Sociedad
Manifiesto ciudadano reclama servicios 100 % públicos, universales y de calidad
Organizaciones sociales, rostros conocidos y profesionales de los servicios esenciales exigen reforzar la sanidad pública, las residencias y servicios sociales para salir de la crisis.
“Una sociedad que invierte en servicios es más democrática, está más cohesionada y preparada para afrontar dificultades”. Sin embargo, en la actualidad, “esto no es así”: “Los servicios públicos están infradotados, son insuficientes, excluyen procesos necesarios y no alcanzan a todos los territorios, dejando especialmente desabastecido el medio rural”. Así lo ha denunciado este jueves la plataforma ciudadana #PlanDeChoqueSocial, compuesta por más de 400 organizaciones y colectivos sociales. A través de un manifiesto, titulado ‘Pinto un corazón verde’, invitan a la población a exigir unos servicios 100 % públicos, universales y de calidad mediante una acción simbólica: pintar un corazón verde en sus ventanas.
En su lanzamiento, la campaña ha sido respaldada por un gran número de rostros conocidos de la cultura, la comunicación y la música. Los actores y actrices Antonio de la Torre, Juan Diego Botto, Carlos Bardem, Natalie Pozas, Alberto San Juan; cantantes como Rozalén o Nacho Vegas; o personas del mundo de la comunicación como Bob Pop, Magda Bandera y Olga Rodríguez, son algunos de los nombres que se han unido a trabajadoras y trabajadores de los denominados sectores esenciales.
En el texto recuerdan que “España está por debajo de la media de la UE en gasto sanitario (-1,1%), educativo (-0,7%), de protección social (-1%), de vivienda (-0,1) o de servicios públicos generales (-0,2%)”. Además, otras partidas presupuestarias imprescindibles como la dedicada a la lucha contra la violencia machista o la pobreza infantil “siguen estando lejos de lo necesario”, remarcan.
Desde la plataforma, apuntan que entre 2010 y 2017 España perdió más de 12.000 camas de hospitales, ocupando el país el vigésimoquinto puesto de la Unión Europea en camas con 243 por cada 100.000 habitantes, siendo la media europea de 372 camas por cada 100.000. En esta línea, el manifiesto señala que, al igual que los recortes, “el proceso de privatización de la sanidad pública impacta en la falta de recursos, ya que los conciertos público-privados han derivado parte del gasto sanitario a beneficios empresariales”.
Según el Servicio Madrileño de Salud, la Comunidad de Madrid, una de las regiones más afectadas por el coronavirus, perdió entre 2010 y 2018 unos 3.300 profesionales, mientras que la población con derecho a la asistencia sanitaria creció en casi 500.000 personas en ese periodo. En cuanto al gasto, como explicaba recientemente a La Marea el médico de familia Javier Padilla, “los principales recortes vinieron en los ámbitos de salud pública y en atención primaria. Pero ha sido en los hospitales donde más se ha recortado en profesionales”.
Una falta de recursos que no es exclusiva de los hospitales, tal y como apunta el manifiesto, sino que se extiende a residencias de mayores, a las ayudas a la dependencia o a los servicios sociales. Esto, aseguran, dificulta “la actuación ante una emergencia ya no solo sanitaria, sino social y alimentaria”.