.
No se puede consentir que ningún estado miembro, vulnere los derechos humanos en el territorio europeo, ni vete tanto la libertad de expresión como la libertad de prensa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores no está realizando ninguna actuación diplomática, para lograr que Polonia respete los derechos fundamentales de un ciudadano español, así como todos y cada uno de los procesos judiciales que debe garantizar una democracia.
https://canarias-semanal.org/art/33450/campana-por-la-liberacion-del-periodista-pablo-gonzalez-secuestrado-en-polonia-video
La web de extrema derecha OKdiario sale a la calle y le dan un palo macareno (Video)
Chapeau por el chaval interrogado. Si todos los macarenos fueran tan despiertos como él yo me instalaría en Sevilla.
https://insurgente.org/la-web-de-extrema-derecha-okdiario-sale-a-la-calle-y-le-dan-un-palo-macareno-video/
No culpéis a Franco de que vuestro país sea una mierda. Cómo no iba a serlo con chorradas como la Memoria Pederasta que sólo sirven para robar a los ciudadanos.
Tiene que venir una alemana a decirnos que el sustrato mental franquista sigue siendo hegemónico en España?, Como el nazi en Alemania o el soviético en Rusia???