Sociedad
La pobreza energética vive en la puerta del lado
La precariedad y la pobreza energética van mucho más allá de casos mediáticos como el del incendio de Badalona. No se trata solo del riesgo que comporta tener pinchados los suministros o de tener atrasos en el pago de la factura. La pobreza energética es un elefante invisible que afecta hasta al 41% de la población española.
El 6% de personas en España tiene alguno retraso o dificultad para pagar facturas del agua, el gas o la luz. Estos son datos de 2018 del informe de Pobreza Energética en España, de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA). Pero, a pesar de que los datos oficiales solo pueden registrar los impagos, sería un error pensar que la pobreza energética se limita a esto. Según cifras extraídas de encuestas, el mismo informe asegura que el 15% de la población sufre temperaturas inadecuadas en el hogar y el 29% sufre dificultades para poder acceder a los suministros básicos. La realidad es, pues, que el 41% de españoles, casi la mitad, sufre pobreza energética.
Esta lacra, que es la responsable de más de 7.000 muertes prematuras cada año, es mucho más silenciada de lo que cabría esperar, teniendo en cuenta las cifras. Pero solo es en grandes catástrofes cuando la pobreza energética sale a relucir, como pasó con el incendio del barrio de Sant Roc, en 2018, o el de la nave en Gorg, las dos en Badalona. En ambos casos las fincas consumidas por las llamas compartían algunas características, más allá de estar en la misma ciudad: ambas eran infraviviendas y estaban ocupadas. Consecuentemente, los suministros estaban pinchados, con el peligro que esto comporta.
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