Opinión

“¡Procedan a la expulsión, coño!”

Hace meses que nos golpea ver vallado el Congreso. El lugar donde está representado "el pueblo español" permanece “protegido” de ese pueblo que protesta mayoritariamente contra las decisiones que toman en su nombre.

Nos hemos acostumbrado a que el pueblo necesite “invitación”. Hace meses que nos golpea ver vallado el Congreso de los Diputados. El lugar donde está representado «el pueblo español», según dice la Constitución, permanece “protegido” de ese pueblo que protesta mayoritariamente contra las decisiones que toman en su nombre. Hace meses que soportamos que los “invitados” sean desalojados del Hemiciclo, que en algunas cámaras, como la madrileña, se cierren las tribunas, que las presidencias de las cámaras autonómicas hayan empezado a blindar los hemiciclos haciendo una lectura más restrictiva de sus reglamentos, y sobre todo poniendo el ojo en las invitaciones que cursan los grupos políticos de la oposición, advertidos de sus responsabilidad subsidiaria ante cualquier incidente.

Ayer, también necesitaron invitación los diputados y diputadas. Sus señorías tuvieron que pedirla para escuchar al presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Hubo quien la tuvo y hubo quien no. Después, esperaron a comprobar que estaban en la lista de invitados y, una vez superada la prueba, ya dentro de la Sala que alberga la comisión de economía, les indicaban dónde tenían que sentarse. Las intervenciones de los diferentes grupos se restringieron a cinco minutos con la recomendación de que no hablasen de España. Y el presidente de la Cámara, Jesús Posada, decidió poner inhibidores para que ninguno de los “elegidos” pudiera comunicar ni comunicarse con el exterior. Todo para escuchar los elogios de Draghi a las medidas económicas que empobrecen hasta el suicidio. Un Draghi que aseguró que habíamos vivido en un país de hadas.

Para rematar el espectáculo, horas después, el famoso “coño” se escuchó alto y claro una vez más en el Congreso. El apacible Jesús Posada sacó la vena machista y autoritaria que por lo visto tiene: «¡Procedan a la expulsión, coño!», dijo, refiriéndose a los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que estaban en la tribuna de invitados. No pudimos evitar el sobresalto quienes pensábamos que eran expresiones de otros tiempos, de señores que entraban armados al Congreso.

Los procesos antidemocráticos nunca se sabe ni cuándo ni cómo terminan.

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Comentarios
  1. La frase de Posada, dicha con gran crispación y con una gran tensión muscular en la zona de la mandíbula, la garganta y hasta en la lengua lo resume todo. El cabreo de los políticos del PP debe de ser mayúsculo y ahora están entre la esPAHda y la PAHred: si aprueban la ILP de la PAH traicionan a sus queridos banqueros y si no lo hacen o la edulcoran se les viene encima la debacle electoral.

    A mi me da la risa cada vez que escucho esa frase por la tele o la radio :-DD

  2. No estoy de acuerdo con la crítica a Jesús Posada. Estoy seguro de que si hubiera sido el Presidente del Congreso el 23F, habría actuado del mismo modo, exclamando a los bedeles al entrar Tejero:

    ¡¡PROCEDAN A SU EXPULSIÓN, COÑO!!

    Ante un Presidente con tanta autoridad, el teniente-coronel se habría arrugado y el campechano no habría tenido la necesidad de hacer el paripé por RTVE vestido de capitán general.

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