Cultura
Cine | Aprendiendo a desobedecer
Este 'Manual de la buena esposa'. transformado en justo manual de desobediencia, no solo es divertido. También es, por desgracia, actual.
Manual de la buena esposa
Martin Provost
Estreno: 6 de enero
En la década de 1960 funcionaban en Francia más de mil escuelas del hogar. Se trataba de instituciones en las que se enseñaba a las chicas a cocinar, lavar, planchar, limpiar y ser complacientes con sus futuros maridos. En la católica España, esa aberrante educación, inspirada en los preceptos religiosos y en la funesta Sección Femenina de Pilar Primo de Rivera, estaba muy extendida en todos los colegios. Algunas de las enseñanzas impartidas en aquel tiempo (“nunca dejes para mañana la limpieza de hoy”, “una mujer sin ajuar es una mujer sin futuro”) provocan hoy una risa nerviosa.
Jugando esta baza del absurdo, Martin Provost compone una encantadora comedia sobre una mujer (Juliette Binoche) que se queda viuda repentinamente y que debe hacerse cargo de la dirección de uno de estos establecimientos. Pero la escuela está en bancarrota, ella se reencuentra con un amor de juventud y se aproxima Mayo del 68. Todo está cambiando.
Antes de esa ruptura histórica, la película muestra todo un catálogo de normas de ‘buena’ conducta que hoy parecen ciencia-ficción, como la conveniencia de dejar al marido beber cuanto quiera y estar siempre a su disposición en materia sexual. Normalmente, las chicas que acudían a este tipo de escuelas eran de clase baja. Allí aprendían a encadenarse con alegría a las tareas del hogar y a ser finas y sumisas.
“Francia era todavía un país muy rural –explica el director de la cinta– y para ellas ir a estas instituciones era un medio de escapar del matrimonio con un granjero o de encontrar un puesto de empleada doméstica en la ciudad”. De hecho, sigue siendo así en muchas partes del mundo, así que este Manual de la buena esposa (transformado en justo manual de desobediencia) no solo es divertido. También es, por desgracia, actual.
Interesante…???