Sociedad
Los esfuerzos por salvar a los animales de La Palma
Acompañamos a Ricardo Hernández, propietario del SIACAN, a lo largo de su recorrido para localizar a animales abandonados o perdidos durante la erupción del volcán.
“¿Qué hacen todavía aquí? ¡Salid ya, la lava está a punto de llegar!”, grita nervioso un bombero desde su coche en marcha. La situación en la zona es crítica. Pero Ricardo Hernández aún tiene algo que hacer. Tras un buen rato callejeando, finalmente da con la casa. “¿Blanca y negra, con unos bidones fuera?”, pregunta por teléfono a la persona que le dio el aviso. Bingo. Encerrada en un cobertizo se encontró sola, asustada y nerviosa a la perra que buscaba. Si no llega a ser por este palmero de 53 años, el animal habría sido alcanzado por el imponente manto de lava que desciende lentamente camino al mar. «Hacéis un trabajo de la hostia, que lo sepáis», le espeta minutos después a Ricardo un agente de la Policía Local del municipio de El Paso, epicentro de la erupción volcánica de La Palma, que acudió al lugar.
A través de su empresa -Servicio Integral Animal de Canarias (SIACAN)-, y con el apoyo de un nutrido grupo de personas voluntarias, Ricardo se dedica a rescatar a los animales abandonados, perdidos o que las familias no pudieron llevarse a tiempo. Lo hace diariamente, pero la labor se intensifica en situaciones de emergencia como la actual o durante el reciente incendio forestal que afectó a la isla.
El teléfono de Ricardo no es capaz de estar en silencio más de un minuto. Le entran mensajes y llamadas sin parar. Se pone sus auriculares portátiles y, sin parar un momento, gestiona temas logísticos o comparte información con las autoridades. Por lo general, la información que le llega sobre animales en peligro suelen ser datos sueltos, lo que dificulta la labor y genera mucha confusión. Aun así, él siempre insiste hasta dar con ellos, por muchas vueltas que haya que dar.
Pero el tiempo corre. A medida que pasan los días, las posibilidades de rescate son menores. La colada de lava cada vez ocupa más terreno (154 hectáreas, según estimaciones de este miércoles por la mañana), y las zonas empiezan a estar completamente restringidas.
Los rescates los hace a bordo de una furgoneta con varios transportines en la parte trasera. En esta ocasión le acompaña Samuel Sánchez, un joven voluntario de 23 años. Dentro del habitáculo hace mucho calor, pero no queda otra. Las ventanas están cerradas para evitar que entren el intenso olor a dióxido de azufre y los materiales que expulsa con fuerza el volcán, que golpean con fuerza el cristal delantero del vehículo. El sonido fruto de la erupción es cada vez más aterrador, sobre todo cuanto más cerca se está de él.
A estas alturas, muchas calles ya están desiertas y la lava próxima a sobrepasarlas. Así es en la localidad de Todoque, en el municipio de Los Llanos de Aridane, después de que sus habitantes fueran desalojados este martes a toda prisa. El vacío absoluto solo lo rompe algún vecino que apura su evacuación o personal autorizado. «Yo creo que no escapa», se lamenta Samuel cuando el coche pasa por delante de la casa de un familiar. La lava se cierne sobre el hogar y solo es cuestión de tiempo que ocurra el fatal desenlace al que ya se han visto abocadas más de un centenar casas y edificios en toda la isla.
Falta de recursos
Tras los rescates, los animales son llevados a la base de Protección Civil y Ayuda en Emergencias Anaga, en El Paso. Allí, perros, gatos, conejos, cabras, ovejas, pájaros, loros, tortugas, gallinas y hasta hurones son cuidados hasta que se localiza a sus familiares. Si ello no ocurre, se intenta derivar el máximo posible a veterinarios, casas de acogida o albergues, ya que no disponen de espacio y recursos suficientes. Desde la erupción, han pasado más de un centenar de animales. “Necesitamos, sobre todo, transportines y personas que quieran acogerlos temporalmente”, pide Ricardo.
A lo largo del día, acuden a las instalaciones varias personas que quieren donar. Es el caso de Laura, que está de vacaciones con su familia y vino a preguntar qué cosas hacían falta para comprarlas. “Se me parte el alma ver a estos pequeños aquí, muertos de terror en un lugar que no conocen”, se lamenta, a la vez que celebra que al menos estén a salvo.
Si hay una visita que hace cambiar la cara a Ricardo y a las personas voluntarias es la de alguien preguntando por su mascota extraviada. Un ejemplo es Thomas, quien perdió a su podenca tras la erupción del volcán: “¡Samsa!, grita el joven. La perra corrió efusiva hacia él. Había sido recogida horas antes por Ricardo y Samuel en una calle inhóspita donde solo estaba el agente de la Guardia Civil que la encontró y puso un mensaje en su Facebook, clave para dar con su dueño.
Hogar
A pesar de que los días previos a la erupción el Ayuntamiento informó sobre las medidas de evacuación, muchos animales -que avisaron minutos antes de la erupción de la que se venía- se han visto desamparados ante una situación incapaz de gestionar incluso para los humanos. Por suerte, mucha gente de La Palma, como Ricardo, se ha organizado para dar un espacio seguro a todo animal que lo necesite, ya sea doméstico, de granja o salvaje. Cualquier terreno, finca o espacio sirve de refugio. También desde el Cabildo de La Palma, junto con los ayuntamientos afectados, se ha logrado rescatar a cerca de un millar de animales de explotaciones ganaderas.
Buena parte del planeta tiene puestos los ojos en la conocida como isla bonita. Observan, maravillados, lo que es capaz de hacer este fenómeno de la naturaleza no visto desde hace 50 años en España, también en La Palma. Sin embargo, desde dentro de la isla se vive con mucho dolor e impotencia. Afortunadamente, hasta el momento ninguna persona ha perdido la vida. Sin embargo, son muchas las familias que han perdido su casa por completo. También a sus mascotas. Dos de los elementos que más representan la palabra hogar, un término, a su vez, que significa estabilidad, seguridad y paz. Todo eso que ahora mismo no tiene la gente de la isla.
Escribo desde Uruguay. En un articulo denominado «Lo que la lava te da, la lava te lo quita» aprece este comentario:dos tractores empiezan a desmontar el terreno para hacer la nueva vía que conectará la costa con la carretera general, cuya finalidad es facilitar el acceso en menos tiempo a las áreas restringidas y no dejarlas incomunicadas por el volcán. Los trabajos se ejecutan a la altura del restaurante Las Norias, antes de llegar a la subida por Todoque, la cual ha sido cerrada por su proximidad a una de las coladas. Allí, a menos de 10 metros de la lava, malviven varias colonias de gatos. Algunos buscan comida en las pocas casas que quedan en pie, otros reposan tranquilos sobre el manto de cenizas. «Hay uno blanco que tiene toda la espalda quemada», relata un operario de carreteras.
o informo por si se puede hacer algo por esos gatitos