Sociedad
María Villarroya: “No tener buenas competencias digitales es como no saber leer hace 100 años”
María Villarroya ha coordinado '10001 amigas ingenieras', que narra en primera persona la historia de 17 ingenieras socias de AMIT-Aragón.
María Villarroya Gaudó, doctora en Ingeniería Electrónica y Licenciada en Ciencias Físicas, es profesora titular en Arquitectura de Computadores en la Universidad de Zaragoza. Dirige el Secretariado de Internacionalización en la misma universidad y es vocal de la Junta Directiva de AMIT-Aragón, la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas. Con la campaña de fondo #NoMoreMatildas, acaba de presentar el libro 10001 amigas ingenieras, un cuento que ha coordinado y que narra en primera persona la historia de 17 ingenieras socias de AMIT-Aragón. Charlamos con ella de ciencia en general y el camino que habrá que recorrer sin perder de vista la pandemia.
¿Cuál es la principal dificultad con la que se trabaja en ciencia en España, desde su experiencia?
La falta de planificación, el régimen estricto de convocatorias que a veces son anuales, pero a veces se retrasan unos meses y deja huecos, de financiación de proyectos y también a las personas sin puesto de trabajo. Tener definidas carreras científicas es importante, dar estabilidad laboral y buenas condiciones de trabajo es clave para poder dedicar toda la energía en realizar buena investigación y no estar pendiente de cuándo me estabilizaré o qué va a pasar el próximo mes.
¿Cree que la pandemia activará políticas gubernamentales y públicas que mejoren el panorama, habrá más inversión?
Lo veo difícil, creo que ha demostrado la importancia de la investigación en la sociedad, cómo nos ayuda a curar enfermedades, a desarrollar vacunas y también para resolver otros muchos problemas que han surgido con la pandemia. Poco a poco se va a valorar más, espero que sirva para planificar mejor y también para aumentar la inversión, pero me temo que los próximos meses al menos serán complejos porque el coste económico de la pandemia en Sanidad y también en otras ayudas sociales está siendo muy alto.
¿Qué retos deberá afrontar la ciencia a partir de ahora? ¿En qué nos tenemos que preparar especialmente en España?
Para mí hace falta vislumbrar qué es prioritario para la sociedad y qué caminos hay que seguir para conseguirlo. Si los ODS nos marcan la agenda 2030, tendremos que investigar en que sean posibles. Hay que empezar por el fin de la pobreza, y erradicar el hambre, parece mentira que hoy sea un problema en algunos países y en otros, en algunas personas, a mis hijas les cuesta entenderlo, más cuando en muchos nos sobra la comida. Pero también trabajar en salud y en bienestar, obviamente en educación, que sea de calidad y gratuita y que llegue a todas las personas. Un inciso: en estos momentos, la educación en competencias digitales es clave y para ello hacen falta medios y formar bien a quienes van a formar, no tener buenas competencias digitales hoy es muy limitante, podríamos hablar de tanto como no saber leer hace 100 años. Y a partir de ahí en cuidar el medio ambiente y a las personas, en todas las líneas. Creo que hay que trabajar en muchos frentes, pero es muy importante que sea de forma coordinada.
Y, en concreto, en su ámbito de investigación, desde el punto de vista tecnológico, ¿por dónde deberíamos empezar?
En mi ámbito de investigación, la arquitectura de computadores, necesitamos hacer dispositivos robustos y fiables y que consuman menos energía, porque cada vez hay más y tratamos de reducir el consumo energético global y no lo podemos hacer creando por un lado la necesidad de tener más dispositivos cada vez y por otro con una obsolescencia casi programada de meses. Contamina muchísimo tanto desecho de circuitería digital. Además, los grandes supercomputadores ayudarán a resolver muchos problemas, como han hecho en los últimos años.
Por todo ello, supone trabajar en muchos niveles, lo que requiere una fuerte colaboración y coordinación. Deberíamos empezar en apoyar los proyectos que funcionan y aunar esfuerzos en esas líneas, dotándolos de presupuestos adecuados, con financiación estable y con apoyo también de personal en puestos técnicos, reduciendo, en la medida de lo posible, toda la burocracia.
¿Cómo se puede acabar con la brecha de género en las carreras científicas?
La solución no es fácil, ni tampoco única, se debe trabajar a distintos niveles y con enfoques distintos. Si empezamos por arriba, en el desempeño profesional, en titulaciones de ingeniería el abandono profesional es muchísimo más alto en ellas que en ellos. Es importante cambiar las culturas en empresas y en instituciones, tener formación en perspectiva de género y también en cómo integrar minorías, para que las pocas que hay no abandonen. Además, hace falta una especial formación en valorar el trabajo sin sesgos, lo cual es muy difícil, para que ellas o nosotras, tengamos las mismas oportunidades para promocionar que ellos.
A las estudiantes hay que apoyarlas , pero también explicarles que son una minoría y que se pueden encontrar con dificultades que sus compañeros no se encuentran y que hace un poco más complicado su desempeño profesional.
Y respecto a aumentar las vocaciones, hacen falta acciones que sensibilicen a la sociedad y acciones en los centros educativos, donde se debe ir de la mano de las y los docentes, tienen que entender el problema, tienen que tener buena formación en ciencias y motivar y además necesitan referentes, próximos, alcanzables.
¿Cree que la sociedad entiende lo que significa de verdad la ciencia? ¿Haría falta más divulgación? ¿Qué debemos entender por ciencia?
Voy a empezar por el final, quizá no con la definición más ortodoxa, pero con lo que yo entiendo y que es para mí ciencia o investigación científica en el sentido más amplio: dar respuesta a entender cómo funciona el mundo en su amplio sentido, a nivel global y a nivel local, a escalas macroscópicas como la del universo, pero también a escalas sub-nanométricas y también cómo es y ha sido la interacción de los seres vivos que en él habitan. Y a partir de ahí, proponer soluciones para tener una sociedad mejor.
Desgraciadamente, este país ha tenido poca educación científica, llevo más de 12 años haciendo divulgación científica con perspectiva de género, en Aragón hemos sido pioneras y además lo hemos hecho de manera continuada. La sociedad necesita saber para qué sirve la ciencia, porque mucha de ella se paga con sus impuestos, hace falta divulgación y hace falta educación.