Sociedad
Ingresan en prisión los policías que agredieron a un padre y su hija en Linares
Según el portavoz de la Policía de la localidad jiennense, los agentes detenidos no han sido expedientados con anterioridad.
Los policías nacionales que el pasado viernes agredieron a un ciudadano y a su hija de 14 años en la terraza de un bar de Linares (Jaén) ingresaron provisionalmente en prisión. La decisión judicial llegó tras una jornada de disturbios en la localidad. Varios vecinos se concentraron en los alrededores de la comisaría y del juzgado para protestar contra la violencia policial. La manifestación, en principio pacífica, subió de temperatura hasta desembocar en un enfrentamiento abierto entre los manifestantes y los antidisturbios desplegados.
Barricadas con contenedores ardiendo, lanzamiento de objetos, señales de tráfico arrancadas, cargas policiales… Así transcurrió la tarde del sábado en el centro de Linares. Los altercados concluyeron con la detención de 14 personas (dos de ellas menores de edad), que fueron puestas en libertad pocas horas después. Se contabilizaron también dos heridos leves entre los policías, uno con un mordisco en una pierna y otro arrollado por una moto.
La chispa que encendió la mecha fue la paliza que los dos agentes, en ese momento fuera de servicio y vestidos de paisano, le propinaron a un padre y a su hija en la tarde del viernes, como se puede ver en los vídeos difundidos en las redes sociales. Al parecer, todo empezó por un tropezón en la puerta del bar en el que se encontraban. La violenta reacción de los dos policías fue grabada por varios teléfonos móviles y se viralizós.
El padre, de 47 años, se llevó la peor parte: le rompieron la nariz, le causaron varias contusiones en la cara, tuvo que recibir puntos en una ceja y fue ingresado en el hospital para vigilar la evolución de una fisura en la córnea. Su hija, que se interpuso para detener la agresión, presentó una fisura en el antebrazo y la inflamación de un ojo por un puñetazo. Los agentes detenidos se negaron a declarar ante sus compañeros y lo hicieron directamente en el juzgado.
Las reacciones
La reacción de la Policía fue la condena de estos actos violentos, no sin antes señalar, en su descargo, que los agentes implicados estaban “fuera de servicio”. Por su parte, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, tildó los hechos como un “brutal y lamentable abuso”.
La clase política andaluza, a la vez que condenó el comportamiento de los agentes detenidos, salió en defensa del Cuerpo Nacional de Policía, a su juicio víctima de una reacción popular inmerecida. En ese sentido se expresó el alcalde de Linares, Raúl Caro-Accino (Ciudadanos), quien afirmó que “la indignación legítima que ha provocado en la sociedad linarense la brutal agresión a un vecino de la localidad el viernes no puede justificar en absoluto las reacciones y los incidentes que se produjeron”. El coste de los desperfectos causados por el enfrentamiento entre manifestantes y antidisturbios supera los a 25.000 euros, según el consistorio.
El portavoz de la Policía en Jaén, Diego Moya, confirmó a los micrófonos de Canal Sur Radio que la mayoría de los ciudadanos concentrados ante la comisaría linarense “ejercieron su derecho de manifestación pacíficamente”. Solo unos pocos se comportaron de forma violenta y la Policía trata en estos momentos de identificarlos a través de los vídeos para proceder a su detención. Las concentraciones se repitieron durante la tarde-noche del domingo, con menos intensidad. Se reportó el lanzamiento de objetos, por parte fundamentalmente de menores de edad, a los agentes desplegados en la plaza de San Agustín. “Piedras y, sobre todo, naranjas. Poco más”, confirmó Diego Moya.
Según el portavoz de la Policía, los agentes detenidos no han sido expedientados con anterioridad. El atestado y las declaraciones de varios testigos presenciales indican que los policías reaccionaron de forma violenta porque, presuntamente, consideraron la contestación del hombre tras su encontronazo como “un atentado a un agente de la autoridad”. Así que, aunque iban de paisano, consideraron oportuno detenerlo. “No está claro que se identificaran como policías”, declaró Moya.
El portavoz explicó que un agente de paisano tiene la obligación de actuar cuando ve que se comete un delito. Este caso no parece entrar dentro esa categoría. Y su procedimiento, menos aún. “Cuando se produce una detención, estamos facultados por la ley para utilizar la fuerza ante el individuo que se resiste –explicó Moya–. Pero, claro, se trata de la fuerza mínima imprescindible para reducir a ese individuo. En el caso de que estos agentes hubieran actuado ejerciendo su función, la fuerza aplicada es claramente brutal”. El agredido fue golpeado incluso cuando ya estaba en el suelo. Testigos del incidente señalan que los policías estaban bajo los efectos del alcohol.
El contexto social
En el contexto geográfico y social de estos incidentes hay que señalar que la escuela de los antidisturbios, uno de los cuerpos policiales más controvertidos del país, está precisamente en Linares, en el cercano poblado de La Enira. Linares, además, es el municipio de más de 20.000 habitantes con una mayor tasa de paro de España: un 30%. Entre la población juvenil el porcentaje sube hasta el 50%. En los últimos años, más de 5.000 personas han abandonado la localidad por la falta de oportunidades laborales.
En la ciudad jiennense no se registraban altercados de una intensidad similar desde la década de 1990, cuando culminaba el proceso de “reconversión industrial” fomentado por los gobiernos socialistas. Linares, histórico centro minero y uno de los núcleos industriales más importantes de Andalucía, empezó entonces su declive económico y social.
Anda, pues no parece como si estas actitudes de brutalidad de policias de paisano o de uniforme (tanto monta, monta tanto) fueran la primera vez. Al final la culpa la tendrán los que han grabado las imagenes sin permiso de los agresores. Al tiempo.