Galicia, Euskadi, Catalunya y Madrid mantienen sus oposiciones en 2020

Continúa sin haber acuerdo. Lo contábamos en La Marea hace dos días. La posibilidad de que se produjera una convocatoria unificada de oposiciones docentes (que afectan a los docentes de  Enseñanza Secundaria, las Escuelas Oficiales de Idiomas, la Formación Profesional, la Música y las Artes Escénicas y las Artes Plásticas y el Diseño) queda pendiente de la duración efectiva del Estado de Alarma. Al menos, en lo tocante a Catalunya, Galicia, Euskadi y la Comunidad de Madrid. Si se mantiene en los plazos oficiales anunciados hasta ahora, estas cuatro regiones desarrollarán sus pruebas en junio (en el caso de Galicia, Euskadi y Madrid) y en julio (Catalunya). El resto esperarán hasta 2021. 

Ayer estaba previsto que se reuniesen los diferentes representantes de las consejerías de Educación para tratar de llegar a un consenso. Sin embargo, el encuentro no se produjo. Sí ha habido, según indica el comunicado del Ministerio, “diversos intercambios” entre las partes, suficientes, según indica el texto, para que las posturas de cada uno hayan quedado definidas. 

La discordancia cronológica de Catalunya, Galicia y Euskadi no genera un conflicto mayúsculo o inesperado: todas ellas cuentan con una lengua co-oficial que debe ser conocida por los aspirantes. Esto, de facto, supone un filtro suficientemente importante para evitar el “efecto llamada” que temen los sindicatos. Este fenómeno, que sí podría ocurrir en la Comunidad de Madrid, se traduciría en un aumento cuantioso de solicitudes en la región, en la que la única lengua exigida es el español. Se valora también el inglés o el francés, como en el resto de los territorios.

La Consejería de Educación de la Comunidad, no obstante, se reserva la posibilidad de aplazarlas a 2021 si el Estado de Alarma se prorroga más allá del 11 de abril. En un comunicado emitido ayer descartan, sin embargo, la opción de que estas puedan convocarse a lo largo del segundo semestre, dado que esto añadiría, a su juicio, “complicaciones” y “presión” para lo que, vaticinan, podría ser un curso “muy especial”. 

Los sindicatos de educación madrileños, por su parte, critican que la Comunidad mantenga esa postura. Lamentan, además, que en la reciente mesa sectorial a la que fueron convocados la Consejería les asegurase que buscaba un acuerdo. «No se ajusta a lo que han hecho. No están pensando en el interés de la educación madrileña. Es demoledor. Tendrá consecuencias muy grandes en las plantillas, tanto en el personal interino como en los que se presentan a las oposiciones.” analiza Isabel Galvín, secretaria general de Enseñanza de CCOO Madrid.

“Me resulta indignante la falta de sensibilidad hacia la situación que existe en Madrid: el profesorado, sus familias, los aspirantes a las plazas… Somos la zona cero de la epidemia y la Comunidad de Madrid actúa absolutamente al margen de esta realidad» opina la representante. «Hay trece comunidades autónomas que ya han dado tranquilidad a sus aspirantes, que ya saben a qué atenerse. Madrid no. También nos ha faltado liderazgo del Ministerio, y claridad. Tendría que haber aclarado a la opinión pública que las plazas no se pierden. Las personas que están pensando en ello necesitan tranquilidad y seguridad» concluye.