Cultura | Sociedad
Las ancianas que seremos
'El agente topo' es una de las grandes sorpresas de la temporada. Nominada al Oscar al mejor documental, la película de Maite Alberdi sobre la tercera edad es un monumento de ternura y piedad.
Hay que añadir un nuevo nombre a la larga lista de artífices de la edad de oro del cine chileno. Es el de Maite Alberdi, la directora de uno de los documentales más celebrados de los últimos tiempos: El agente topo. La película ganó el premio del público en el Festival de San Sebastián, estuvo nominada a los Forqué y a los Goya, y acaba de recibir el premio gordo: su nominación al Oscar al mejor documental.
Cuenta la historia de Sergio Chamy, un hombre de 83 años que consigue un trabajo de infiltrado en una agencia de detectives. Su misión es ingresar en una residencia de ancianos e informar de posibles irregularidades: robos, malos tratos, falta de higiene y de cuidados… Paralelamente, se está rodando allí un documental con la intención de mostrar ese contraste, lo que se ve de cara al público y lo que se esconde. Y ahí es cuando se produce la magia: en la residencia no ocurre nada anormal y Sergio interactuará insistentemente con decenas de internas (la gran mayoría son mujeres) para demostrarlo. El resultado es un monumento a la ternura y la piedad.
Buscando la sordidez, Maite Alberdi encontró una historia humana capaz de derretir el corazón más duro. Consciente de esa serendipia, varió sobre la marcha el enfoque de la película. Lo que iba a ser cine de denuncia se convirtió en una cálida comedia sobre la tercera edad. «Es algo que suele ocurrir en los documentales de observación», explica María del Puy Alvarado, la productora española que ha participado en el proyecto. «Vas buscando un camino, pero ese camino te lleva a otro camino, y a otro camino… Y van apareciendo cosas sorprendentes. Eso es lo bonito del género documental».
María del Puy no es nueva en la carrera hacia los Oscar. En 2019 ya estuvo nominada al mejor cortometraje de ficción por Madre, de Rodrigo Sorogoyen. Aunque desde una perspectiva muy diferente, también El agente topo cautiva al público desde la emotividad. «Conecta de una forma muy especial. Yo no conozco a nadie que diga que no le ha gustado. Y eso se sabe, se nota. Vamos a muchos pases y sabemos cuando una película puede provocar división de opiniones. Pero con esta el público ha tenido una conexión emocional brutal», explica la productora.
“¿Cómo seré yo de mayor?”
¿Por qué razón los académicos de Hollywood han caído enamorados de El agente topo? «Por Sergio, evidentemente. Lo amamos. ¡Todos y todas estamos enamoradas de Sergio!», asegura entre risas María del Puy. El éxito que el protagonista tiene entre las mujeres de la residencia («Me gusta porque es muy caballero», dicen varias de ellas en la cinta) traspasa la pantalla. La delicadeza con la que se acerca a sus compañeras de retiro, su sincera preocupación por ellas, el apoyo que les brinda en los peores momentos convierten a Sergio en un verdadero modelo masculino, un ideal completamente ajeno a cualquier tipo de toxicidad.
Pero hay otro aspecto más sutil de su comportamiento que trasciende la mera perfección de sus modales: lo que ve en el asilo no es bonito, pero no adopta un papel compasivo (desde arriba) sino empático (al mismo nivel). Sergio es una persona mayor sana e independiente, pero eso no lo aleja de sus compañeras. Hay en su mirada y su comprensión una solidaridad total. Él entiende que podría estar en esa misma situación. Y nosotros, espectadores y espectadoras, también. Ahí radica la fuerza de este documental, amable en apariencia pero profundísimo en sus intenciones.
«La película es un viaje muy bonito, de la mano de Sergio, a la vida dentro de un hogar de mayores. Y conectas con la historia porque todos tenemos personas mayores cerca o las hemos tenido», explica María del Puy. «Pero es que si no entras en ese viaje, lo que haces es proyectarte en las personas que ves en la pantalla. Si llegamos, todos y todas seremos mayores. Y eso te hace preguntarte: ¿como seré yo de mayor?», añade.
Un proyecto abierto
Marisa Fernández Armenteros es la otra productora española de El agente topo. Fue ella quieen puso a María del Puy sobre la pista de la chilena Maite Alberdi. Tras ver otro documental de esta directora, La Once (2014), quedó prendada de su trabajo. En él retrataba la amistad de un grupo de mujeres mayores que se conoce desde la época del instituto y que mantiene el compromiso de verse todos los meses. En el foro de proyectos del festival de San Sebastián llegó «el flechazo», como lo describe, gráficamente, Del Puy. «Creo que Maite Alberdi es una de las voces más interesantes del nuevo cine latinoamericano», asegura.
Aquel foro tuvo lugar en 2017, lo que da idea del esfuerzo que supone sacar adelante un proyecto cinematográfico. Y más si se trata de un documental de observación como El agente topo, al que hay que dedicarle muchos meses de rodaje y que, por su propia naturaleza, funciona con un plan abierto. Tan abierto que una película pensada inicialmente sobre la base del espionaje y la investigación privada acaba convertida en un estudio psicológico y sociológico sobre las personas mayores.
Entre los temas abordados están, lógicamente, el alzhéimer, la demencia, los impedimentos físicos, la ingratitud de los hijos que aparcan a sus progenitores en las residencias… Y ese es el punto en el que más incide Sergio, en el abandono, en el alejamiento al que son sometidos los viejos. «La soledad es lo más grave de este lugar», llega a decir.
Para que esas cuestiones emerjan espontáneamente ante la cámara hacen falta muchas horas de grabación y de esfuerzo. Pero, paradójicamente, no más dinero que el necesario para una producción de ficción. Por eso hoy hay tantas mujeres dirigiendo documentales. «Las mujeres trabajamos siempre con presupuestos más pequeños», denuncia María del Puy. «Es algo que vemos todos los años en el informe de CIMA [la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales]. Esto tiene que ver con que, en el imaginario colectivo, el dinero está asociado a los hombres. La imagen del productor que tenemos habitualmente en la cabeza es la del señor del viejo Hollywood, con su puro y su whiskazo. Y ya es hora de que eso cambie».
María del Puy se muestra exultante con la nominación al Oscar y con el hecho de que El agente topo esté recibiendo tantos reconocimientos: «Es maravilloso para Chile, para el cine documental, para el cine en castellano y para el cine de autor». Y corrige: «Para el cine de autora».
‘El agente topo’ se estrena en cines el 19 de marzo.