Primer día de vuelta al trabajo sin incidentes

El primer día del regreso al trabajo de los sectores no esenciales transcurrió sin incidentes, pero ha dejado una foto: la de los agentes y profesionales de protección civil repartiendo mascarillas. En las regiones en las que este lunes no era festivo, las autoridades han repartido cientos de miles de equipos de protección facial entre las estaciones de tren y metro y las paradas de autobús. En total, se han desplegado unos 4.500 efectivos en 1.500 puntos diferentes de todo el Estado. 

Según datos de la Delegación de Gobierno, 1.416.000 habrán sido distribuidas entre hoy y mañana, en Madrid; 1.878.000 en Andalucía, 602.000 en Galicia,  238.000 en Extremadura, 296.000 en Aragón, 228.000 en Asturias, 508.000 en Castilla y León y 334.000 en Murcia. Este martes comenzará, a su vez, en Baleares (256.000), Canarias (480.000) Cantabria (130.000), Castilla-La Mancha (432.000), Cataluña (1.714.000), Comunidad Valenciana (1.110.000), Navarra (146.000), País Vasco (500.000) y La Rioja (70.000).

Este reparto, sin embargo, no ha llegado a todos los usuarios, ya que se ha realizado, únicamente, en los tramos horarios punteros y en las paradas y estaciones más concurridas. El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha protestado por ello. Su vicepresidente, Ignacio Aguado, ha mostrado su preocupación por una distribución que solo ha alcanzado una de cada cinco estaciones, según ha denunciado. “Si hay algún punto que ha quedado desabastecido se corregirá”, respondió el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una rueda de prensa. 

Aumento del número de viajeros

El retorno a las actividades no esenciales ha acarreado, como se esperaba, un repunte de los desplazamientos en transporte público. En los servicios de Cercanías, informa RTVE, ha aumentado un 53% el número de pasajeros con respecto al lunes anterior. Son un 36,5% menos que en el primer lunes de estado de alarma. En las líneas de metro, la Comunidad de Madrid también ha registrado un aumento de afluencia: un 31% más que la semana anterior, lo que supone, en perspectiva, un 87% menos que en 2019.

Críticas de los sindicatos y precaución en el Gobierno

“Seguimos en fase de confinamiento. No hemos iniciado ningún proceso de desescalada”, repitió el ministro de Sanidad en su comparecencia. Desde ayer vuelve a estar vigente lo establecido en el decreto de estado de alarma del pasado 14 de marzo. La medida ha afectado, principalmente, a los empleados de la industria y en la construcción. Un Boletín Oficial del Estado extraordinario a última hora del domingo establecía que solo algunos debían reincorporarse a sus puestos de trabajo: solo tienen permiso para reanudarse las obras destinadas a reparar una urgencia o las que se realicen de manera independiente y completamente aislada de cualquier trabajador ajeno a la construcción.

Para CCOO, la restricción es insuficiente y considera que se sigue incurriendo en riesgos “innecesarios”. Su federación de Construcción y Servicios calcula que desde este lunes han retornado en torno a 1,7 millones de personas, las cuales “tendrán que utilizar medios de transporte y convivir en los centros de trabajo”.

Tras la comparecencia de Pedro Sánchez el domingo, La Marea preguntó al presidente del Gobierno si había consensuado con los sindicatos el final del paro de todos los servicios económicos excepto los considerados “esenciales”. Sánchez no contestó. En Hora 25 (Cadena SER), el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, lamentó que el Ejecutivo hubiera actuado “unilateralmente”. “Las cosas se pueden hacer mejor con diálogo y con tiempo”, argumentó.

Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, afirmó en el mismo programa que “el criterio que debe prevalecer es el de la salud pública y la seguridad en el puesto de trabajo. No puede haber actividad en ningún centro que no esté en disposición de garantizarla. Nos consta que una parte muy importante de las empresas no van a estar en condiciones. Por precaución no convendría abrir tan rápido algunas actividades”.

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, justificó la medida en una entrevista en RNE. “Aprovechando que había una serie de festivos incorporamos los permisos retribuidos. Pero es una medida absolutamente excepcional. Lo planteamos para esos días y para intentar frenar la curva, algo que creo que hemos conseguido”, añadió.