Sociedad

#PorTodas: la historia de Ana María

Nadie en el entorno de Ana María, directora del Museo de Nerja, sospechó que era una mujer maltratada. La autopsia sacó a la luz una realidad incontestable: además de las 131 puñaladas que acabaron con su vida, se descubrieron lesiones antiguas que demostraban malos tratos habituales.

Una placa da la bienvenida a la sala de exposiciones que el Museo de Nerja rotuló con el nombre de Ana María Márquez a modo de homenaje póstumo, como explica el actual director de la institución, Juan Bautista Salado. ÁLVARO MINGUITO

“Una mujer fuerte, enérgica”. “Autosuficiente, muy independiente”. “Con un carácter tirando a dominante, le gustaba controlar la situación. Era férrea en su comportamiento profesional, y a veces también en el personal”. “Tenía una vida estructurada, un estatus profesional bien considerado, independencia económica”.

Amistades, compañeros y compañeras de trabajo son unánimes al describir a Ana María Márquez, cordobesa de 37 años, directora del Museo de Nerja, asesinada por su pareja en agosto de 2014 en el municipio malagueño de Torrox.

También fue unánime su asombro al descubrir, tras el crimen machista, que la violencia que había sufrido venía de atrás. Por más que se sepa que no existe un perfil de mujer maltratada, en cada uno de los testimonios recogidos para este reportaje se repite como una letanía la misma idea: “Jamás en la vida hubiera sospechado que pudieran estar maltratándola”. “Era imposible pensar algo así de ella”.

———————

Así comienza la periodista Iria Comesaña el caso de Ana María, una nueva historia documentada –con fotografías de Álvaro Minguito– para el proyecto de investigación periodística sobre crímenes machistas #PorTodas, impulsado por La Marea.

Ana María nunca compartió con nadie ni una sola de las agresiones que sufría por parte de su asesino. En su entorno no se activó ninguna alarma, hasta que la autopsia sacó a la luz una realidad incontestable: además de las 131 puñaladas que acabaron con su vida, por las que un jurado condenó al asesino a 23 años de cárcel, se descubrieron lesiones antiguas que demostraban malos tratos habituales, lo que aumentó la pena de prisión en un año más. La historia de alguna de estas agresiones se desveló durante el juicio.

Puedes leer la historia completa aquí.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.