Sociedad
#PorTodas: María Zulay
María Zulay fue asesinada el 15 de enero de 2014 en Arona (Tenerife), donde se han producido cinco feminicidios más desde que se registran.
“Unos años antes de ser asesinada le detectaron fibromialgia, la medicación la dejaba un poco adormecida y decidió dejar de tomarla. Si la enfermedad le dolía, ella le iba a doler a la enfermedad”, recuerda Jesús sobre su madre, María Zulay. La entrevista transcurre en la Plaza de San Marcos, en un pequeño pueblo de Tenerife, en Icod de los Vinos. Jesús tiene 25 años, y su hermano, Adrián, 20. Su madre fue asesinada el 15 de enero de 2014 en el municipio cercano de Arona por su entonces pareja, Guillermo, un hombre al que había conocido unos meses atrás. Él tenía entonces 31 años y ella, 36.
El bullicio de la cafetería y de los niños y niñas en la plaza se entremezclan con los buenos recuerdos –“Le gustaba cantar canciones de Ana Gabriel y de Polo Montañez y también cantaba música canaria, menos las folías que las odiaba, ya que no sabía cogerles la métrica”– y el relato de los últimos años. Jesús se detiene en el momento en que su madre se separó de su padre. El médico le recomendó clases de baile para mejorar las articulaciones debido a los dolores que le producía la fibromialgia. “Me dijo que quería cambiar un paso de baile, que lo se lo sabía al dedillo, pero que no le hacía feliz. Yo le dije que si le hacía feliz cambiar el paso de baile, e iba estar más satisfecha, que lo hiciera. Luego me di cuenta de que el paso de baile era que se quería separar de mi padre”, cuenta Jesús. Luego, conoció a Guillermo.
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Así comienza la historia de María Zulay, seis años después de su asesinato en Arona, un pueblo de Tenerife donde se han producido cinco feminicidios más desde que se registran oficialmente. ¿Cómo se han producido tantos asesinatos de mujeres en un municipio de 100.000 habitantes? ¿Qué factores influyen? ¿Qué han hecho o hacen la administraciones? Tanto el Gobierno de Canarias como el Ayuntamiento de Arona coinciden en que el número de recursos existentes en 2014 son prácticamente los mismos que existen ahora. Y otro apunte: los juzgados en Arona, además, están especialmente sobrecargados, como confirma el fiscal delegado de Violencia de Género en la provincia de Tenerife, José Luis Sánchez Jáuregui. «Quizás lo que habría que pedir es otro juzgado, es algo que yo llevo pidiendo mucho tiempo», denuncia.
El caso ha sido documentado por la periodista Lidia Rodríguez con fotografías de Luz Sosa y Álex Rosa.
Puedes leer la historia completa en #PorTodas.
Es digno de estudio, me intriga que en un pueblo tan pequeño se den tantos feminicidios.
Va por tí María y por todas las mujeres asesinadas en Arona, la fuerza de todas las mujeres luchadoras mencionadas en este artículo. Que os acompañe allí donde estéis:
El legado de las librepensadoras. Descubriendo a Dolores Zea, maestra laica y luchadora por los derechos de la mujer.
La malagueña Dolores Zea Urbano, maestra laica, secretaria de la «Sociedad Progresiva Femenina» (Barcelona) desde su fundación, y reconocida librepensadora en la Barcelona de entresiglos, debe ser recordada como pionera del feminismo y luchadora por los derechos de la mujer.
Hubo un momento en la historia del estado español en que las mujeres no eran nada, cero a la izquierda, como si no existieran. Y, además, a las pocas que sacaban los pies del plato, salvo que lo hicieran a nivel individual desde las páginas de un libro, poemario o diario, todas ellas eran consideradas extraviadas cuando no demonios, locas solteronas, oradoras extravagantes, revolucionarias anarquistas o histéricas peligrosas. Muchas veces, o casi siempre, tuvieron que combatir la misoginia de sus compañeros de ideología, y en eso malgastaron muchas energías, cuando no provocaron dolorosas decepciones. Por eso no es de extrañar que en los orígenes de la lucha por la emancipación femenina surgieran las manifestaciones exclusivas para mujeres, mítines y actos propagandistas solo para mujeres, y se iniciara la larga marcha de la autoorganización femenina. La liberación de la mujer debía ser obra de las propias mujeres.
En marzo de 1891 la obrera textil Teresa Claramunt y la camisera Joaquina Matas crearon en Barcelona la «Sociedad Autónoma de Trabajadoras», pues entendían que las obreras, fuesen de un gremio u otro, tenían una problemática específica y una doble explotación: la del patrón en la fábrica y la de sus compañeros en el hogar. Es curioso que en el tercer artículo del reglamento prohibieran que los hombres ocuparan puestos en la administración o secretaría de la Sociedad, pues querían evitar que nadie se valiera «de la supuesta debilidad femenina para fundar funestos caciquismos». Después de siete años de organización y militancia sindical en Cataluña, la anarquista Teresa Claramunt sabía bien lo que decía…..
https://kaosenlared.net/feminismo-el-legado-de-las-librepensadoras/