Memoria histórica | Sociedad

“Los familiares de las víctimas no buscan culpables, buscan a los inocentes”

En Fuentes de León (Badajoz) fueron fusiladas casi un centenar de personas. Los familiares piden acabar con el miedo enquistado y dar sepultura digna a estos vecinos de la localidad

Varios familiares observan los trabajos de exhumación en el cementerio de Fuentes de León. DANI DOMÍNGUEZ

Luis busca a su bisabuelo Camilo. Carmen, a su padre José. Inma y Loli a Vicente, su abuelo. Y José también busca a su abuelo Manuel. Cuando el sol comienza a hacerse notar con fuerza, los cinco se reúnen en el cementerio de Fuentes de León, una pequeña localidad del sur de Extremadura, muy cercana a la frontera invisible con Huelva. Allí, un equipo al que saludan como si fuesen de la familia –intentando respetar las medidas antiCOVID-19– busca los restos de casi un centenar de personas que fueron fusiladas por los franquistas entre septiembre y diciembre del 36. Entre ellos, Camilo, José, Vicente y Manuel.

Tras los saludos iniciales, se acercan a la carpa blanca bajo la cual se encuentran realizando las exhumaciones el equipo de técnicos y voluntarios comandados por Candela Chaves Rodríguez, coordinadora del Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (PREMHEX), y Daniel Quiroga García, doctor en Arqueología y director de la intervención en el municipio. Es la tercera campaña que realizan allí y esperan recuperar los restos de al menos 20 personas, que, sumados a las exhumaciones anteriores, alcanzarían 45, aproximadamente la mitad. “El gran problema que nos encontramos es que muchas fosas están cortadas por enterramientos comunes, por lo que a veces nos es imposible localizar los cuerpos completos de las víctimas”, explica Chaves.

José, de 65 años, se pone de cuclillas para ver mejor los restos; las hermanas Inma y Loli se sorprenden al ver el estado de conservación de las botas que salen de la tierra; Carmela, con 84 años, camina hacia una de las zonas que está al sol para poder ver desde otra perspectiva mientras trata de esquivar las gran cantidad de piedras que se agolpan en el suelo. Mientras, Daniel Quiroga y Candela Chaves les cuentan los últimos hallazgos e hipótesis sobre las que trabajan.

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Inma y Loli buscan a su abuelo Vicente, fusilado en la localidad. DANI DOMÍNGUEZ

“Es una deuda democrática que teníamos con nuestros vecinos que fueron fusilados y que teníamos que saldar. Reparación es también saber la verdad”. Ahora, quien habla es el alcalde de Fuentes de León Francisco Martínez Fermoselle, del PSOE. Fue él quien, junto con Inma Rey pidieron al PREMHEX que acudiese a la localidad para exhumar las fosas del cementerio. 

“Nosotros actuamos en las poblaciones porque hay solicitudes de los familiares, es decir, actuamos a demanda”, explica la coordinadora del proyecto. El primer paso fue tomar testimonios orales a tres vecinos del pueblo que estaban buscando a sus familiares, entre ellos Carmen Méndez. “A raíz de eso se comienza una investigación y se genera una especie de proyecto que empieza en 2018 cuando se viene aquí y se sondea; se localiza lo que presumiblemente es una fosa y a partir de ahí se organiza la exhumación”, explica.

El gran handicap con el que cuentan es la falta de presupuesto: “Estas intervenciones deberían hacerse de oficio. Debería haber un equipo multidisciplinar de funcionarios públicos que viniesen y realizasen ese trabajo. Eso sería lo óptimo”.

Una represión política y de clase

Luis Rodríguez siempre ha creído que a su bisabuelo Camilo Rey lo fusilaron tras la huída de su hijo mayor el 14 de septiembre del 36, el día que la Guardia Civil entró en el pueblo. “Como no pudieron encontrar a su hijo, se vengaron matando al padre”, explica sentado en una silla. Sin embargo, las pesquisas de los investigadores pueden dar un vuelco a esa historia que a Luis le contaron. “Camilo era una persona con un peso muy importante dentro de la agrupación socialista de Fuentes de León, e hizo muchas denuncias a la Policía Rural que se creó en el 33 para denunciar a los usuarios de fincas que las tenían sin labrar”, explica la historiadora y coordinadora del PREMHEX. Años después, también participó en la creación del censo de segadores y labradores y ejerció como cabeza en las ocupaciones de fincas de marzo del 36.

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Juanfran, Lourdes y Celia, son voluntarios en la exhumación de Fuentes de León. DANI DOMÍNGUEZ

Daniel Quiroga: Muchas veces se ha dicho que a la gente se la mató por rencillas y no es verdad. La mayor parte de esta gente tenía ideas políticas, y eso sí que muchos familiares no es que lo intenten ocultar, pero sí lo intentan matizar…

Candela Chaves: […] Con todo esto, podemos decir que Camilo fue una persona con mucho peso político dentro de Fuentes de León, que luchó por el bien común del pueblo. Y esto muy importante reconocerlo, porque siempre ha parecido que la represión fue algo azaroso, algo visceral; y hay casos que lo son, pero no era lo común. Con las investigaciones que realizamos antes de las exhumaciones, lo que buscamos es hacer reales a esas mujeres y a esos hombres que están dentro de las fosas…

DQ: Y buscamos un porqué más allá de las envidias. Porque cuando te coges las listas sindicales o las listas de yunteros ves que coinciden a la perfección con los nombres de aquellos que fueron reprimidos y asesinados.

CC: Tú coges el listado de los que participaron de forma activa en las agrupaciones de izquierdas del pueblo y fundamentalmente en las ocupaciones de fincas y en la mejora de la vida de los jornaleros y yunteros, y los cruzas con la lista de represaliados y los nombres son los mismos. Lo dijo Mola: “Hay que eliminar, sin escrúpulos ni vacilaciones, a todo el que no piense como nosotros”. Y al entorno familiar y social, también.

[…] La represión fue política y también social; fue una represión política porque fueron hacia un grupo muy definido: partidos de izquierdas, sindicatos de izquierdas… Y fue social porque fue hacia una clase: jornaleros, la gran masa campesina… 

¿No es verdad, entonces, que la guerra civil fuese una guerra entre hermanos?

CC: No. Es que en Extremadura ni siquiera hubo guerra, porque no hubo dos bandos.

DQ: Eso es lo primero, que no fue una guerra. Lo de llamarlo guerra civil yo creo que es ya un engaño histórico per se. Esto ha sido un golpe militar.

CC: Un golpe militar que fracasa y se produce una ocupación por parte del ejército sublevado en el país y hay una respuesta por parte de un gobierno legítimo y democrático, en este caso del Frente Popular de la II República, ante esta sublevación. Pero no fueron dos bandos, excepto a medida que va avanzando el tiempo que se organiza todo un poco más. Pero aquí no hubo guerra. La Columna de la Muerte no tenía enfrente algo parecido del lado republicano, para nada.

Nosotros siempre intentamos explicarlo y divulgar no solamente lo que sacamos de aquí, sino también de las investigaciones.

DQ: En la documentación podemos ver otras cosas que muchas veces se olvida: el latrocinio que se les hizo a estas personas. Gracias al golpe militar se crearon grandes fortunas; empresas del IBEX que hoy cotizan han sido creadas a partir de este robo. Y a nivel local, igual.

CC: La represión franquista no fue solo muerte, que es la parte más dura, claro, porque es irremplazable. Son también los consejos de guerra o las incautaciones que se hacen ya en septiembre del 36, que luego se convierten en ley en febrero del 39. Esas incautaciones y esas multas lo que hacen es hacer pagar por haber ‘obligado’ al ejército a hacer la guerra.

DQ: Muchas veces haciendo pagar al muerto, al que ya has asesinado y tienes en una fosa.

CC: Y si él no puede pagarla, esa multa se hereda. Aquí, por ejemplo, en octubre del 36, se mandan órdenes para que digan las propiedades que tienen determinados políticos locales: alcalde, concejales… Y se mandan listados de las posesiones que tienen. ¿Por qué se hace esto? Porque vienen multas que tienen que ser pagadas, da igual si ya han sido fusilados. 

Imagínate en esos años, una familia empobrecida completamente porque han matado al cabeza de la familia, a la que encima le ponen una multa. Era imposible.

***

Sobre las 15:30h, el 14 de septiembre de 1936, el capitán de la Guardia Civil Ernesto Navarrete Alcal tomaba un café en el bar La Golondrina, de Fuentes de León, el lugar de reunión de los jornaleros de la localidad. Al salir, el dueño del bar Puerta del Sol, justo en frente, se dirigió hacia Navarrete: “Se deja usted al más rojo en el bar”. El capitán de la Guardia Civil se dio la vuelta, sacó de detrás de la barra a José Méndez, de 28 años, lo llevó a la plaza y le pegó un tiro en la cabeza. Así lo cuenta su hija Carmen Méndez, que en esos momentos no tenía ni un año. Ahora, con 84, sueña con enterrar los restos de su padre junto a los de su madre.

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Detalle de las botas de unos de los fusilados en Fuentes de León. DANI DOMÍNGUEZ

Hace apenas un mes, unos individuos forzaron y reventaron la puerta de entrada al cementerio. Se desconoce el motivo, pero no se llevaron nada. Carmen sostiene que está relacionado con la apertura de las fosas: “Lo digo siempre: esto es un coraje que tienen ellos de que esto se haga, y se acabó. Aquí hay mucha envidia y mucha maldad; lo que quisieran es vernos a nosotros también tirados ahí en el suelo”.

“Hay mucha gente que se pregunta que para qué esto ahora. Que los dejen ahí. Porque nos les corre por la sangre; si les corriese, verás como no pensaban lo mismo”. Inma Rey, sentada a escasos metros, reafirma lo que estaba diciendo Carmen. Ella fue una de las impulsoras de las exhumaciones y, junto a su hermana Loli, buscan a su abuelo Vicente Rey, uno de los dos últimos fusilados en la localidad, el 23 de diciembre, acusado de un robo que después se demostró que no había cometido. “Antes nadie se atrevía a decir nada, y ahora poco a poco se va sumando más gente”.

***

Daniel Quiroga: Cuando la bola de nieve empieza a rodar el miedo empieza a caer y la gente empieza a hablar. Incluso gente que no tiene a nadie aquí en las fosas, que se interesa por lo que estamos haciendo, que se implica… Le llega al corazón porque cambia todo aquello que le habían contado. Toda la gente que viene se queda muy impresionada, tengan las ideas políticas que tengan… Normalmente, porque hay de todo, claro. Doy por hecho que algunos no querrían ni verlo.

[…] Intentamos acabar también con ese miedo enquistado, haciéndoles ver que eso ya no debería existir. Pero hay gente que lo tiene, y mira cuántos años de democracia llevamos. Aun así, antes de la COVID, cada semana hacíamos una reunión en el cine-teatro y explicábamos qué estábamos haciendo. 

Candela Chaves: Era algo abierto para todo el mundo. Empezaron viniendo 5 y acabó el teatro lleno; incluso venía gente de otros pueblos a escuchar lo que allí se estaba contando. Una cosa que a mí siempre me ha fascinado de los familiares es que no se esperaban, a su edad, que iban a vivir esto. No son conscientes de que esto es un derecho que tienen, y jamás esperaban que alguien iba a venir aquí y les iba ayudar. Muchos lo dicen: “Yo no sé si voy a recuperar a mi padre, pero sé que hay gente que lo está buscando; y alguien que no es de la familia, que no tiene una vinculación y una obligación”. 

Esto es uno de los mayores triunfos que podemos tener: que la gente sea consciente de que esto es un derecho. Y sí, es verdad, debería ser el Estado en toda su amplitud quien lo llevase a cabo.

DQ: Es muy curioso cómo muchas personas interiorizan que todas las personas que están en la fosa son su familia. Su búsqueda ya no es de un individuo concreto, sino de todos; porque todos fueron vecinos o amigos. 

CC: […] Esto es imparable.

DQ: Y solo puede ir a más, porque a menos es imposible.

CC: De verdad que no entiendo por qué hay gente que se opone, no entiendo a qué tienen miedo. Los familiares no buscan culpables, buscan a los inocentes.

Candela Chaves, coordinadora del PREMHEX, y Daniel Quiroga, director de la intervención. DANI DOMÍNGUEZ

DQ: Cuando hablan de reabrir heridas es algo que a mí me jode mucho; si lo que estamos haciendo es cerrar esas heridas. Es gente que lleva sangrando muchos años por algo que a ti no te debería importar; a nosotros no nos importa si tu padre fue el asesino, porque no lo estamos buscando a él.

CC: Queremos saber quién fue asesinado, y ya está.

DQ: A quién le puede doler que le dé un huesecillo a una persona que lleva toda su vida sufriendo por esto.

CC: Es una cuestión de derechos fundamentales amparados por la legislación internacional, estatal y autonómica. Y si aun así no entienden que lo que estamos haciendo es buscar a los que no están buscados, es simplemente una cuestión de humanidad. Es que no entiendo por qué se siguen poniendo obstáculos e intentando controlar ese relato; porque el relato que nosotros queremos conformar no excluye a nadie, pero el suyo sí; el nuestro integra. De verdad que muchas veces me gustaría preguntarles de qué tienen miedo.

DQ: Hemos de decir que dentro de determinados idearios hay personas cabales que entienden que esto es algo de justicia, que son vecinos de este pueblo que fueron asesinados y que el único objetivo es devolvérselos a los familiares. Sin rojos y sin azules. Si me mandan a buscar a vecinos de derechas que fueron asesinados, yo los voy a buscar con el mismo cariño. Pero qué pasa, que hay muchos menos y que, en su mayoría, han sido homenajeados y sus familias resarcidas.

CC: Y, fíjate, que esto ni siquiera se está pidiendo ahora. Lo único que se pide es que sacarlos de la tierra. Viviendo en un país que se dice democrático es que no podemos seguir así. Que hasta el Papa lo dijo, que yo no sé qué más quieren.

DQ: Esto es lo mínimo que no puede parecerle mal a nadie.

CC: La memoria es compleja porque es real. Y por eso necesita ese empuje del Estado.

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Comentarios
  1. Excelente artículo, si señor.
    El alcalde del PSOE de Fuentes de León. Francisco Martínez Fermoselle está dando una lección de ética a ex-presidentes del gobierno de su mismo partido tal como a Felipe González (aunque de este traidor nada puede sorprender), J.L.Rodriguez Zapatero, ministros como Borrell, sindicatos ¿de izquierdas? como UGT yCCOO. que están dando su apoyo al genocida Martín Villa estos días que está siendo interrogado por la jueza argentina María Servini por los crímenes de nuestra «ejemplar» Transición.
    Claro que no fue una guerra civil, éso lo han inventado los vencedores, y nadie debería denominarla así.
    La oligarquía caciquil de esta Piel de Toro no supo digerir que a sus sirvientes se les asignara un trozo de tierra que ellos ni siquiera cultivaban para saciar el hambre ni que las escuelas se multiplicaran para que todos tuvieran acceso a la enseñanza e igualdad de oportunidades. Ellos eran y se siguen considerando a día de hoy los elegidos.
    Hijo de puta el dueño del bar Puerta del Sol. Había muchxs como él.
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    Ha dado comienzo la campaña 3 de septiembre
    Firma nuestro manifiesto contra la impunidad en la página de CeAqua Rompamos la impunidad – Exijamos JusticiaEl próximo 3 de septiembre, con la toma de declaración de Rodolfo Martín Villa en la Embajada Argentina en…
    http://www.ceaqua.org/

  2. Excelente artículo, en el que se presenta un concepto muy interesante, los familiares de los asesinados «no buscan culpables, buscan a los inocentes» y un buen periodista que sabe identificar lo más importante de una entrevista y colocarlo en el titular.

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