Política | Sociedad

30 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año

Las actuales cifras de asesinatos machistas sí tienen precedentes: apenas han variado en los últimos años, aunque las expertas achacan los últimos repuntes al fin de las restricciones por la pandemia.

Frase en un banco de Orihuela, Alicante. ELVIRA MEGÍAS/POR TODAS

Si hay algo que apenas se ha alterado en este último año y medio anómalo son las cifras de violencia machista. Más allá incluso de este periodo de tiempo que ahora parece que lo abarca todo, estos datos –y, en concreto, los de víctimas mortales– apenas han variado desde el año 2003, momento en que comienzan a elaborarse estadísticas.

Con la confirmación del asesinato por violencia de género de una mujer de 25 años en Tarragona el pasado 30 de julio, el número de mujeres asesinadas por este motivo en España en 2021 asciende a 30 y a 1.108 desde 2003. Pocas horas antes, se había corroborado ya el asesinato de una mujer de 36 años en Málaga, que ocurrió el 2 de agosto. Según datos oficiales, hay otro caso en investigación.

Sin embargo, no es la primera vez este año en la que pocos días concentran varios casos: el pasado mayo, en apenas seis días, y coincidiendo con las semanas posteriores al fin del estado de alarma, cinco mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas. También un menor de 7 años, hijo de una de ellas. No obstante, repuntes como este, en términos de asesinatos, se repiten casi cada año.

De la particularidad que tiene este año ya habían advertido las expertas, al estimar que algo así podría ocurrir una vez cayesen las restricciones más estrictas a propósito de la pandemia. La limitación de la movilidad y las restricciones de horarios han permitido a los agresores mantener el control y la dominación, dos pilares fundamentales en las situaciones de violencia machista.

Este jueves, la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell, lo ha reiterado en una entrevista en Hoy por Hoy, en la Cadena SER: «Hemos dicho varias veces que el fin de las restricciones iba a conllevar un aumento tanto de la violencia más extrema, de los asesinatos, como también de la violencia que sufren las supervivientes: tanto violencia de género en la pareja o la expareja como violencia sexual este verano».

Hasta el 4 de agosto, sin embargo, las cifras de esa violencia más extrema no resultan excepcionales si se tiene en cuenta que, según datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, en la misma fecha el año pasado habían sido asesinadas 26 mujeres, las mismas que dos años antes, en 2018. En 2019, un año en el que hubo 55 asesinatos en total, a estas alturas del año habían sido asesinadas 41 mujeres. Años anteriores siguen una tendencia similar: 34 asesinatos en 2017 hasta el 4 de agosto; 29 en 2016; 28 en 2015 o 35 en 2014.

Nuevas medidas y una voluntad política dispar entre comunidades autónomas

El pasado 27 de julio, el Consejo de Ministros aprobó nuevas medidas dirigidas a mejorar la detección de la violencia machista. Entre otras cuestiones, el Plan de Mejora y Modernización Contra la Violencia de Género contempla la sensibilización de la sociedad y la implementación de mecanismos para que servicios como la Atención Primaria puedan detectar fácilmente situaciones de violencia de género.

En Hoy por Hoy, Rosell ha matizado que medidas como esta o la implementación de puntos violeta sirven para reforzar «la estructura de la que ya disponíamos en las comunidades y las entidades locales contra la violencia machista». Dado que las competencias en este sentido recaen sobre las comunidades autónomas, la delegada del Gobierno ha denunciado las diferencias entre unas y otras: «Hay algunas con más voluntad política y muy buenas prácticas en violencia machista y otras con menor compromiso».

«Hay mucho compromiso contra la violencia, pero hay que denunciar a quien no está a la altura», ha añadido. Entre las últimas, según Rosell, está la Comunidad de Madrid: «El nivel de ejecución en la Comunidad de Madrid en torno a 2018-2019, fue del 70% pero dejaron un 30% del dinero sin gastar y van dejando recursos tanto municipales como autonómicos que son muy necesarios para las mujeres. Esa voluntad política que propició el Pacto de Estado no puede echarse a la basura por hacer pactos con la ultraderecha porque es un discurso negacionista de la violencia de género y hace mucho daño a las mujeres».

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Comentarios
  1. CADENAS (Benda «No nos taparán»)
    Soy una mujer con las cosas claras. Soy fuerte, resistente, sensible, inteligente, valiente. Con carácter, una mujer de armas tomar y corazón de hielo, derretido. He ganado con el sudor de mi frente cada logro y éxito del que gozo.
    Me he descompuesto y vuelto a componer pieza a pieza miles de veces. Me he cuestionado mi ser de pies a cabeza, para caminar hacia la mujer en la que me quiero convertir.
    He trabajado horas y horas en algo que no me gustaba nada para poder pagar techo y comida.
    He pasado noches y días, festivos y laborales pegada al escritorio para poder seguir estudiando lo que me apasionaba.
    He creído ciegamente en mi futuro, sin nada a favor, con mucho en contra. He sentido la soledad del desarraigo miles de noches.
    He sufrido la incomprensión de unos y la indiferencia de otros.
    He llorado la ausencia de los míos…
    Pero he seguido, he resistido, he persistido.
    Escucho, estudio, leo y viajo para aprender, para conocer, para entender, para crecer. Pensaba que con mi esfuerzo y trabajo, sería merecedora de mi autonomía y libertad, que tras mis logros, encontraría la liberación mental para hacer con mi persona lo que yo quisiera, sin imposición ni juicio, ajeno o propio.
    Cada paso que he dado iba cargado de esa convicción, pero a veces me siento tan poca cosa… tan frágil como una niña indefensa, sin libertad ni control sobre mi propia vida siempre a merced de la voluntad de otros. Bajo el yugo del juicio social y familiar.
    A veces, basta un solo comentario, un pensamiento o una simple pregunta inesperada, para activar el miedo y la inseguridad que afloran en mí, desde una profundidad que no reconozco ni controlo me siento irracionalmente amenazada. En un momento, me convierto en un saco de nervios y me desubico de mí misma.
    Pienso en mi madre, en mi abuela, me alejo, reflexiono…
    ¿Qué pienso yo en realidad?¿Qué siento? ¿Qué quiero?¿Quién soy? No sé.
    Busco incansable los testimonios de aquellas que, como yo, pasaron por la cruzada de defenderse e imponerse a pesar de todo, en contra de muchos. Las busco para armarme de valor. Consumo todo el contenido que encuentro de ellas, cada vez conozco a mas: Escritoras, cocineras, abogadas, estudiantes, camareras, dependientas, madres, supervivientes. Leyendo a una llego a otra sin querer, me fascinan, las escucho y leo en bucle, antes de devorar a una ya me ha llevado a otra. También tiene su melena rizada al aire, habla con certeza, desde la calma, se nota que es libre.
    Me anima escucharlas, me empodera.
    Ahora pienso que tengo razón, que la lógica está de mi lado. Y entonces parece que sí, que me libero. Pasa el tiempo, disfruto, vuelo un poco. Me lleno de esperanza al leerlas, me alivia su determinación.
    Mujeres hechas a sí mismas, con la cabeza alta que a pesar de todo han conseguido encontrar ese lugar propio, esa paz desde la que poder compartir lo aprendido.
    Yo también puedo, me digo. He decidido seguir su ejemplo, a mi manera. Empiezo a caminar, me alejo… Pero ni la distancia, ni el tiempo me liberan del todo. Sigo caminando y escucho mis propias cadenas contra el suelo.
    Doy un paso y suenan, doy más pasos y suenan más. No puedo correr porque pesan. No sé si en mis pies o en mi mente. Me giro y no hay nadie a mi alrededor, no puedo ver dónde están ancladas. Pero suenan tanto, pesan tanto que me quedo inmóvil y sin hacer ruido.
    Cierro los ojos con la esperanza de que desaparezcan. Cuando los abro, a veces desaparecen, a veces persisten. Es frustrante sentirme tan ajena a mí, desde tan adentro. Llevo incrustadas todas estas cadenas morales que no comparto, pero cargo como mías con una convicción casi absurda, que no entiendo, no quiero. Entonces las escucho en mi mente, no son las cadenas, son ellas. Resuenan en mí y hablan sin permiso, de amor, de libertad, de feminismo. Y me lleno de esperanza otra vez. Sigo el camino, que ya había empezado.

  2. Tantas cosas por las que luchar y cada vez menos gente luchadora….
    VALORES VERSUS BARBARIE:
    DEFIENDE NUESTRA ATENCIÓN PRIMARIA. TU SALUD ESTÁ EN JUEGO.
    La quinta ola arrastra a la atención primaria de nuevo al colapso. Es urgente que Ministerio de Sanidad y Comunidades Autónomas refuercen la atención primaria y evalúen las medidas adoptadas frente a la pandemia. Sin lecciones aprendidas, la atención sanitaria está en bucle.
    Los profesionales sanitarios, exhaustos tras año y medio de pandemia, denuncian la falta de previsión, la saturación de los centros de salud por las urgencias COVID y las dificultades para atender otras patologías.
    “Los médicos de familia deberían atender a 30 pacientes diarios y los pediatras a 20. En muchos centros se superan los 60-70 pacientes diarios por turno”, relata Concha Herránz, médica de familia en Madrid y portavoz de Atención Primaria se mueve.
    La saturación afecta al conjunto de la atención primaria. Desde Cataluña Pako Díaz, médico de familia y director del CAP Bordeta Magoria de Barcelona, describe con cansancio como “esta es la quinta vez que nos pasa lo mismo, que no tenemos previsión, que estamos reaccionando a algo que ocurre y que se está reaccionando muy tarde. De cada 10 pacientes 8 son COVID. Se ha reducido el resto de consultas un 80%. De atender 150 urgencias al día estamos en 450 diarias”.
    Sin lecciones aprendidas, estamos en bucle y tu salud está en juego…
    https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/coronavirus-personal-sanitario-mar20/

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